Así funciona el opaco mercado en el que empleados de startups e inversores intentan hacerse ricos ahora que se ha acabado la fiesta del capital riesgo

Las acciones secundarias están en auge a medida que los empleados de los unicornios compran sus participaciones.
Las acciones secundarias están en auge a medida que los empleados de los unicornios compran sus participaciones.
  • Los empleados de las startups y los inversores iniciales solían enriquecerse con la salida a bolsa o la adquisición de una compañía.
  • Pero el empeoramiento de la economía significa que pocas empresas tecnológicas quieren arriesgarse a salir a bolsa.
  • Estas personas están cobrando sus acciones ahora, aunque sea con descuento.

Hacerse rico es difícil. Ahora que la fiesta del emprendimiento se ha acabado todavía más.

Esa es la dura realidad para los empleados de las startups y los primeros inversores, a medida que disminuyen las salidas a bolsa y se agota la financiación de capital riesgo.

Hay un exceso de startups muy bien valoradas que deberían debutar en bolsa en los próximos 12 a 36 meses. La fintech londinense Revolut, la plataforma de redes sociales Reddit, la firma de mensajería instantánea Discord y la empresa de pagos Stripe están valoradas en más de 10.000 millones de euros cada una, y entre todas han recaudado un total de 12.000 millones de dólares (alrededor de 11.200 millones de euros). En algún momento habrá que devolver ese dinero.

Pero el mercado de las salidas a bolsa ha muerto. Según datos de PwC, los ingresos procedentes de las OPV y las SPAC cayeron más de un 90% en EEUU, hasta 26.000 millones de dólares. El mercado europeo fue igualmente sombrío, con un descenso de casi el 80%, hasta 37.000 millones de dólares.

 

Sin embargo, bajo las aguas aparentemente tranquilas de la superficie hay un remolino de actividad en el opaco mercado secundario, que permite a fundadores, actuales y antiguos empleados, y primeros inversores vender una parte de sus acciones a inversores existentes o nuevos.

"Tendemos a ver que son las startups en etapas posteriores donde los accionistas tienen mayores necesidades de liquidez, y dado que las startups se resisten durante más tiempo a salir a cotizar, se ha convertido en un asunto de retención de empleados", apunta Brianne Lynch, jefe de investigación del marcador del mercado secundario EquityZen.

"Hace 10 años había más inquietud por las transacciones en el mercado secundario, pero como las se mantienen como no cotizadas durante más tiempo, no es realista que los accionistas las retengan tanto tiempo".

Para algunos empleados de startups tecnológicas de alto valor, el retraso de una salida a través de una cotización en bolsa ha significado que están dispuestos a cobrar sus participaciones antes, incluso si es con un gran descuento. Al mismo tiempo,la drástica transformación del panorama económico ha llevado a algunas empresas de capital riesgo más pequeñas a vender sus participaciones en startups prometedoras para ayudar a demostrar la rentabilidad a los LP (Limited partners).

Acciones secundarias con grandes descuentos

Las acciones secundarias carecen de liquidez y son difíciles de valorar porque no suelen tener un gran volumen de compradores y vendedores. Las opciones sobre acciones en manos de empleados e inversores también pueden venir acompañadas de una serie de términos y condiciones que dificultan su liquidación.

Estos activos alternativos suelen venderse con un descuento de entre el 40% y el 50% sobre la valoración que se les asignó cuando la empresa captó fondos por última vez, según datos tanto de EquityZen como de Zanbato, otro mercado secundario, y corredores consultados por Business Insider.

Por ejemplo, las acciones de Revolut, fintech londinense valorada en 28.000 millones de euros, cotizaban a 278 dólares (261 euros) en los mercados secundarios privados en enero, según los datos de negociación compartidos con Business Insider. Eso supuso una caída del 55% respecto a su precio de 627 dólares (584 euros) en la última ronda y aún más bajo que los 609 dólares (573 euros) por acción que permitió a sus empleados durante su última oferta secundaria. 

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Por otra parte, las acciones secundarias de startups como Databricks y Plaid bajaron un 26% y un 23,9%, respectivamente, respecto a sus valoraciones de la última ronda.

Y lo que es más importante, el diferencial entre el precio de compra y el de venta, es decir, la diferencia entre el precio más alto que un comprador está dispuesto a pagar y el más bajo que un vendedor está dispuesto a pagar por sus acciones, ha empezado a reducirse.

Según Akrati Johari, responsable de crecimiento del mercado secundario Zanbato, un mayor volumen de vendedores que bajan su precio combinado con una nueva oleada de compradores ha impulsado la liquidez en un mercado en el que "el descubrimiento de precios sigue siendo uno de los mayores retos".

Entre estos compradores se encuentran grandes actores de los mercados de capital privado, como fondos de capital de crecimiento, gestores de activos de fondos de cobertura y family offices, añade Johari.

Brian McGrath, asesor de inversiones secundarias de Setter Capital, coincide y afirma que su empresa ha observado una amplia variedad de tipos de compradores en el mercado.

"Hace 5 años había compradores secundarios más tradicionales, centrados específicamente en la compra de posiciones preexistentes", señala McGrath. "Ahora, son las family offices, los fondos soberanos, los fondos cruzados y los fondos de cobertura los que entran porque los precios son muy atractivos y es una buena oportunidad para acceder a empresas que no necesariamente están recaudando nuevas rondas de financiación".

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Además, las empresas suelen tener distintos tipos de acciones, desde ordinarias a preferentes, que confieren distintos derechos a su titular. Según Zanbato, los inversores están dispuestos a pagar una prima de hasta el 10% para adquirir participaciones preferentes en las últimas fases de la empresa, en lugar de acciones ordinarias, con lo que se aseguran el reembolso en primer lugar, ya que estructuras como las preferencias de liquidación son cada vez más habituales.

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Las acciones secundarias pueden atraer talento

La caída de las OPV ha provocado un aumento del número de empleados de empresas que buscan vender sus posiciones de forma proactiva y un gran número de empresas de corretaje que se ponen en contacto con el personal de startups para ofrecerles comprar opciones.

Es importante señalar que las ventas secundarias deben ser autorizadas por la empresa en cuestión, lo que puede causar problemas a algunos empleados. Para otros, se está convirtiendo en un punto para demostrar el atractivo de una startup a los empleados actuales y potenciales.

Mathias Pastor, cofundador de Semper, una startup que ayuda a los empleados a vender sus opciones, explica a Business Insider que "las empresas que no están muy sobrevaloradas están organizando secundarias para destacar en el mercado de talentos"

"Los inversores defienden valoraciones que perjudican a los empleados —y a las empresas a largo plazo—, pero que les ayudan a captar nuevos fondos. En Europa, pueden salirse con la suya porque los empleados rara vez tienen conocimientos financieros cuando se trata de acciones. Estas historias no harán sino aumentar el escepticismo en torno al valor de la renta variable en Europa".

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