Cómo dormir bien cuando hace mucho calor: el truco barato y genial que debes probar
- ¿Las altas temperaturas te hacen dar vueltas en la cama, sudar a raudales e impiden que descanses correctamente?
- Dejar de dormir mal por el calor es tan fácil como recurrir a una bolsa de hielo. Conoce cómo usar este eficaz truco para combatir las noches de verano más tórridas.
La temperatura ideal para tener un descanso óptimo oscila entre los 19ºC y los 21ºC. Sin embargo, bajo una ola de calor el fácil que el mercurio rebase estos grados durante la noche. Tu habitación se ha convertido en una especie de sauna sofocante donde resulta imposible conciliar el sueño.
Mientras duermes la temperatura de tu cuerpo varía, pero cuando el clima es extremo a tu organismo le cuesta adaptarse. Durante la fase del sueño profundo la temperatura del cuerpo cae varios grados. Si hace mucho calor, una forma que tiene el organismo de adaptarse es recurriendo al sudor, algo que no facilita el descanso.
Además las altas temperatura contribuyen a un sueño más superficial. Lo que se traduce en más cansancio por la mañana, menor concentración y otros problemas de salud.
La solución más efectiva y lógica es refrigerar el dormitorio. Sin embargo, dormir con el aire acondicionado puesto no siempre es lo más aconsejable. Además de disparar tu factura y ser poco ecológico esta opción contribuye a deshidratarte, provocar resfriados y problemas de asma.
El truco para acabar con el insomnio por el calor
Hay muchas cosas que puedes probar para dormir bien con calor, sin tener que recurrir al aire acondicionado.
Entre ellas hay un ardid barato y genial que puedes probar sin complicarte demasiado. Algo tan sencillo como refrescar tu cuerpo impedirá que las altas temperaturas impacten en tu descanso. Darte una ducha fría es una opción, pero el efecto se va rápido.
"Recurrí a un truco genial con bolsas de hielo que cuestan alrededor de una libra cada una", asegura David Bentley en un artículo de opinión para Birmingham Live. Como explica el periodista, todo lo que tienes que hacer es sacar una bolsa de hielo por la noche y meterla en una funda de almohada, "luego ponla en la cama donde tus pies puedan tocarla".
Describió la sensación de sus pies al pasar por la bolsa de hielo como "pura felicidad". "El efecto pareció durar una eternidad y sin duda me ayudó a dormir".
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