De vivir 'casi en la miseria' para emprender en Australia a fundar un proyecto que factura 40 millones de euros

Pablo Gil, CEO y cofundador de PropHero.
Pablo Gil, CEO y cofundador de PropHero.
  • La pandemia y la distancia provocaron la salida de Pablo Gil como CEO de GrowPro, y aunque mantiene su posición como uno de los principales accionistas, ahora se sumerge ahora en un nuevo proyecto: PropHero.
  • La proptech ha logrado cerrar el año 2023 con 10 millones de euros y Gil destaca que su principal objetivo es alcanzar la rentabilidad. 

Originario de Valencia y el cuarto de cinco hermanos, Pablo Gil ha vivido una historia de idas y venidas, pero en su caso, a las antípodas; un país que transformó radicalmente su forma de ver la vida.

Confiesa no recordar cuál fue su primer emprendimiento porque “esa mentalidad la he tenido siempre, dando clases de física o yendo a las puertas de discotecas y conciertos a vender cervezas". 

“Siempre estaba pensando cómo podía conseguir dinero. Mis padres me lo han dado todo, pero con cinco hermanos en casa, era un ejercicio de supervivencia, para aprender a sacarte las castañas del fuego”, reflexiona. 

Como ingeniero de formación, sostiene que lo crucial al emprender no son los conocimientos sino las habilidades. “Lo que realmente cuenta es la actitud y la perseverancia. Si te caes, te levantas y sigues adelante, así una y otra vez".

No obstante, afirma deberle mucho a su carrera: la capacidad adquirida de organizar su mente para solucionar problemas y, sobre todo, la oportunidad de viajar a Australia. "La educación en España no es muy práctica, por eso decidí hacer un intercambio e irme a la otra punta del mundo. Siempre he tenido inquietud por viajar”.

Esta experiencia marcó un antes y un después en su vida. Pasó dos meses como mochilero, recorriendo Australia, Nueva Zelanda y visitando Bali. 

"Fue una experiencia maravillosa que me permitió conocer a personas que llevaban años viajando. Eso me hizo cuestionarme la secuencia habitual en España: estudiar, el instituto, la universidad y luego ponerte a trabajar. Acabé preguntándome: ¿Cuándo disfruto de la vida?”. Esta fue la semilla que acabaría germinando como su primer gran emprendimiento, GrowPro.

En 2009 regresó a España para completar su proyecto final de carrera. “Si no me quedaba sin título", comenta entre risas. Así permaneció en territorio nacional durante tres años, trabajando por cuenta ajena: “Siempre he sabido que eso no era para mí, yo lo que quería era emprender”. 

En ese momento comenzó a dar forma a la idea de iniciar un proyecto junto a su mejor amigo —casi un miembro más de su familia— Goiko Llobet, su actual socio y el padrino de una de sus hijas.

Cuenta que ambos dedicaban entre 50 y 60 horas semanales a sus empleos en consultoras y reservaban los fines de semana para el business plan de su emprendimiento. Aún sin saber muy bien cuál iba a ser, confiesa.

En 2012, de manera inesperada, Goiko renunció a su trabajo y se mudó a Australia, donde decidió que quería emprender ese nuevo proyecto. Pablo era consciente de que representaba una buena oportunidad y dedicándole poco tiempo para la reflexión, impulsado por la convicción de que la duda podría disuadirlo, lo siguió, dejó su trabajo y se lanzó a la aventura.

El 27 de enero de 2013, aterrizó en Australia, listo para emprender.

Partir de cero en un país nuevo

Dejando atrás las comodidades de un empleo estable y con buen sueldo, ambos empiezan de cero en Australia sin ninguna garantía. Trabajaban como camareros durante los fines de semana, mientras dedican los laborables al proyecto.

Gil recuerda que vivían en bucle. “El viernes marcaba el fin de nuestra jornada emprendedora, que consistía básicamente en intentar, pensar y planear. Desde el viernes por la tarde hasta el domingo, nos sumergíamos en jornadas de trabajo de 12 horas sin descanso para ganar dinero”. 

Así estuvieron unos 20 meses, Gil explica que con mucha incertidumbre, sin ver el futuro claro y "prácticamente viviendo en la miseria con lo justo para comer y seguir trabajando”.

Durante ese gran nubarrón, a su socio le ofrecieron un puesto como consultor de desarrollo de Business Intelligence muy bien remunerado. 

“Es la zanahoria que te ponen para que no puedas dejarla pasar. La situación no ayudaba. Esperaba que Goiko me dijera: 'Lo dejo, me vuelvo a la comodidad y a la seguridad de un empleo convencional', pero no fue así”.

En el peor momento Goiko eligió seguir persiguiendo sus sueños y declinó la oferta: "Le estaré eternamente agradecido por esa decisión. A veces pienso en la suerte de que la oferta no me la hubieran hecho a mí, pues no habría querido enfrentarme a esa tentación en aquel momento. Ahí me di cuenta de que ser emprendedor es algo que se lleva en la sangre". 

Así GrowPro fue tomando forma. "La falta de empleo en España a raíz de la crisis empujó a muchas personas a considerar la búsqueda de oportunidades en el extranjero, y ahí es donde entramos nosotros. Fue una cuestión de timing que podría considerarse suerte, pero creo que la suerte hay que salir a buscarla".

