El primer día de Elon Musk al frente de Twitter fue digno de ver. 

El multimillonario logró hacerse con el control de la red social a finales del pasado mes de octubre, después de haberse pasado meses intentando librarse de esa misma compra y haber acabado pagando por ella el precio pactado originalmente: 44.000 millones de dólares. 

Musk llegó ese día a la sede de Twitter cargando con su hijo pequeño (X Æ A-12), con un fregadero en brazos —en lo que intentaba ser una especie de broma— y dispuesto a realizar cambios significativos en la compañía. Prueba de ello fue que una de las primeras decisiones que tomó fue despedir a 4 altos ejecutivos de Twitter, entre ellos Parag Agrawal, hasta ese momento CEO de la red social. 

El dueño de Twitter escenificaba así su toma de posesión como nuevo director general de la plataforma. Mientras que los exdirectivos iban a tener que conformarse con los casi 90 millones de euros que iban a percibir en concepto de indemnizaciones tras el despido de Musk. Sin embargo, parece que los ejecutivos no han recibido de Twitter todos los honorarios que les correspondían.

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Agrawal, antiguo CEO de Twitter; junto a Vijaya Gadde, exdirectora jurídica de la empresa, y Ned Segal, exdirector financiero; han presentado una demanda judicial en la que reclaman a la red social más de un millón de dólares en costes jurídicos vinculados a las funciones que desempeñaron durante su etapa en Twitter, según publica el Wall Street Journal. 

Agrawal, Gadde y Segal han presentado este lunes la denuncia ante el Tribunal de Equidad de Delaware (Estados Unidos) para requerir a la compañía de Musk el pago de los gastos a los que han tenido que incurrir con motivo de una demanda interpuesta por los accionistas de Twitter, así como por las investigaciones de las autoridades federales en las que se han visto implicados. 

Los 3 antiguos directivos aseguran que la obligación de la empresa de cubrir sus gastos legales sigue vigente para cualquier procedimiento vinculado a las funciones corporativas que ellos desempeñaron durante su estancia en Twitter y alegan haber intentado —sin éxito— que la red social abonase estos importes, primero en enero y después en marzo.

"Una vez más, Twitter ha incumplido sus obligaciones contractuales de pagar sus facturas", ha declarado Aaron Zamost, portavoz de Gadde y Segal, al Wall Street Journal. Zamost podría hacer referencia así a las distintas acusaciones de impago que ha recibido la compañía de Elon Musk en los últimos meses.