Tesla está atascada en el fango

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Elon Musk en un taxi Tesla animado girando sus ruedas en el barro con fondo azul.

Steve Granitz/FilmMagic; Scott Olson/Getty Images; Adobe Stock; Chelsea Jia Feng/BI

  • Tesla está teniendo un comienzo de año difícil. 
  • El fabricante de vehículos eléctricos registró unas entregas decepcionantes en el primer trimestre, antes de anunciar despidos masivos.
  • Con la caída de la demanda en Estados Unidos y el aumento de la competencia en China, Tesla se encuentra en una situación difícil.

Tesla está en plena fase de reducción de costes.

Tras publicar este mes un desastroso informe de ventas del primer trimestre, su CEO, Elon Musk, anunció que la empresa presentaría su esperado robotaxi en agosto

Pero ese anuncio se vio rápidamente eclipsado por despidos generalizados, algo que Musk ha atribuido a una reorganización y racionalización "para la siguiente fase de crecimiento". 

En total, Tesla ha comunicado que recortará más del 10% de su plantilla a nivel global, lo que supone más de 14.000 personas. Además, la empresa de coches eléctricos va a perder a algunos altos ejecutivos muy importantes dentro de su organigrama: Drew Baglino y Rogan Patel anunciaron esta semana que van a dejar la empresa. Baglino era vicepresidente senior de ingeniería de tren motriz y energía y Patel vicepresidente de políticas públicas y desarrollo empresarial.

No está claro qué planea exactamente presentar Tesla en agosto como nuevo producto autónomo y generador de ingresos. Hasta entonces, los inversores exigen algo más que un refrito del sueño del robotaxi.

Las cosas no dejan de empeorar para Tesla

No es la primera vez que Musk promete un robotaxi

Musk declaró en 2019 que esperaba que Tesla tuviera un millón de coches en la carretera en el próximo año que pudieran funcionar como robotaxis.

"Creemos que tendremos el taxi autónomo más rentable del mercado", afirmó en una presentación de resultados en abril de ese año.

En otra intervención por aquel entonces, aseguró que la conducción autónoma total podría impulsar a Tesla a una valoración de 500.000 millones de dólares y hacer que los Tesla valieran hasta 250.000 dólares, según informó entonces la CNBC. También señaló que los robotaxis de Tesla podrían realizar 100 horas de trabajo a la semana para sus propietarios.

Desde entonces, el software de autoconducción total de Tesla (que sigue siendo de nivel 2, a pesar de que los fabricantes de automóviles de la competencia han alcanzado el nivel 3 y superiores) se ha extendido a más vehículos y Tesla ha seguido vendiendo más que sus competidores. De hecho, su capitalización bursátil alcanzó los 500.000 millones de dólares, como vaticinó el propio Musk. Y, por fin, ha conseguido obtener beneficios. 

Sin embargo, el robotaxi nunca llegó a materializarse, aunque Musk siguiera pregonando el sistema Full Self Driving como eje del crecimiento de Tesla.

Los eléctricos baratos han echado por tierra los planes de Musk

Tesla inició una guerra de precios sin cuartel en 2023, rebajando los precios hasta 20.000 dólares y situando su modelo más vendido por debajo del precio medio de cualquier coche nuevo (unos 47.000 dólares en marzo de 2024) en un esfuerzo por impulsar las ventas y mantenerse por delante de la competencia.

Después de más de un año, Tesla ha mantenido, en su mayor parte, su ventaja de precios gracias a unos márgenes líderes en el sector, mientras otros fabricantes de automóviles se replantean sus planes de coches eléctricos.

Pero Tesla podría no seguir siendo el líder de precios para siempre. Según Reuters, Tesla ha puesto fin a otro de los proyectos favoritos de Musk: un vehículo eléctrico realmente asequible. El coche, a veces llamado Model 2, iba a costar 25.000 dólares, unos 14.000 dólares menos que la berlina más barata de Tesla.

Musk negó las afirmaciones del reportaje, que citaba documentos internos y a varias personas con conocimiento del asunto, lo que ha provocado que los analistas se pregunten cuáles serán exactamente los próximos pasos de Tesla. 

Tras años de crecimiento a gran velocidad, no es impensable que Tesla reduzca su plantilla, sobre todo después de construir una fábrica nueva para producir un producto totalmente nuevo (y aún no rentable), pero podría indicar problemas de demanda.

"Los despidos masivos anunciados, que equivalen a una reducción de la capacidad de producción, no deberían dejar lugar a dudas de que el descenso de las entregas se debe a una menor demanda y no a la oferta", afirma Ryan Brinkman, analista de JPMorgan, cuando las acciones cayeron a sus niveles más bajos en más de un año.

 

Los datos de Kelley Blue Book también apuntan a un debilitamiento de la demanda, mostrando que la cuota de Tesla en el mercado estadounidense de vehículos eléctricos ha caído del 62% en 2023 al 51% este año.

Además, Tesla se enfrenta a una competencia cada vez mayor en China, donde ahora está codo con codo con nuevas empresas de vehículos eléctricos como BYD, que exporta sus coches más baratos a Europa, Asia y México, lo que aumenta aún más la presión.

Musk se enfrentará a preguntas sobre el Model 2 cuando en la presentación de resultados de la compañía del próximo 23 de abril. Los analistas también querrán saber cómo los robotaxi pueden llegar a generar beneficios. 

"Los inversores se están esforzando por ver cómo puede la empresa utilizar su infraestructura y su red para lograr un camino hacia la monetización", resumía Adam Jonas, un veterano inversor que suele apostar por Tesla, en una nota dirigida a sus clientes el pasado 11 de abril.

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