"Estaba en una habitación aislada en la planta de COVID sin poder ver a la niña": así es dar a luz en tiempos de coronavirus

bebe recien nacido COVID-19
Reuters
  • "El control y el proceso del embarazo ha cambiado", reconoce Maite Navarro, matrona del Hospital de Guadalajara en medio de la crisis del coronavirus, a Business Insider España, quien lleva más de 20 años ejerciendo la profesión y ha trasladado sus consultas privadas a su web de forma totalmente gratuita.
  • Las embarazadas son consideradas grupo de riesgo de COVID-19 dados sus cambios fisiológicos e inmunológicos durante la gestación, pero la mayoría sufre la enfermedad de forma asintomáticao leve
  • Hasta ahora, del total no publicado por el Gobierno, el 25,3% han sufrido complicaciones durante el embarazo, pero aún no se pueden atribuir con certeza al cuadro de infección del SARS-CoV-2.
  • Sin embargo, no existen evidencias de la transmisión vertical y recomiendan no separarlas de sus bebés aunque sean COVID-19 positivo. 
  • Pero las infraestructuras de los hospitales muchas veces no lo permiten y son aisladas durante días de su neonato mientras son tratadas del nuevo coronavirus.
  • "Estuve 5 días sola en el hospital. Encontraron en las analísitcas un valor del pulmón alterado y decidieron dejarme otros 2 días y ponerme un tratamiento para el COVID", cuenta María del Carmen Palacios, madre primeriza contagiada asintomática con el nuevo coronavirus, que dio a luz por cesárea el pasado 7 de abril. 
  • Descubre más historias en Business Insider España.
Cintillo especial Coronavirus
Primero en Upday Cintillo

Tener un hijo en 2020 ha cambiado radicalmente en comparación con el mismo periodo que el año pasado debido al COVID-19. Según el INE, en 2019 unas 140.000 mujeres dieron a luz. De ellas, más de 80.000 lo habrían hecho en medio del estado de alarma que se decretó en España el pasado 14 de marzo.

Y, aunque los datos oficiales de las que se convirtieron en madres en este periodo no estén disponibles, se conoce que el 25,3% han sufrido complicaciones que aún no pueden atribuirse con certeza a los cuadros de la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2, según el Ministerio de Sanidad —aunque señalan que tienen más probabilidades de sufrir alteraciones de coagulación

Algunas no han podido ser acompañadas durante parto, han sido separadas de sus bebés al nacer y, en el caso de ser COVID-19 positivo, han pasado días en la sala de aislamiento con medidas mucho más estrictas y sin ningún tipo de acompañamiento, detalla a Business Insider España Maite Navarro, matrona en el Hospital de Guadalajara (Madrid), y María del Carmen Palacios, madre primeriza contagiada asintomática con el nuevo coronavirus que dio a luz el pasado 7 de abril en el Hospital San Pedro de Logroño (La Rioja). 

Leer más: La OMS urge a los médicos a que informen de los casos de la misteriosa enfermedad inflamatoria que afecta a los niños y que parece estar relacionada con el coronavirus

No obstante, cada centro sigue sus propias directrices y la experiencia puede no tener nada que ver de un caso a otro —menos si la mujer embarazada es COVID-19 positivo. 

"Cada hospital funciona de una manera. Y dentro de cada hospital es todos los días una historia diferente. ¿Por qué? Porque el coronavirus es un virus que no tiene un recorrido en el tiempo, lo vamos conociendo sobre la marcha", explicita la matrona.

Maite Navarro ha estado los últimos 40 días de crisis sanitaria entre el Hospital de Guadalajara y la Clínica Lantigua, que fue donde el hospital trasladó su sala de paritorio debido a que la pandemia necesitó ese lugar para crear una UVI extra para los casos de coronavirus. 

Además, sigue trabajando de forma online y gratuita en su clínica privada para dar apoyo y seguridad a las más de 20 mujeres que le consultan a diario en medio de tal incertidumbre.

Mientras, María del Carmen Palacios, residente de Autol (La Rioja) —a más de 260 kilómetros de Guadalajara—protagonizó uno de los días más importantes de su vida, el 7 de abril de 2020, en el Hospital de San Pedro de Logroño. 

Más del 25% de las embarazadas en España han sufrido complicaciones durante la gestación

Las embarazadas en España son consideradas grupos de riesgo del nuevo coronavirus, junto a personas mayores o individuos con enfermedades subyacentes. 

