La EPOC dobla las probabilidades de sufrir un caso mortal de COVID-19: la deficiencia pulmonar y otras comorbilidades explican porqué los pacientes tienen un peor pronóstico

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Sanitario con un paciente con COVID-19.

REUTERS/Kathleen Flynn

  • Los contagiados con el coronavirus con EPOC tienen casi 6 veces más probabilidades de desarrollar un caso grave de COVID-19, según un estudio publicado en Aging.
  • Su limitada capacidad pulmonar y las comorbilidades que suelen acompañar a los casos más avanzados podrían explicar porqué quedan más expuestos a una infección severa con el SARS-CoV-2, conforme a varias investigaciones y expertos consultados por Business Insider España.
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Las enfermedades subyacentes son uno de los principales factores del paso de moderado a grave de un caso de COVID-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus SARS-CoV-2

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, más conocida como EPOC, es una de ellas. 

La EPOC se ha convertido en la cuarta causa de muerte en España —la tercera en todo el mundo— y ya afecta a entre el 10% y el 12% de la población adulta. 

Se caracteriza por ser una patología de lenta instauración, crónica e inflamatoria que impacta en la capacidad pulmonar, describe a Business Insider España José Luis López-Campos, neumólogo y coordinador del área de EPOC de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica). 

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La coexistencia de esta enfermedad pulmonar crónica con el COVID-19 se ha relacionado con un peor pronóstico para los pacientes afectados, conforme a estudios publicados en Nature y The Lancet.

"Los pacientes con EPOC no parecen tener un mayor riesgo de contraer la infección por SARS-CoV-2, sí tienen un peor pronóstico, especialmente en pacientes con mayor comorbilidad", coincide otra investigación publicada en International Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease, en la que participan médicos internistas españoles.

En ello coincide López-Campos, quien señala que las comorbilidades y la EPOC están muy asociadas a la edad —lo que complica aún más el cuadro de estos pacientes, apunta—.

Los pacientes con EPOC tienen el doble de probabilidades de morir con COVID-19: registran una tasa de mortalidad del 38,3% frente a la de 19,2% de los afectados sin EPOC, según un estudio español

Médicos atendiendo a un paciente.

REUTERS/Kai Pfaffenbach

Un estudio publicado en enero de 2021, realizado en España con más de 10.400 voluntarios, encontró que los diagnosticados con EPOC (746 de los pacientes) registran una tasa de mortalidad del 38,3% frente al 19,2% de los que no padecen EPOC

Los hallazgos evidencian que, en su mayoría, los afectados son varones mayores (77 años frente a los 68 de los no diagnosticados con EPOC en el estudio) con otras patologías previas y un índice de comorbilidad de Charlson más elevado y relacionado con la mortalidad por COVID-19.

Dado su grave estado de salud, ni siquiera la ventilación mecánica no invasiva o invasiva, la cánula nasal o el decúbito prono se asociaron a un mejor pronóstico. Tampoco se encontraron diferencias entre los que eran fumadores actuales, exfumadores o los que nunca habían fumado. 

Aunque sí en el tratamiento con hidroxicloroquina y con macrólidos —eritromicina, por ejemplo—.  

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Otra investigación relacionada, publicada en Aging y revisada por pares, también ha demostrado que los pacientes con EPOC tienen 5,9 veces más riesgo de sufrir casos graves de COVID-19 que los que no sufren EPOC. 

En esta misma línea, un metaanálisis publicado en Journal of Medical Virology, determinó que para estos pacientes el riesgo de desarrollar un caso severo se multiplicaba por 4.  

"Comienzan la infección con una función pulmonar deteriorada —porque es una enfermedad crónica e inflamatoria que produce una disminución de la capacidad pulmonar—. Además, los que han sido fumadores tienen mayor obstrucción en los bronquios, lo que se traduce en que el aire llega con más dificultad a los pulmones y se disminuye su capacidad respiratoria", detalla el experto.

"Cuando una persona con menor capacidad pulmonar coge cualquier enfermedad respiratoria, tiene más probabilidades de tener problemas".

