Adiós a la era de los 'moonshots' en las 'big tech': Amazon, Google, Facebook, y Microsoft reculan tras fracasar en algunos de sus proyectos más ambiciosos

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Big Tech

Amazon; Google; Meta; Microsoft; Rachel Mendelson/Insider

  • Amazon, Google, Microsoft y Facebook han rebajado sus ambiciosos proyectos "moonshot", las ideas disruptivas que suelen tener un punto de locura.
  • Muchos se han cancelado o han recortado personal, ya que las compañías están cambiando su estrategia para generar más ingresos.

Durante una inusual charla interna en marzo, Babak Parviz, vicepresidente de Amazon, elogió al consejero delegado, Andy Jassy, como su mentor por hacer que su equipo pensara más en la viabilidad financiera de sus proyectos.

Parviz lideró Grand Challenge, el laboratorio interno por excelencia de Amazon, creado en 2014. Antes de Amazon, Parviz dirigió un equipo similar en Google llamado Google X.

"El pobre Andy ha intentado convertirme en un mejor empresario. No estoy seguro de hasta qué punto lo ha conseguido, pero se ha esforzado por transformar a este ingeniero en alguien que también puede pensar en cuestiones empresariales de una manera más profunda", dijo Parviz en el evento, a cuya grabación ha tenido acceso Business Insider.

6 meses después, Parviz dejó su puesto

Aunque no está claro por qué Parviz decidió irse, es cierto que Amazon quería reducir los costes de Grand Challenge e incluso cerrarlo, según 2 personas familiarizadas con el asunto.  En líneas generales, Amazon está reduciendo sus esfuerzos de expansión, ya que se enfrenta a una desaceleración en su crecimiento. Un portavoz de Amazon ha declinado hacer comentarios al respecto.

Pero el caso de Amazon no es único. Las grandes tecnológicas de Estados Unidos —conocidas como las big tech— están dando marcha atrás en sus moonshots —las ideas disruptivas que suelen tener un punto de locura— o directamente están mandando esos proyectos al cementerio en medio de in clima de incertidumbre por la situación económica

En las últimas semanas, Microsoft ha recortado recursos de su división de moonshots, Facebook ha reducido su departamento de productos experimentales y Google ha recortado todos los proyectos que no estén enfocados con la misión global de su CEO de desarrollar la inteligencia artificial.

Babak Parviz, antiguo vicepresidente de Amazon Grand Challenge.
Babak Parviz, antiguo vicepresidente de Amazon Grand Challenge.

Gustavo Caballero/Getty Images for New York Times International Luxury Conference

Dentro de la empresa, los dirigentes culpan a la incertidumbre del mercado, pero los expertos  también señalan una nueva era tecnológica. Los fundadores parecen estar pasando de asumir riesgos a comportarse con un pragmatismo que complace a Wall Street.

"La estrategia de desarrollar proyectos ambiciosos y caros ha sido abandonada en favor del cortoplacismo, que busca resultados inmediatos. Han dejado de apostar por las inversiones a largo plazo", afirma un empleado de Microsoft a Business Insider.

Los moonshots van a menos

Cuando los cofundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, pusieron en marcha Google X en 2010, había poca estructura, pocas reglas y un objetivo claro: trabajar en ideas radicales que cambiaran el mundo. Era un espacio para que los ingenieros cocinaran nuevas ideas, desde coches sin conductor hasta ascensores espaciales. Waymo, la unidad de coches autónomos de Alphabet, fue originalmente un proyecto X, al igual que su unidad de drones, Wing. Page y Brin defendían este tipo de proyectos, ayudándoles a conseguir financiación y personal.

"Si había un proyecto que les gustaba, lo protegían", comenta un antiguo empleado de X.

Larry Page y Sergey Brin en una sala de servidores de las oficinas de Google en Mountain View, California, en 2003.
Larry Page y Sergey Brin en una sala de servidores de las oficinas de Google en Mountain View, California, en 2003.

Kim Kulish/Corbis via Getty Images

La idea tuvo éxito. Otros gigantes tecnológicos crearon sus propios equipos para llevar a cabo proyectos moonshot. Parviz, que creó las Google Glass, dejó Google X en 2014 para iniciar el Grand Challenge de Amazon. Dos años después, Facebook presentó su respuesta a Google X, Edificio 8 (Building 8), donde se dedicó a explorar, entre otras cosas, interfaces cerebro-ordenador que permitieran a los usuarios teclear con la mente.