"Las mujeres embarazadas experimentan cambios fisiológicos e inmunológicos que les hacen más susceptibles a cualquier infección viral y bacteriana. Las infecciones por otros virus respiratorios como el virus de la gripe u otros tipos de coronavirus como el SARS de 2002 o el MERS-CoV, se han asociado a complicaciones en el embarazo", detalla el Ministerio de Sanidad en su informe sobre el manejo de las embarazadas y recién nacidos con COVID-19

Pero la mayoría atraviesan la enfermedad de forma asintomática. Como fue el caso de Palacios, quien no sabía que se había infectado con el nuevo coronavirus hasta casi estar a punto de dar a luz:

"En la semana 37, el hospital se puso en contacto conmigo porque por protocolo estaban haciendo pruebas de COVID-19 a las embarazadas. Me hicieron el test y, por sorpresa, di positivo. No nos lo esperábamos para nada". 

Leer más: El 80% de los infectados con Covid-19 se contagia de personas que no saben que están enfermas

Sin embargo, este fenómeno también ha dado lugar a que posibles casos asintomáticos fuesen tratados como no contagiados dadas las circunstancias en ciudades tan afectadas como Madrid.

"Si no presentaban síntomas se daba por hecho que no lo tenían. Además, el test tiene una fiabilidad del 40%, es muy poca. Ahora, antes de dar a luz se le realizan las pruebas a todas las embarazadas. Pero sólo desde la semana pasada [desde el 11 de mayo, aproximadamente]", insiste Navarro. 

Asimismo, según un estudio realizado por Sanidad, las primeras 140 gestantes españolas contagiadas con síntomas manifestaban tos seca (72,7% de ellas), fiebre (53,5%), astenia (46,5%), neumonía (36,2%), mialgias (33,3%), diarrea (32,1%) y anosmia (22,5%) —algunos de los síntomas más reconocidos en los informes de casos de COVID-19.

"Estos datos sugieren que las mujeres embarazadas podrían pasar la enfermedad de forma leve o asintomática como sucede en alrededor del 80% de la población general", aseguran los expertos del informe

Leer más: La diferencia entre los test PCR, de anticuerpos y antígenos para el coronavirus: ¿quién debe hacérselos y para qué sirven?

Entre las complicaciones presentadas por el 25,3% de las gestantes se encuendran diabetes gestacional, preeclampsia, rotura uterina, hipertensión gestacional e hipotiroidismo; así como nacimientos pretérmino, distress fetal, rotura prematura de membranas, alteraciones del cordón umbilical, placenta previa, corioamnionitis, oligo y polihidramnios y líquido amniótico meconial, en relación al parto, el feto o el neonato.

Pero ninguna de estas complicaciones pueden aún justificarse dentro del cuadro de infección del virus. Y Sanidad sostiene que no se ha evidenciado que la infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo se asocie con un mayor riesgo de aborto espontáneo y parto prematuro espontáneo.

Aunque Navarro augura que el estrés y la situación de confinamiento ha dado lugar a pérdidas no esperadas en otras circunstancias. 

"Lamentablemente, han tenido lugar pérdidas de embarazos que fallecen antes de tiempo. Que se suman a la soledad, y es horrible. El estrés es el motivo de todo esto, desde el distanciamiento social y profesional que, aunque están ahí, están tan protegidos que apenas son identificables".

Aumentan los partos en casa, mientras cada hospital sigue sus propias directrices

A la derecha, Maite Navarro, matrona en consulta.
A la derecha, Maite Navarro, matrona en consulta.

Maite Navarro, directora también del centro Primeros Pendientes —"la única en España con permiso para ese motivo en exclusiva"—, apunta a que las principales preocupaciones de las embarazadas en tiempos de coronavirus están estrechamente relacionadas con la infección, la salud de sus bebés y el distanciamiento social

"Antes de dar a luz tienen una preocupación increíble porque tienen muchas dudas que hasta ahora no tenían. Sobre todo, de los cambios a nivel de embarazo. Todo lo que se puede se hace digitalmente, pero los monitores, el exudado y las analíticas son presenciales y se intenta hacer todo en un día cuando antes eran diferentes consultas. El control y el proceso del embarazo ha cambiado completamente", precisa la matrona.

De hecho, fruto de la situación excepcional son los partos en casa y el aumento de las preocupaciones de las futuras nuevas madres por la particularidad de cada uno de los casos y, sobre todo, de cada uno de los hospitales.