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Para más, otros hallazgos citados por los investigadores españoles, han evidenciado que los pacientes con EPOC son especialmente vulnerables al SARS-CoV-2 —cuando ni el coronavirus del MERS o el del SARS-CoV-1 presentaron esta asociación—. 

"En el caso del COVID-19, tras el contagio con el SARS-CoV-2, hay datos que demuestran que los pacientes con EPOC son especialmente vulnerables a este virus en concreto", insiste también el neumólogo. 

Este escenario ha puesto en evidencia que el diagnóstico precoz de la EPOC es fundamental para evitar casos graves y mejorar la calidad de vida de los afectados, en palabras del portavoz de Apepoc (Asociación de Pacientes con EPOC), Nicole Hass. 

Las comorbilidades que presentan algunos pacientes con EPOC son otro agravante para contagiados con el SARS-CoV-2

Paciente de coronavirus es trasladado

Reuters

Los investigadores de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), al frente del estudio, encontraron que los diagnosticados con la enfermedad pulmonar tienen más comorbilidades que los que no la tienen

Entre ellas, explicitan en los resultados del estudio, se reconocen con más frecuencia la hipertensión, la hiperlipidemia, la diabetes mellitus, la fibrilación auricular, la insuficiencia cardíaca, la cardiopatía isquémica, la enfermedad vascular periférica, la insuficiencia renal y un índice de comorbilidad de Charlson más elevado. 

De facto, la relación fue casi significativa en pacientes con antecedentes de infarto de miocardio y obesidad, según los autores del estudio.

"Los pacientes con EPOC son mayores y tienen más comorbilidades, especialmente cardiovasculares. (...) En nuestra serie, como en otras, los pacientes con EPOC hospitalizados por COVID-19 tienen una alta tasa de mortalidad y la EPOC se considera un predictor de mal pronóstico", concluyen.

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Tal y como se ha mencionado con anterioridad, las enfermedades subyacentes aumentan considerablemente las probabilidades de sufrir casos graves de COVID-19

Esto se debe, especialmente en personas de edad avanzada, a lo que se conoce cono inmunodepresión —debilitamiento del sistema inmunitario y de su capacidad para combatir enfermedades—.

"En la vejez hay una desregulación multisistémica con una reserva fisiológica reducida y una respuesta inmune deficiente", aclaran los médicos internistas.  

Además, los pacientes con EPOC que estaban en tratamiento habitual con corticoides sistémicos tenían una mayor tasa de mortalidad. Y los casos más graves del COVID-19 se han relacionado con la aparición de los coágulos de sangre.    

No obstante, la prevalencia del COVID no es mayor para los pacientes con EPOC, porque está estrechamente relacionada con la exposición

Un sanitario hace una PCR a una mujer para detectar COVID-19.

REUTERS/Amir Cohen

A pesar de los riesgos que conlleva contagiarse con el COVID-19 siendo un paciente de EPOC, no existe una prevalencia de contagio significativa para los afectados. 

"Tienen el mismo riesgo de contagio que la población general porque es cuestión de exposición. Por eso extrañaba tanto que en los inicios de la pandemia, los pacientes con enfermedades respiratorias podían prescindir de la mascarilla. Son más vulnerables", describe el experto de SEPAR. 

Además, apunta López-Campos, en las primeras olas del COVID-19 este tipo de pacientes tomaban más precauciones y cumplían mejor con su medicación. 

"Ellos sabían que estaban limitados por los síntomas y porque tienen una enfermedad crónica progresiva, incluso antes de que saliesen los estudios que demostraban que tenían riesgo de un COVID-19 más grave", explica. 

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Conforme a los hallazgos del equipo de SEMI, otra de las razones que puede explicar la baja prevalencia de COVID-19 entre los pacientes con EPOC podría ser el uso de fármacos para enfermedades respiratorias. Los esteroides inhalados, los beta-agonistas o anticolinérgicos, ejemplifican.

Sólo el 7,16% de los pacientes tenían EPOC como patología previa en el momento del ingreso en el estudio publicado en International Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease.

"En base a esta baja prevalencia, se podría decir que los pacientes con EPOC no tendrían un mayor riesgo de contraer la infección por SARS-CoV-2", alientan —aunque reconocen que se necesitan más datos de pacientes no hospitalizados con EPOC y COVID-19—. 

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