Algo tan sencillo como cepillarte los dientes podría protegerte del ictus, la depresión o el azhéimer

Cepillarte los dientes a menudo, durante más tiempo y limpiando el espacio interdental podría ser la forma de cuidar muchos más aspectos de tu salud de los que piensas. Incluyendo lo relativo a afecciones cardiovasculares o neurodegenerativas.

Sin duda la higiene bucal te protege de caries, sarro y del mal aliento. También de enfermedades orales como la gingivitis. Esta supone una inflamación superficial de las encías que si no se trata puede evolucionar a periodontitis. Aquí  la inflamación se ha extendido a ligamentos y huesos lo que puede llevar a  la caída de dientes. Los especialistas sospechan desde hace tiempo que los efectos de esta inflamación podrían expandirse a otras zonas del cuerpo como el cerebro o el corazón, 

“Estas enfermedades [periodontitis] se producen por un desequilibrio entre las bacterias del paciente y la respuesta inmune, que hace que exista una cantidad excesiva de bacterias patógenas. Estas pueden llegar al torrente sanguíneo y producir una bacteriemia, y generar una respuesta inflamatoria excesiva con efectos sistémicos”, matiza en El País Elena Figuero, profesora de odontología de la Universidad Complutense de Madrid, 

Si bien las causas aún no están del todo claras, la mala salud oral se ha debatido como una posible causa de enfermedades cardiovasculares durante muchos años. Se estima que los pacientes con algún tipo de enfermedad en las encías tienen entre un 25 y un 50% más de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Los estudios han relacionado la enfermedad periodontal —especialmente cuando se debe a una infección por una bacteria llamadaporphyromonas gingivalis— y la artritis reumatoide. Otras evidencias han encontrado un vínculo entre esta misma bacteria y el riesgo de cáncer de páncreas.

Un trabajo, presentado en la conferencia internacional de 2023 de la Asociación Americana del Ictus,  analizaron el vínculo potencial entre la salud bucal y la salud cerebral entre aproximadamente 40.000 adultos sin antecedentes de ictus  del Biobanco del Reino Unido entre 2014 y 2021. Concluyó que las personas genéticamente propensas a la caries o a las que les faltaban dientes tenían  mayor carga de enfermedad cerebrovascular silenciosa.

“Los focos inflamatorios crónicos, aunque sean de baja intensidad, como la enfermedad periodontal, pueden producir alteraciones que hacen más permeable la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de elementos peligrosos”, afirma al medio Juan Carlos Leza, coordinador de grupo del CIBERSAM (Centro de Salud Biomédica en Red del Instituto de Salud Carlos III de salud mental).

En palabras del especialista una inflamación continuada, crónica, a la larga "puede incrementarse el riesgo de problemas como los accidentes cerebrovasculares”, añade Leza. “No se ha probado una relación causal entre tener una disbiosis intestinal o una alteración de la boca y tener esquizofrenia o sufrir un ictus, pero se ha visto que las personas que tienen estos problemas tienen más inflamaciones, también en la boca”, añade.

Ambos científicos trabajan en la relación entre peridontitis y depresión. Sus investigaciones previas ya han señalado una posible asociación entre las enfermedades con una microbiota oral alterada, como la periodontitis, y la ansiedad, el estado de ánimo y los trastornos relacionados con el trauma y el estrés

La periodontitis también puede inducir o exacerbar otras enfermedades inflamatorias sistémicas crónicas, como la aterosclerosis y la diabetes, y puede provocar efectos adversos en el embarazo.

¿La periodontitis influye en el desarrollo de la enfermedad de Azheimer?

 La cavidad oral alberga la segunda comunidad microbiana más diversa del organismo, con más de 700 especies bacterianas que colonizan los tejidos blandos y duros.

Se cree que estos patógenos periodontales y la respuesta inmunoinflamatoria en la periodontitis podrían afectar a la función cerebral, especialmente en los ancianos más vulnerables, y  contribuir a la aparición y progresión de trastornos neurodegenerativos.

Algunos mecanismos que podrían explicar cómo la periodontitis puede afectar a esos sistemas incluyen: el paso de bacterias al torrente sanguíneo, la invasión del cerebro a través del nervio trigémino. Un estudio describió una asociación entre los niveles de citoquinas inflamatorias en pacientes con alzhéimer y la periodontitis, lo que sugiere que esta afección bucal puede estar asociada con el inicio, la progresión y el agravamiento de la EA.

Hábitos para cuidar la salud tus dientes y encías como un profesional desde casa

En concreto la investigación señala como principal responsable al Fusobacterium nucleatum, un patógeno común que crece en exceso en la periodontitis y también se ha relacionado con varias enfermedades sistémicas. Un ensayo de 2022 publicado en Frontiers  mostró que la periodontitis inducida por F. nucleatum provocaba la exacerbación de los síntomas del alzhéimer en ratones, incluido el aumento del deterioro cognitivo, la acumulación de beta-amiloide y la fosforilación de la proteína Tau en el cerebro. 

En 2017 un estudio de cohortes retrospectivo en Taiwan, encontró que las personas con un historial de 10 años o más de periodontitis crónica tenían un 70% más de probabilidades de desarrollar demencia en relación a quienes no tenían la enfermedad bucal.

Ahora bien la investigación no pudo determinar si los resultados estaban influidos por personas con alzhéimer temprano no diagnosticado que pudiera haber impactado en una higiene bucal deficiente. Es decir,  que alguien con demencia no diagnosticada pudieran cuidar menos sus dientes, lo que provocaría la enfermedad de las encías.

Si bien aún queda mucho que investigar al respecto, nada de malo hay en cepillarse los dientes 3 veces al día como aconsejan los expertos y mucho lo que puedes ganar de confirmarse todas estas asociaciones.