Los 7 rasgos para detectar a un compañero de trabajo tóxico: drama, egoísmo o manipulación

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Compañeros de trabajo.

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  • La vuelta a la rutina después de vacaciones puede ser especialmente dura si el ambiente de trabajo no acompaña.
  • Aquí puedes ver los rasgos que te pueden ayudar a detectar si la cuesta de enero se te está haciendo todavía más difícil porque tienes que lidiar con un compañero de trabajo tóxico.

La vuelta a la rutina en enero siempre es dura, pero este 2023 parece que está siendo especialmente complicada. 

La situación económica con la que ha empezado este año no está colaborando en absoluto. Cosas tan básicas como navegar por internet, ver una película o una serie, desplazarte en coche o encender la luz podrían salirte mucho más caras en 2023

El estado del mercado laboral tampoco ayuda. Aunque el empleo en España cerró 2022 con un récord histórico de afiliación, sectores tan potentes como el tecnológico y compañías tan potentes como Amazon, Meta (matriz de Facebook) o Goldman Sachs están llevando a cabo recortes de plantilla que afectan a decenas de miles de personas.

En definitiva (y aunque no todo va a ser malo), la cuesta de enero puede resultarte este año mucho más dura que en años anteriores. Si a eso le sumas el hecho de estar teniendo que aguantar a un compañero de trabajo tóxico, es probable que te plantees volver a irte de vacaciones cuanto antes

 

Sin embargo, detectar a un compañero de trabajo tóxico no siempre es fácil. En ocasiones es mucho más fácil darse cuenta de que es tu jefe quien te trata mal y tiene comportamientos dañinos, o es la empresa la que fomenta que se den ese tipo de actitudes, generando un ambiente de trabajo poco amigable. Incluso puedes llegar a ver determinadas señales, pero no tenerlo claro del todo. 

Aquí puedes ver 7 rasgos inequívocos para detectar a un compañero de trabajo tóxico, según la opinión de varios expertos en cultura corporativa y ambientes laborales saludables. 

Solo le cae bien al jefe

Una mujer y un hombre en una entrevista de trabajo.

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La profesora de Psicología en la Universidad de Nueva York y autora de Jerks at Work: Toxic Co-Workers and What to Do About Them (Idiotas en el trabajo: compañeros tóxicos y qué hacer con ellos), Tessa West, asegura en un artículo de Inc sobre este tema que "es alguien que está dispuesto a hacer cualquier cosa para salir adelante".

"Suelen tener mucho talento, por lo que suelen gustar mucho al jefe, pero son maquiavélicos y te pisarán los talones o te sabotearán para llegar donde quieran", indica la autora, que recomienda no confrontar a este tipo de compañeros, que lo único que buscan es ascender a toda costa. Además, West apunta que "son muy astutos a la hora de cubrir sus huellas".

La profesora universitaria de Psicología aconseja que, en caso de entrar en conflicto con estas personas, se busque a un tercer trabajador imparcial que conozca a esta persona para que pueda juzgar sin estar implicado en la situación. 

Siempre está montado dramas o causando distracciones

Una mujer en una entrevista de trabajo.

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La coautora de The Loyalist Team: How Trust, Candor, and Authenticity Create Great Organizations (El equipo leal: cómo la confianza, la franqueza y la autenticidad generan grandes organizaciones), Abby Curnow-Chavez, explica en Harvard Business Review que el desempeño de los equipo de trabajo se ve condicionado hasta en un 70% por la calidad de las relaciones entre los miembros del mismo.

Cultura laboral tóxica.

De ese modo, aquellos compañeros que siempre están provocando dramas o distracciones en el entorno profesional deterioran esas relaciones y, por lo tanto, menoscaban el desempeño de sus equipos. Su actitud, según la autora, "absorbe la energía positiva y la capacidad creativa de la habitación" en la que se encuentran.

"Los miembros del equipo pierden un tiempo precioso guardándose las espaldas, en lugar de innovar abiertamente, asumir riesgos y hablar con franqueza de lo que piensan", señala Curnow-Chavez. 

Cotillea, difunde rumores y no respeta la vida privada de los demás

Share a meal outside the office with your coworkers.
Share a meal outside the office with your coworkers.Daniel M Ernst/Shutterstock

Una publicación de la firma de recursos humanos Randstad establece como uno de los peores compañeros de trabajo tóxicos aquel que cotillea, difunde rumores o no respeta la vida privada de los demás. Estas personas, que en ocasiones se postulan como fuente de información no oficial de toda la oficina, tienden a señalar los malos comportamientos de los demás, pero nunca los propios. 

