Esta es la sencilla fórmula para adelgazar que supera en efectividad al ayuno intermitente

El ayuno intermitente es una tendencia dietética muy popular, pero comer raciones más pequeñas a lo largo del día puede ser mejor para perder peso, según sugiere un pequeño estudio.

Investigadores de la Universidad Johns Hopkins (EEUU) analizaron los datos de 547 adultos que llevaron un registro de lo que comían y cuándo lo hacían durante 6 meses. Evaluaron los diarios alimentarios junto con registros del peso de los participantes unos 5 años antes del estudio y unos 6 meses después de finalizarlo, para ver cómo sus hábitos alimentarios podían haber afectado a los cambios de peso. 

Descubrieron que el ayuno intermitente, es decir, la limitación de las comidas a un breve espacio de tiempo al día, no parecía tener ninguna relación con la pérdida de peso; lo que sí importaba era cuánto comían los participantes en cada comida y con qué frecuencia. 

Según los resultados del estudio, publicado el 18 de enero en la revista Journal of the American Heart Association, las personas que hacían comidas menos frecuentes y más pequeñas, de unas 500 calorías o menos, tenían más probabilidades de perder peso.

Por el contrario, los participantes que comían con más frecuencia y tendían a comidas de 1.000 calorías (o más) aumentaron de peso.

La evidencia previa relativa al ayuno intermitente para la pérdida de peso es mixta. Algunos estudios muestran que puede ayudar a quienes hacen dieta a perder kilos reduciendo las calorías, mientras que otras investigaciones sugieren que no es más eficaz que otros planes de adelgazamiento. 

Los investigadores del estudio más reciente concluyeron que el momento en que se come parece importar menos para perder peso que la cantidad total que se consume.

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Los resultados coinciden con lo que nutricionistas y especialistas en adelgazamiento llevan años diciendo: una dieta que funciona es la que mantiene un déficit calórico general, es decir, la que consume menos calorías de las que quema, a lo largo del tiempo. 

Para algunas personas, esto implica controlar las calorías y el tamaño de las raciones. A otras les puede ir bien comer alimentos ricos en fibra, como verduras de hoja verde y cereales integrales. También se puede recurrir a dietas ricas en grasas y bajas en carbohidratos, como la keto, para controlar el apetito. 

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Según la Mayo Clinic, todas estas formas de comer pueden ayudar a perder peso, por lo que la elección de una u otra dependerá de las preferencias personales y de lo que mejor se adapte al estilo de vida y hábitos de cada uno. 

Sin embargo, la calidad de los alimentos también es importante para la salud en general, así como para librarse de los kilos. Está demostrado que las dietas ricas en alimentos como frutos secos, semillas, verduras y grasas saludables, y bajas en alimentos procesados y azúcares añadidos, pueden ayudar a llevar una vida más larga y saludable.