La economía aguanta: el PIB crece un 0,3% en el tercer trimestre a pesar de la inflación y las subidas de tipos

Valencia, playa, bici

Heino Kalis/Reuters

  • La subida en el tercer trimestre es un buen dato si se compara con países vecinos en recesión, como Alemania, o si se tiene en cuenta la que está cayendo, con una inflación más pegajosa de lo esperado.
  • Pero también puede verse como un dato no tan positivo si se tiene en cuenta que ese 0,3% supone una décima menos que en el trimestre anterior, con un descenso importante en inversión y exportaciones.

La economía española aguanta, y lo hace a pesar del agujero que han abierto la inflación y las subidas de tipos de interés en el bolsillo de los hogares.

El PIB creció un 0,3% en el tercer trimestre, según los últimos datos de Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirman los avanzados a finales de octubre.

Se trata de un buen dato si se compara con países vecinos en recesión, como Alemania, o si se tiene en cuenta la que está cayendo, con una inflación más pegajosa de lo esperado, el repunte de los precios energéticos, o la subida de tipos de interés, que ya pesa en el bolsillo.

"Este crecimiento diferencial es muy relevante en un contexto de elevada incertidumbre internacional, subida de los tipos de interés y estancamiento de la zona euro", destacan desde el Ministerio de Economía, y añaden que los sectores que más contribuyeron al crecimiento fueron la industria manufacturera y los servicios.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

Pero también puede verse como un dato no tan positivo si se tiene en cuenta que ese 0,3% supone una décima menos que en el trimestre anterior, cuando España creció un 0,4%. Que el PIB crezca más entre abril y junio que entre julio y septiembre, trimestre en el que se concentra la actividad turística, gran fuerte de la economía, no es una gran noticia.

El menor crecimiento experimentado en el tercer trimestre se debe básicamente a la caída de las exportaciones y de la inversión. La debilidad de otras economías europeas le está pasando factura a España a través de menos compras y menos inversión. 

Como consecuencia, las exportaciones caen un 4,1% intertrimestral en el tercer trimestre, mientras que la inversión retrocede un 0,6%, frente al avance del 1,9% en el trimestre anterior.  Este retroceso fue consecuencia, principalmente, de la caída de la inversión en vivienda en un 2,5%, frente al crecimiento del 3,5% del trimestre anterior.

Hasta el momento, es la demanda interna la que sostiene el aguante del PIB. En el tercer trimestre, de hecho, el gasto en consumo de los hogares se disparó un 1,4%, cinco décimas más que en el trimestre anterior, empujado por una temporada turística excepcional.

Este crecimiento, afirman desde Economía, "se apoya en la pujanza de la demanda nacional", destacando la contribución del consumo privado, que se vio impulsado "por las ganancias de poder adquisitivo y la evolución del empleo".

El problema es que los tipos de interés van pesando cada vez más en el bolsillo de hogares y empresas, y sus efectos van con retraso: el propio BCE ha reconocido que lo peor está todavía por llegar. Y si las exportaciones ya se han frenado, y el consumo se debilita… ¿Qué empujará a la economía española?

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