La creación de espacios para ideas de largo plazo y de mayor alcance también ha sido una forma de que las empresas tecnológicas no se queden atrás con respecto a sus competidores. Funcionaban como herramientas de reclutamiento muy eficaces: "Únete a nosotros y podrás trabajar en ideas innovadoras".

 

Hoy en día, todo esto ha cambiado. Los empleados que trabajan en estas grandes apuestas están descubriendo que son los primeros en sufrir recortes. Las empresas están reasignando esos recursos a perspectivas de crecimiento más seguras.

Mientras Page y Brin se han alejado de Alphabet para financiar otros moonshots en sus propios términos (y dólares), su directora financiera, Ruth Porat, intenta frenar el gasto en algunos de los proyectos de investigación y desarrollo más caros de la compañía. Mientras tanto, el CEO, Sundar Pichai, ha consolidado su visión de Google como una empresa que da prioridad a la inteligencia artificial.

Este mes, Google recortó la mitad de los proyectos de su incubadora Area 120, dejando solo los proyectos de IA, según adelantó TechCrunch.

Facebook redujo recientemente su división de experimentación de nuevos productos, que surgió del equipo dl Building 8. El grupo, que creó funciones y productos como una aplicación de citas rápidas ya desaparecida y Hotline, una herramienta para que los creadores y los fans interactuaran, se dedica ahora a trabajar en vídeos cortos, según Platformer

A principios de este año, la empresa abandonó el desarrollo de un reloj inteligente y concentró la inversión en una versión de lujo de sus gafas de realidad aumentada. Facebook está dedicando su energía y sus recursos a seguir el ritmo de TikTok y a reconstruir su negocio publicitario. La compañía tampoco ha respondido a la solicitud de comentarios.

Satya Nadella, CEO de Microsoft.
Satya Nadella, CEO de Microsoft.

Christophe Morin/IP3/Getty Images

Microsoft creó el año pasado una nueva organización para tecnologías emergentes como la computación cuántica. Un documento interno sobre la estrategia de crecimiento consultado por Business Insider indicaba que, a pesar de los elevados objetivos como "aprovechar las leyes de la física para permitir las posibilidades casi infinitas de la computación cuántica comercial", la unidad se centraría inmediatamente en negocios básicos como la venta de su tecnología a Gobiernos y a la industria de las telecomunicaciones para financiar futuras apuestas.

La estrategia ha suscitado las críticas de algunos miembros de Microsoft, a quienes les preocupa que el enfoque de "mantener los ingresos" carezca de ambición. "Se suponía que éramos una organización de innovación que hacía apuestas a largo plazo", se queja un empleado de Microsoft a Business Insider.

Para las empresas más pequeñas, la agitación del mercado puede significar recortes en los moonshot aún más dramáticos.

En Snap, la era de los proyectos extravagantes y divertidos que generan poco o ningún dinero ha terminado. La empresa ha realizado despidos masivos y está recortando gastos, cerrando incluso su mini dron Pixy; su programa de aceleración, Yellow; casi todos sus esfuerzos de televisión y streaming; y toda su vertical de Juegos. Ha decidido centrarse en sus "puntos fuertes", como la mensajería y los filtros, según su fundador y CEO, Evan Spiegel. Snap tampoco ha querido comentar nada.

Las apuestas a largo plazo no dan resultado

La difícil situación del mercado está empujando a estas empresas a ser más eficientes, pero estos moonshots tampoco han dado sus frutos tras años de trabajo.

En 2015, Google formalizó la filosofía de apostar por proyectos innovadores, ambiciosos y de largo plazo en una nueva estructura corporativa y creó Alphabet, un espacio para apostar por las ideas de empresas individuales. Algunas, como Waymo y Verily, han demostrado ser prometedoras, aunque generan pocos ingresos. Otras han sido cerradas, como Loon, una compañía que construía globos para transportar Internet de alta velocidad.

Brin con las Google Glass en 2013.
Brin con las Google Glass en 2013.

