Incluso a Apple le costará conseguir que el metaverso mole

El historial de Apple en la producción de tecnología que enamora a los consumidores habla por sí solo. Pero su prestigio como rey del producto en Silicon Valley pende de un hilo mientras se prepara para hacer lo que ninguna empresa tecnológica ha conseguido hasta ahora: que el metaverso mole. 

Dentro de unas semanas, se espera que Apple salga al escenario de su sede de Cupertino con motivo de su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) anual para presentar sus gafas de realidad mixta, que llevan años gestándose. Hay mucho en juego. 

Las gafas, que podrían llamarse Reality One y parecerse a unas gafas de esquí, representan el primer gran paso de Apple hacia un mundo post-iPhone, que pretende ofrecer una experiencia más envolvente de internet proporcionando a los usuarios una herramienta de acceso a la realidad virtual y aumentada.  

Pero en un momento en que casi todo el mundo está poniendo en pausa sus planes para el metaverso con el fin de subirse al tren de la IA, sigue habiendo dudas sobre por qué el jefe de Apple, Tim Cook, sigue adelante con una tecnología para la que ya se están escribiendo obituarios. 

El metaverso necesita respaldo

Apostar contra Apple es difícil. 

A lo largo de su historia, la compañía ha iniciado nuevas épocas en la industria tecnológica; sus líderes se han ganado un prestigio digno de culto; y sus exigentes estándares de diseño han convertido el iPhone en un monstruo de ventas. 

El año pasado, las ventas del iPhone alcanzaron los 205.500 millones de dólares. Apple ya ha ingresado 51.300 millones de dólares en ventas de iPhone en los tres primeros meses de este año. Son cifras asombrosas. 

Pero hay indicios que sugieren que Apple tendría serias dificultades para vender unidades de su apuesta metaversa. Una investigación publicada recientemente por Bloomberg reveló que la empresa preveía inicialmente unas ventas de unos 3 millones de unidades al año, pero las revisó a la baja hasta 900.000. 

Esta revisión parece inevitable, dado lo mal que lo han pasado otros defensores del metaverso para conseguir la aceptación de sus propios sistemas. El intento de Microsoft de abrirse camino a través de sus HoloLens ha tenido dificultades para ganar adeptos, y al parecer se han abandonado los planes para crear un nuevo modelo. 

Meta, de Mark Zuckerberg, es otro ejemplo obvio. Aunque ha vendido alrededor de 20 millones de unidades de Quest, según The Verge, la empresa ya está reduciendo los precios para que el casco sea más apetecible para el público. En marzo, el precio de su casco telefónico de gama alta se redujo en 500 dólares.

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La cifra de 20 millones no es insignificante y Apple podría alcanzarla si nos atenemos a los comentarios positivos de Palmer Luckey, cofundador de Oculus, la plataforma de realidad virtual propiedad de Meta. Aunque —en marcado contraste con los comentarios de Luckey— un antiguo responsable de marketing de Apple cree que las gafas podrían ser "uno de los grandes fracasos tecnológicos de todos los tiempos".

En cualquier caso, la escala de aceptación que Apple necesita para justificar los costes —que según Bloomberg superan los 1.000 millones de dólares anuales— es enorme.

Si la tecnología sólo ofrece pequeñas mejoras en servicios como la mensajería, las videollamadas y el entretenimiento, que la gente ya obtiene de sus iPhones, alejarlos de sus pantallas se antoja una tarea difícil.

Todas las miradas se centran en la IA, no en el metaverso

El otro problema de la misión de Apple de convertir el metaverso en algo "guay" es el hecho de que ya hay un juguete "guay" que acapara toda la atención: la IA. 

Desde el lanzamiento de ChatGPT de OpenAI en noviembre, los ojos de los líderes tecnológicos y los analistas del sector se han centrado en la IA generativa, mientras las empresas se apresuran a descubrir cómo pueden utilizar mejor esta tecnología.

Gene Munster, socio gestor de Deepwater Asset Management y admirador de Apple desde hace tiempo, explica a Business Insider que le ha decepcionado el poco ruido que Apple ha hecho sobre la IA.

En su última conferencia de resultados se hicieron pocas menciones a la IA, y Siri parece una reliquia del pasado en comparación con herramientas como ChatGPT.

Esto es especialmente importante en un momento en el que Apple avanza con sus gafas de realidad mixta. Munster cree que Apple "no va a vender muchas unidades" del dispositivo en los próximos meses, ya que la compañía está intentando ganarse a los desarrolladores antes que a los consumidores. 

Dicho esto, Munster cree que "es más arriesgado si no lo llevan a cabo". En otras palabras, Apple tiene más que perder si no apuesta por unas gafas de realidad mixta que si lo hace. 

"Si crees que hay algo más allá de un smartphone, entonces probablemente sea el metaverso", afirma Munster. "Si se pierden esto, es tan grande como si se hubieran perdido el móvil". 

Perderse el móvil fue el error fatal cometido por Microsoft, que más tarde lamentó su cofundador Bill Gates porque dejó a la empresa fuera de juego durante el boom de los smartphones.

Para Cook, CEO de Apple, las consecuencias de perderse el próximo gran acontecimiento de esta generación podrían ser incluso peores que para Microsoft. Así que Apple no tiene más remedio que intentar que el metaverso sea un éxito.