"Entablar una conversación con este compañero puede ser arriesgado", sugiere la publicación de la consultora, porque "aunque solo compartas con ellos una pizca de información sobre tu vida privada, los detalles aparentemente insignificantes pueden convertirse en algo radicalmente distinto y propagarse como la pólvora antes de que te des cuenta". 

Lo recomendable al dar con este tipo de compañeros es intentar controlar el mensaje cuando se esté charlando con ellos: solo hablar de temas profesionales y guardarse opiniones personales de cualquier tipo. 

Le cae bien a todo el mundo, pero trabaja más bien poco

conversación, reunión, evento de trabajo

West, la profesora de Psicología en la Universidad de Nueva York, sostiene que este tipo de compañeros suelen darse especialmente en aquellos equipos que funcionan bien y que trabajan bien juntos, lo que conlleva que el jefe les dé libertad para que organicen el trabajo por su cuenta

En ese contexto aparece alguien muy simpático al que los otros miembros del equipo cubren porque disfrutan teniéndole cerca. De ese modo, esta persona puede no hacer nada porque no quiere trabajar o porque carece de las habilidades y la experiencia necesarias para completar las tareas que le han sido asignadas, pero sus compañeros le cubren siempre la espalda.

"Cada vez que se forma un nuevo equipo, por mucho que los miembros se caigan bien y confíen los unos en los otros, hay que hacer un seguimiento del trabajo que todos acuerdan al principio de un proyecto, y del trabajo que están haciendo semana a semana o día a día", aconseja la autora a los responsables que deban vigilar estas circunstancias. 

Se preocupa solo de sus objetivos y no de los del equipo o la empresa

Teletrabajo desde casa

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La competitividad y la exigencia en el entorno laboral son buenas en su justa medida. Sin embargo, los compañeros de trabajo deben remar siempre en la dirección en la que marca la organización. De lo contrario, se generarán malos hábitos en el lugar de trabajo como la erosión de la cultura de equipo o la socavación de los valores del líder. 

Jefe delegando

La coautora de The Loyalist Team, Curnow-Chavez, expresa que los compañeros que priorizan sus propios objetivos son destructivos porque "debilitan la imagen de marca del equipo": "Su mal comportamiento representa mal a su equipo de trabajo y produce una impresión negativa entre el resto de compañeros que no forman parte de él".

No respeta tus límites ni los de los demás

Un hombre y una mujer en la fotocopiadora de la oficina.

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El artículo de Randstad explica que la mejor forma de detectar a estos compañeros de trabajo es identificar a aquellos que no aceptan un "no" por respuesta. Quizá sea uno de los rasgos más problemáticos, ya que no solo te puede afectar en lo profesional, sino que puede saltar al terreno de lo personal. 

Se trata de compañeros que insistirán en exceso para que te sientes junto a ellos, les cuentes qué tal te ha ido el día o incluso te tomes un café con ellos. 

La publicación de la consultora recomienda que "si has dejado constancia repetidamente de tu desinterés o desagrado por estos comportamientos" y estos continúan (e incluso empeoran), "la mejor solución para hacer frente a una persona irrespetuosa es denunciarla".

Le roba el crédito de su trabajo a los demás

3 personas trabajan en una instalación de placas solares para autoconsumo.

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"Hay estudios interesantes que demuestran que, en los equipos, el 80% de las personas creen que se merecen todo el mérito del trabajo. Eso es imposible", afirma West, autora de Jerks at Work. Para hacer frente a este tipo de compañeros, la experta sugiere diseñar un método en el que se registre "quién dijo qué, quién sugirió qué y quién hizo qué".

Además, asegura la autora, las mujeres tienden a verse desproporcionadamente afectadas por el robo del crédito de su trabajo. "La mejor forma de contrarrestarlo es establecer normas antes de entrar en una reunión sobre cómo hacerse eco de las aportaciones de los demás", apunta la profesora de Psicología. 

"Los jefes, por ejemplo, nunca deben hablar primero", aconseja West. "Suelen ser los últimos en hablar y, cuando oyen a alguien compartir una perspectiva, pueden hacerse eco y decir: 'Gracias, Sharon, por compartir eso'. Y luego, si llega Bob y reafirma la idea y la gente empieza a darle crédito, el jefe puede recordárselo a la gente y volver a atribuir la idea a la persona a la que pertenece".

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