Inicialmente, el negocio se centró en facilitar los viajes y las llegadas de españoles a Australia, pero con el tiempo se internacionalizó significativamente, encontrando en España el lugar ideal para su sede debido a ventajas logísticas. "Estar en el centro del mundo nos favorecía", explica Gil. 

Esta estrategia resultó exitosa, expandiéndose a 20 ciudades y vendiendo más de 15,000 experiencias. En 2023, la empresa alcanzó su máximo histórico de facturación, con 40 millones de euros, y este 2024 prevén cerrar el ejercicio en 60 millones

"No remábamos en la misma dirección y  decidimos separarnos"

A raíz de la pandemia, Pablo Gil acabó saliendo de la directiva de GrowPro. Según explica a este medio, sus decisiones estuvieron influenciadas por el COVID-19 y la distancia geográfica. 

En 2020, con el cierre de fronteras y las restricciones en España, Gil optó por regresar a Australia. "En mi familia todos teníamos la nacionalidad, allí la vida seguía con normalidad, mi esposa acababa de dar a luz y ella tenía su empleo allí. Creíamos que la situación duraría poco, así que decidimos viajar y pasar allí la pandemia".

Las cuarentenas se alargaron y las reuniones con su socio se hicieron esporádicas, cada vez que se veían notaban que sus visiones no estaban alineadas: "No remábamos en la misma dirección y finalmente decidimos separarnos".

Gil admite que había diferencias en la forma en que veían el futuro de la empresa, además, no podía seguir siendo el CEO mientras estaba tan alejado del centro neurálgico de la empresa, que era España. Finalmente la decisión fue apartarse del rol operativo, dejando a Goiko al mando. 

A pesar de ello, Gil continúa involucrado como uno de los accionistas mayoritarios junto a su cofundador. 

"Al dejar GrowPro, no tenía en mente emprender nuevamente. Me veía tomando un año sabático, explorando, pero sin comprometerme con nada". Sin embargo, y aquí va un spoiler, eso no ocurrió. 

A los pocos meses, dice que sin pretenderlo, Pablo se encontró valorando varios proyectos que le fascinaban. Tras mucha reflexión decidió involucrarse en PropHero con un nuevo socio, Mickael Roger.

Democratizar el inmueble como producto financiero

Fundada en 2021, PropHero especializada en el análisis de datos del mercado inmobiliario para elevar la rentabilidad (y el patrimonio) de los inversores. "Nuestro objetivo es facilitar a los clientes la generación de ingresos pasivos mediante inversiones inmobiliarias. Nos ocupamos de todo el proceso: desde la adquisición, seleccionando cuidadosamente las ubicaciones y los inmuebles que ofrecerán la mejor rentabilidad, hasta el manejo de la burocracia y la gestión. Transformamos un inmueble en un producto financiero", explica. 

"Nos especializamos en identificar ubicaciones que no solo aseguran una rentabilidad suficiente para cubrir los costes de alquiler, sino que también prometen un ingreso pasivo adicional. La tendencia actual se inclina hacia la compra de inmuebles, no como residencia o para obtener ingresos por alquiler tradicionales, sino como una fuente de ingresos alternativa".

La firma promete a sus clientes una rentabilidad neta del 7% en España, con aspiraciones de trascender el ámbito nacional para convertirse en una empresa de alcance global. "¿Por qué limitarse a invertir todos tus recursos en un solo mercado? Adoptamos una filosofía similar a la de los fondos indexados: a mayor diversificación, menor es el riesgo".

PropHero ya opera en cuatro países: Australia, España, Indonesia e Irlanda, donde quiere seguir consolidándose para después seguir expandiendo su presencia. Esto permitirá a los inversores adquirir propiedades directamente desde su dispositivo móvil, eliminando barreras significativas en el mundo de la inversión inmobiliaria.

Una ronda de financiación a la vista sin renunciar al objetivo de alcanzar la rentabilidad

Sobre emprender en España y las diferencias que ha encontrado con el resto del mundo, Gil destaca que un emprendedor no debe esperar que el estado le proteja, simplemente ha de conformarse con que no le maltrate. “Depende de cada situación, pero no quiero que me financie ni que me subvencione. Pónmelo fácil, mercados con reglas sencillas para que pueda llevar a cabo un proyecto”.

Aunque PropHero sigue teniendo la sede fiscal en Australia, cuenta con oficinas en Madrid, donde se encuentra gran parte de su plantilla. Actualmente, la proptech ha logrado captar un Total Addressable Market (TAM) de 3.200 millones de euros, solo contando Australia y España, con una media de tres propiedades adquiridas por cliente.

En términos de facturación, Gil revela que PropHero cerró el año 2023 con 10 millones de euros, y para el presente, proyecta incrementar con creces esa cifra, apuntando a los 24 o 25 millones. No obstante, destaca que su principal objetivo es conseguir rentabilidad y tener un ebitda positivo. “Estamos en ello, enero fue un mes más complicado, pero en el Q2 vamos con bastante certeza”.

La compañía se prepara para una ambiciosa ronda de financiación en 2024, aunque señala que su realización dependerá de las condiciones del mercado. Hasta la fecha, han conseguido levantar 6,4 millones de euros, y Gil considera que cerrar otra ronda sería crucial para continuar con la expansión. 

Sin embargo, recalca la importancia de priorizar la rentabilidad sobre el crecimiento: "Estamos más enfocados en ser rentables y generar valor. Aunque tengo ambiciones de crecimiento, no todo vale".

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