Jeff Chiu/AP

Astro Teller, líder de la unidad de moonshots de Google, X, ha celebrado el fracaso como una forma de animar a los empleados a intentar desarrollar nuevos proyectos sin miedo. Pero los empleados dicen que los presupuestos ajustados y el escrutinio al que están sometidos han dificultado la puesta en marcha de sus ideas. X también ha contratado a más líderes con formación en capital riesgo y mayor experiencia empresarial, según 2 antiguos empleados. En los últimos 2 años, han aumentado las conversaciones sobre la búsqueda de formas de apoyar los proyectos con fuentes de financiación externas, según estas 2 personas.

El representante de X se ha negado a comentar sobre esta historia, pero sí ha recordado a Business Insider los comentarios que Teller ha hecho al respecto, incluida una entrevista de 2018 con el Wall Street Journal en la que dijo: "Nuestro trabajo es hacer nuevos negocios para Alphabet, cosas que ojalá puedan ser tanto buenas y valiosas para el mundo como lo ha sido Google".

Grand Challenge de Amazon también tuvo dificultades para encontrar el éxito, a pesar de haber contratado a su primer director de negocios, Tom Sly, el año pasado. Su empresa derivada más conocida, la unidad de servicios de telemedicina Amazon Care, cerró repentinamente en agosto. Otros proyectos que surgieron de Grand Challenge, como las gafas inteligentes Echo Frames y el servicio de viajes virtuales Amazon Explore, han tenido poca tracción.

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El grupo está construyendo ahora otros ambiciosos proyectos en el ámbito de la impresión 3D, la gestión de la cadena de suministro y la terapéutica de la salud, según personas familiarizadas con el equipo. Sin embargo, preocupa que Amazon pueda reducir los recursos, ya que muchos de los proyectos están lejos de alcanzar la sostenibilidad financiera.

En Microsoft, el futuro de las HoloLens, una de sus mayores ideas moonshot, es incierto. Business Insider publicó en febrero que la empresa había cancelado los planes para las próximas gafas HoloLens, conocido internamente como "Proyecto Calypso". El departamento se cerró después de que el cocreador de HoloLens, Alex Kipman, dimitiera en junio, después de que Business Insider informara sobre las acusaciones de que se había comportado de forma inapropiada con las empleadas.

Las grandes tecnológicas vuelven a lo básico

Sin duda, las Big Tech siguen invirtiendo en apuestas interesantes. Amazon tiene proyectos secretos repartidos por todos sus departamentos, como la investigación de vacunas contra el cáncer, servicios de entrega con drones, computación cuántica y automatización de almacenes.

Esos proyectos han conseguido más avances que las ideas del Grand Challenge, según afirma un empleado.

Un representante de Microsoft comenta que las enormes apuestas a largo plazo de la empresa en áreas como la inteligencia artificial se reparten entre los equipos, y que se han gastado 25.000 millones de dólares en investigación y desarrollo en su ejercicio fiscal de 2022.

Podría decirse que Facebook ha intentado convertirse en una gran moonshot, cambiando su nombre por el de Meta para reflejar su nuevo enfoque hacia la construcción del metaverso. Su CEO, Mark Zuckerberg, quiere que la empresa esté a la vanguardia de lo que él concibe como un mundo digital inmersivo en el que las personas que utilizan avatares interactúan a la perfección online.

Mark Zuckerberg en la primera tienda de Meta.
Mark Zuckerberg en la primera tienda de Meta.

Facebook/Meta

Pero su división Reality Labs, responsable de la creación del metaverso y de otras tecnologías de realidad virtual, sigue registrando pérdidas. En abril, Zuckerberg dijo que estaba "planeando reducir el ritmo" de estas nuevas inversiones y que quería "nivelar la trayectoria empresarial".

Alphabet ha creado 2 empresas de robótica a partir de su laboratorio en los últimos 18 meses: Everyday Robotics e Intrinsic. Su división Google Labs está trabajando en proyectos más futuristas de realidad virtual y aumentada.

Pero Pichai considera que la nube y la inteligencia artificial son sus moonshots, según personas cercanas a él, y bajo su dirección, Google ha agudizado su enfoque en estas áreas. En la conferencia Google IO de este año, en la que Brin se lanzó en paracaídas para hacer una demostración de las Google Glass, la empresa habló de cómo la IA cambiaría la forma en que la gente busca en la web y utiliza los mapas.

Algunos empleados se muestran escépticos con que Pichai esté interesado en las apuestas al nivel de Waymo que impulsaron los fundadores.

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