El nuevo recorte de plantilla de Mark Zuckerberg podría minar por completo la poca moral que les queda a los trabajadores de Meta

Es la actualización de Meta que nadie quería. 

El hecho de que Mark Zuckerberg, CEO de Meta (matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp), haya confirmado una nueva ronda de despidos que afectará a 10.000 puestos de trabajo —con la cual prevé recortar un importante porcentaje de la plantilla— ha provocado que sus trabajadores sufran una inquietante sensación de déjà vu.

También es posiblemente un movimiento arriesgado para la empresa. 

Hace solo cuatro meses, Meta llevó a cabo un recorte de plantilla que dejó sin trabajo al 13% de sus empleados. La matriz de Facebook anunció en noviembre que tenía intención de despedir a cerca de 11.000 personas en las próximas semanas. Ahora se van a producir más recortes. 

Business Insider ya había adelantado que la empresa estaba barajando la posibilidad de recortar un porcentaje de en torno a un 10% de la plantilla, unas 7.500 personas que podrían ser despedidas tan pronto como esta misma semana. El mes pasado Zuckerberg aseguró que 2023 iba a ser el "año de la eficiencia" en su compañía. 

Meta no sería la única firma tecnológica que anuncia varias rondas de despidos en un corto periodo de tiempo. Twitter ha sufrido tantos recortes en las últimas semanas que su plantilla actual representa aproximadamente un cuarto de lo que era cuando Elon Musk compró la empresa en octubre de 2022 y comenzó a realizar despidos masivos.

Los CEO suelen ver los recortes de plantilla como una solución rápida a los problemas de su compañía, pero estos despidos pueden producir daños irreparables en la cultura de las organizaciones, como una menor productividad, un menor compromiso por parte de los trabajadores, o una disminución de la innovación. 

Varios expertos en gestión empresarial explican a Business Insider que los despidos masivos no hacen sino agravar estas consecuencias.

El retorno de los despidos: ¿Por qué calcularon mal los directivos?

Aunque la motivación de una empresa al realizar varios recortes de plantilla consecutivos suele ser el deseo de mostrar responsabilidad fiscal ante sus inversores, esta estrategia puede resultar contraproducente. En su lugar, más bien parece demostrar incompetencia por parte de la dirección, afirma Dana Sumpter, antigua responsable de RR. HH. y profesora de la Escuela Pepperdine Graziadio. 

"Las compañías se dan prisa para impresionar a sus accionistas y consejos de administración y para demostrar que son conscientes de los costes", indica Sumpter. "Aunque los inversores reaccionen de forma positiva al anuncio de recortes, si la empresa lo hace varias veces puede surgir la duda: '¿Tienen las cosas claras?'".

Paycor, una firma de software corporativo, señala que los salarios y las prestaciones de los empleados suelen ser uno de los mayores gastos, ya que representan hasta el 70% de los costes empresariales. En un momento en el que se elevan los tipos de interés, sube la inflación y existe cierta incertidumbre económica, los recortes tienen cierto sentido desde un punto de vista financiero.

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El problema es que cuando las organizaciones se deshacen de sus trabajadores para recortar costes y ser eficientes a corto plazo, tienden a olvidarse de las consecuencias negativas a largo plazo, expresa Sumpter. Esto podría ser especialmente relevante hoy en día, añade la profesora, cuando varias compañías de prestigio han anunciado despidos masivos y otras se están subiendo al carro. 

"Quieren aparecer en los titulares. Quieren demostrar que son solventes desde un punto de vista fiscal y que, al igual que sus competidores, están tomando decisiones difíciles y están recortando gastos", valora esta experta.

Anunciar una ronda de despidos por segunda vez en poco tiempo probablemente obedezca a esta misma lógica, apunta Sumpter a Business Insider, pero es probable que como estrategia empresarial tenga el efecto contrario y deje a los inversores perplejos ante la mala gestión de los líderes. "Se van a preguntar hasta qué punto son eficientes y si de verdad saben lo que hacen", concluye Sumpter.

Un recorte de plantilla merma la moral; un segundo recorte puede ser devastador

No suele ser habitual que una compañía lleve a cabo varias rondas de despidos en poco tiempo. Según datos de Crunchbase, en 2022 alrededor del 9% de las 433 firmas tecnológicas que fueron analizadas por la consultora aplicaron recortes de plantilla en más de una ocasión. 

Esto puede deberse a que, por norma general, se considera una mala práctica por parte de los directivos ejecutar varias rondas de despidos, asegura Kerry Sulkowicz, director ejecutivo de Boswell Group, una asesoría de CEO y consejos de administración en cuestiones de personal y cultura corporativa. "Los despidos a cuentagotas crean inestabilidad", señala a Business Insider.

"Cuando un CEO hace esto, es importante comunicar que se trata de una decisión difícil y, en la medida de lo posible, hacerlo de golpe", expresa Sulkowicz. Un único recorte de plantilla puede hacer mella en la moral de los empleados, pero una segunda ronda puede ser devastadora. Los trabajadores que sobreviven lloran la pérdida de sus compañeros y se sienten culpables por no haber sido despedidos.

También suelen sentirse inseguros con respecto a su estabilidad laboral. En lugar de centrarse en el trabajo que tienen entre manos, tienden a permanecer alerta, lo que no es bueno ni para su productividad ni para su salud mental, afirma Sulkowicz. "Se preguntan constantemente: '¿Se avecina otra ronda? ¿Seré yo el siguiente?".