"No nos van a despedir a todos": ChatGPT tiene potencial en el mundo financiero, pero no el suficiente para sustituir a tu asesor

Oficina con empleados basados en inteligencia artificial.

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  • Las posibilidades de chatbots basados en IA, como ChatGPT, podrían poner muy nerviosos a los empleados del sector financiero. 
  • La IA tiene potencial en el sector de los bancos, las fintech y las aseguradoras, tanto para sustituir empleos, como para mejorar su eficiencia. 

Si le preguntas ahora mismo a ChatGPT qué puedes hacer para mejorar tu relación con las finanzas, te responderá con una retahíla de los mejores consejos para ahorrar e invertir

Ninguno de ellos se adaptará a tu situación financiera real. 

Ahora bien, si le dices que sus consejos no te han servido para gestionar tu dinero por una razón en concreto —una hipoteca de 150.000 euros, por ejemplo—, enseguida te dará otros para amortizar tu hipoteca, renegociarla o mejorar tu hábito del ahorro para sanear tus finanzas. 

Credit Suisse, una de las mayores empresas de servicios financieros del mundo, ya ha redactado un informe con las posibilidades de la inteligencia generativa, como ChatGPT, para quedarse con parte del trabajo de los asesores financieros, o para hacer sus procesos más eficientes. 

Desarrollo de inteligencia artificial.

Pero ni ChatGPT, ni ningún otro chatbot generador de lenguaje, puede hacerlo sin un humano. 

No sólo ahora que la tecnología aún se está entrenando y le queda mucho recorrido por delante. La firma y los propios expertos en gestión del dinero creen que siempre va a hacer falta el juicio humano para tomar determinadas decisiones. Aunque las tareas pequeñas de personalización de productos y la gestión de grandes patrimonios se abaraten y se masifiquen a través de herramientas basadas en IA.

Basura que entra, basura que sale

En inglés hay una expresión muy común que simplifica la importancia de los datos en el desarrollo de tecnologías como la IA: garbage in, garbage out. En su traducción significa "basura que entra, basura que sale". 

Los datos son el gran reto de la IA, porque de su calidad depende la respuesta que dé el chatbot o la herramienta que se incruste en los sistemas. 

"Si tú le metes basura al sistema, te sale basura. Es rudo, pero es la realidad. Dependiendo de la calidad inicial de los datos, el algoritmo te va a sacar buenas cosas o malas cosas", apunta el director de inversiones de MyInvestor Ignasi Viladesau.

Plataformas de inversion

"¿Esto qué implica? Que hay que cuidar muy bien lo que entra en ChatGPT. Si coge un universo de datos que no es correcto, te dará respuestas que no lo son. Si su base de datos es Internet en general, en Internet hay gente que cree que la Tierra es plana...", simplifica Viladesau. 

"El algoritmo no tiene la capacidad de identificar qué dato es de alta calidad y cuál no lo es. Eso va a requerir un filtrado que, a menudo, es un humano el que tiene que poner los parámetros del filtrado", continúa. "Puedes también confiar en que las respuestas están bien, pero si empieza a dar respuestas que no tienen sentido y nadie se lo lee, se pueden cometer grandes errores".

Además, no todos los datos son asumibles por el algoritmo —como cuando metes una función en Excel que te da error porque simplemente las columnas y las filas no están en el orden correcto—. 

El juicio final a la IA en el sector financiero

En resumen, por muy buenos que sean los datos, la IA necesita supervisión

La IA generativa detrás de los chatbots está diseñada para ser cada vez mejor, pero está lejos de ser perfecta. En el mundo financiero, además, se necesita mucha precisión para tomar ciertas decisiones. 

Al final, en la gestión de patrimonios, por ejemplo, juegas con la vida o el trabajo de una persona. Y con un análisis erróneo del balance de una empresa puedes arruinar sus cuentas. Esto también le puede pasar a un humano, pero tiene consecuencias. 

¿Cuáles serán las consecuencias para la IA? Al algoritmo sólo puedes enseñarlo a ser mejor, pero no le puedes bajar el sueldo o despedir por un error. Aunque las empresas detrás de su desarrollo podrían tener que pagar una cuantiosa factura. 

 

También se ha demostrado que es tan fácil alterar sus respuestas como enseñarla a tomar mejores decisiones. ChatGPT, cuyo conocimiento sólo llega hasta 2021, llegó a hablar del presente como si tuviese acceso a los datos en tiempo real. Obviamente, era imposible, pero con una sola frase los atacantes conseguían que "hiciese cualquier cosa" —como hablar del presente sin tener ni idea—.

"Se necesita a alguien que entrene al algoritmo, alguien que vea que efectivamente está yendo por un buen sitio. El algoritmo siempre necesita a un humano para encauzar sus respuestas", explica Viladesau. "Así que no nos van a despedir a todos".

Hasta el momento de la entrevista, el experto reconocía que, poniendo a prueba a ChatGPT en su trabajo ,se había dado cuenta de que era "muy bueno". No lo había probado para situaciones financieras concretas, como la que se mencionaba al principio del artículo. Pero ya se ha demostrado que ChatGPT, a su manera, puede responder y afinar tanto como un asesor financiero.

No obstante, los recursos para que ChatGPT pueda hacer estas valoraciones en tiempo real —tanto por los datos y su supervisión, como por la infraestructura necesaria— da tiempo a los asesores para reinventarse y hacer aún más exclusivos los servicios que la IA está abaratando. 

Aunque ya hay fondos de inversión basados en IA que están batiendo al mercado silenciosamente.

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