España, la única gran economía a la que el FMI recorta previsiones en 2023 y 2024

La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño

REUTERS/Susana Vera

  • España será la economía avanzada que más crecerá en 2023 y 2024, pero también es la única de las grandes economías para la que empeoran las previsiones ambos años.
  • El Fondo Monetario Internacional se abre al optimismo gracias a un mejor 2022 de lo esperado, pero avisa de que hay señales de agotamiento en 2023 y del impacto de la política monetaria en 2024.

España será la economía avanzada que más crecerá en 2023 y 2024, pero también es la única de las grandes economías para la que empeoran las previsiones ambos años.

El Fondo Monetario Internacional ha rebajado la previsión de crecimiento para el PIB de España del 1,2% al 1,1% para 2023 y del 2,6% al 2,4% para el año que viene en su última actualización de previsiones, publicada hoy. 

Se trata de 2 recortes de una y 2 décimas respecto a las estimaciones lanzadas en octubre. Con esta rebaja, España se convierte en la única gran economía que sufre un empeoramiento tanto este año como el que viene. También en octubre la economía española fue uno de los países que más sufrieron el recorte de previsiones, junto a Alemania e Italia.

Entre los países del euro, el FMI ha mantenido intactas las previsiones para Francia, y ha revisado al alza las de Alemania e Italia en 2023 y a la baja en 2024. 

El organismo explica que "el pronóstico de bajo crecimiento en 2023 se debe al aumento de las tasas de los bancos centrales para combatir la inflación (en especial en las economías avanzadas) así como a la guerra en Ucrania".

Aun así, parece que hay algo de luz al final del túnel. Si en octubre el informe del FMI transmitía un panorama más bien catastrofista, avisando de que "lo peor está por llegar" en 2023, cuando la economía mundial podría entrar en recesión; ahora parece que disipa algunos nubarrones.

"Pese a estos vientos en contra, el PIB real fue sorprendentemente sólido en el tercer trimestre de 2022 en muchas economías, incluidas Estados Unidos, la zona del euro e importantes economías de mercados emergentes y en desarrollo", señala el informe.

"Los riesgos adversos se han moderado desde la publicación del informe World Economic Outlook de octubre de 2022", aclara el organismo. Por un lado, esta mejora viene motivada por un impulso más fuerte de la demanda y una mayor caída de la inflación.

La buena noticia es que "no se prevé que el PIB mundial ni el PIB mundial per cápita registren un crecimiento negativo, algo que suele ocurrir cuando se produce una recesión mundial". 

"Las causas de estos resultados sorpresivos en muchos casos fueron factores internos: consumo privado e inversión privada más sólidos de lo previsto en un contexto de escasez de la mano de obra y apoyo fiscal superior al previsto", explica el organismo. 

Los hogares gastaron más para colmar la demanda reprimida, recurriendo en parte a sus ahorros conforme las economías iban reabriéndose. Por otro, la inversión empresarial aumentó para atender a esa demanda que aumentaba.

El FMI mejora de hecho sus previsiones para la economía mundial en 2023. Si en octubre proyectaba un crecimiento del 2,7% este año, ahora lo eleva al 2,9%. Para el año que viene, en cambio, recorta en una décima el crecimiento hasta el 3,1%.

El crecimiento de la eurozona se situará este año en un mínimo del 0,7%, pero empezará a repuntar en 2024, cuando subirá un 1,6%. Se trata de una mejora de 4 décimas para 2023, gracias a una mayor resistencia de lo esperado de las economías a la crisis de precios. 

"El crecimiento económico en Europa en 2022 fue más resiliente de lo previsto teniendo en cuenta el importante shock negativo derivado de la guerra en Ucrania", destaca el FMI. Este dinamismo se debe en parte a la política fiscal de los gobiernos en ayudas a hogares y empresas, al abaratamiento de la energía y a un invierno más benigno de lo habitual. 

La inflación pareció tocar techo en el tercer trimestre de 2022 (fue el caso de España). Un tercer trimestre en el que las economías crecieron con más fuerza de lo esperado. 

No obstante, matiza, "el ímpetu de la reapertura parece estar menguando". Los indicadores de alta frecuencia correspondientes al cuarto trimestre apuntan a una contracción en los sectores manufacturero y de servicios. La confianza de los consumidores y la actitud de las empresas han empeorado. 

Para 2023 y 2024 se espera que el crecimiento mundial esté por debajo de la media anual histórica (2000-2019), del 3,8%.

En el caso de la eurozona, el fondo empeora el crecimiento en 2 décimas por los efectos de la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y la erosión de los ingresos reales. "La subida de las tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania continúan lastrando la actividad económica", añade.

Esta ralentización viene motivada en parte por el endurecimiento de la política monetaria, que empieza a surtir efecto. "Hay indicios de que el endurecimiento de la política monetaria está empezando a enfriar la demanda y la inflación, pero la totalidad del impacto probablemente no se materializará antes de 2024".

Además, el informe advierte de que continúa habiendo amenazas para la economía: una evolución sanitaria severa en China podría frenar la recuperación, la guerra de Rusia en Ucrania podría intensificarse y un endurecimiento de las condiciones financieras podría agudizar las tensiones por sobre endeudamiento.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.