La CNMC va a reclamar al Gobierno "los medios necesarios" para vigilar que la banca no traslade el impuesto a sus clientes

Cajero de CaixaBank.

REUTERS/Nacho Doce

  • El pago de la primera parte del impuesto extraordinario a la banca se efectuará en el primer trimestre de 2023.
  • La CNMC carece de potestad y de herramientas para vigilar que el impuesto no se traslade a los clientes, pero va a reclamar al Gobierno "los medios necesarios".  

El Gobierno ha pedido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que se encargue de que los bancos no trasladen el impuesto temporal a sus clientes. Pero la CNMC no está preparada

"La comprobación de la no traslación del gravamen no se enmarca en los ámbitos de supervisión que la CNMC tiene encomendados como autoridad reguladora independiente", reza un comunicado interno del organismo. "De hecho, el nuevo mandato no cuenta con un desarrollo reglamentario que haya adaptado su normativa interna", continúa, según un extracto publicado por El Confidencial.

"Para ello, la Comisión va a solicitar los medios necesarios que permitan llevar a cabo las nuevas tareas asignadas", concluye. 

Entretanto, la CNMC está en conversaciones con el Banco de España para "analizar la metodología y la información relevante que permita cumplir con el mandato legal asignado", según El Confidencial.

Ana Botín, presidenta del Banco Santander.

El problema está en que, tal y como había informado Business Insider España con anterioridad, las entidades bancarias pueden utilizar diferentes vías para repartir el peso del impuesto sobre los productos que ofrecen a sus clientes. Lo que hace que la tarea de la CNMC requiera un esfuerzo mayor que la que tuvo que emplear para vigilar los precios de la energía o de la gasolina.

Los bancos se enfrentan a un castigo del BCE si no trasladan el impuesto

El impuesto podría repartirse entre el precio de los créditos, las condiciones de los contratos, las comisiones, la remuneración de los depósitos o el precio de productos alternativos. E incluso podría estar pesando ya sobre sus clientes, más teniendo en cuenta que se anunció en julio de 2022

El texto del impuesto, la Ley 38/2022, recoge que el importe o su pago anticipado no serán objeto de repercusión económica, considerándose una infracción muy grave con multa proporcional del 150% del importe repercutido. 

Pero la normativa entra en conflicto con la europea dictada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que obliga a las entidades a trasladar los costes a sus clientes. El Banco Central Europeo (BCE), por su parte, ya ha dicho que el gravamen podría ser difícil de aplicar, dañar las posiciones de capital de las entidades financieras y alterar la política monetaria.

Las entidades creen que es "injusto" y se preparan para reclamar

El tipo impositivo del 4,8% se aplicará sobre los márgenes de intereses y las comisiones netas de las entidades que, en 2019, consiguieron más de 800 millones con su actividad bancaria en España con la suma de ambas partidas. El grupo está formado por: Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Ibercaja, Cajamar, Kutxabank, Abanca y BNP, el mayor grupo extranjero en España.

Con la recaudación el Gobierno pretende reunir más de 3.000 millones de euros entre 2022 y 2023. 

Las entidades creen que el nuevo impuesto peca de doble imposición e incompatibilidad con la normativa. También consideran que es "injusto" que no se aplique sobre sus beneficios y que sólo paguen algunos de ellos.

"Estamos absolutamente de acuerdo en que los Gobiernos tienen que recaudar. Así que paguemos impuestos, pero que paguen todos. Los bancos ya pagamos 5 puntos más que las demás empresas", criticó la presidenta ejecutiva del Grupo Santander, Ana Botín, en la presentación de resultados de la entidad

 

Santander, BBVA, CaixaBank, Unicaja y Sabadell ya han confirmado que están analizando si recurrir o no el impuesto. Bankinter, que siempre ha sido más claro en su posición, ha dicho que va a "recurrirlo el día después de pagarlo".

A pesar de las declaraciones que han dado los presidentes y directores generales de las diferentes entidades, el Ejecutivo se mantiene firme. Después de la presentación de sus resultados y cifras de crecimiento de doble dígito, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha dicho que "es un clamor general que tienen que arrimar el hombro".

"Tienen margen suficiente como para pagar el gravamen sin repercutirlo a sus clientes", insiste.

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