"Los partos en casa han aumentado porque antes por cualquier cosa acudían al hospital. Y ahora no lo hacen. Esperan a estar como de parto. Y se escapa solo. Pero es normal, ahí también vemos que no hay que tenerle miedo y que la embarazada, por lo general, es una persona sana", explica Navarro, quien cree que los principales miedos de acudir al hospital es el propio contagio por el personal sanitario. "A lo mejor vienes sin COVID y te vas con él, piensan". 

Leer más: Los bebés nacidos por cesárea poseen una mayor cantidad de bacterias peligrosas en su intestino, según un estudio

Asimismo, el desconocimiento y ausencia de datos ha dado lugar a que se busquen las vías más rápidas para tratar la enfermedad, pero también las intervenciones en el hospital. Por ello, el número de cesáreas en los hospitales se ha incrementado. 

"En el hospital han aumentado el número de cesáreas porque es más rápido. No tiene por qué, pero ante la duda y el desconocimiento, se hace una cesárea", explicita la doctora quien también asegura que parte de este procedimiento están siendo las altas tempranas del hospital. "Se están dando altas precoces de 24 horas incluso si ha sido un parto normal. Para que no estés en el hospital y puedas estar con tus convivientes".

En el caso de Palacios, su parto iba a ser sí o sí una cesárea por la posición de la pequeña. Pero no fue una cesárea programada como se hace usualmente: "Me llamaron un viernes y me dijeron: "Vienes el martes y ven con todo porque si sigue en la misma postura te hacemos la cesárea el mismo día". Y así fue". 

En estos casos, no permiten que ningún acompañante esté durante el procedimiento, pero dada la situación en España el pasado 7 de abril, cuando nació su bebé, —con un total de 140.510 contagiados y 13.798 falecidos— Palacios ni siquiera pudo verla nada más nacer:

"En la cesárea no te dejan entrar con compañía. Yo estuve sola, pero después ni siquiera me la enseñaron cuando nació. Fue cuando ya me sacaron de quirófano que nos dejaron estar a los 3 [ella, la niña y su pareja] en una sala que tenían durante unas 2 horas. Eso sí, sin tocarla. Yo estaba en la cama y ella en una urnita de cristal. Pero el día anterior, todas las madres que habían dado a luz no habían siquiera podido ver a su bebé como nosotros", cuenta mientras estima que la situación ahora, al estar más controlada, empieza a recuperar su ritmo natural. 

Sanidad recomienda no separar a la madre del bebé aunque esté contagiada, pero no todos los hospitales pueden permitírselo: "Estaba en una habitación aislada en la planta COVID sin poder ver a la niña"

Tras corroborarse en diferentes investigaciones que la transmisión vertical entre madre y feto no estaba teniendo lugar, Sanidad ha recomendado que las madres permanezcan junto a sus bebés aunque sean COVID-19. Pero esto no ha dado más seguridad, y el contacto estrecho sigue siendo un problema también para los recién nacidos.

"En madres paucisintomáticas o asintomáticas con infección confirmada o probable recomendamos, siempre que sea posible, evitar la separación de la madre de su recién nacido y favorecer el alojamiento conjunto de ambos en régimen de aislamiento, junto a un acompañante de su elección, si fuera posible. Si bien la decisión de separar o no a la madre de su hijo/a recién nacido deberá ser individualizada, teniendo en cuenta la decisión informada de la madre, la logística hospitalaria y la situación epidemiológica de la pandemia", detallan las autoridades españolas.

"Si la infraestructura del hospital, como en Guadalajara, no te lo permite, se tienen que separar", avala Navarro quien garantiza que no se ha encontrado virus ni en placenta, sangre de cordón, leche materna, o en fluidos de madres con COVID positivo.

Lo que fue el caso de María del Carmen Palacio, residente de Autol, La Rioja: "He vivido con miedo todo este tiempo y lo sigo viviendo porque nadie te asegura nada. Es algo tan nuevo que ni hay suficientes datos ni se puede hacer un gran estudio concluyente sobre nada". Además, explica que tuvo también que seguir un tratamiento para el nuevo coronavirus.

María del Carmen Palacios y su pareja, Alejandro Herce.
María del Carmen Palacios y su pareja, Alejandro Herce.

"Cuando me hicieron la prueba y di positivo, pasé a ser una paciente de cesárea con COVID. Estaba en una habitación aislada en la planta de contagiados", relata. 

"Si eres COVID-19 positivo, con el protocolo has de saber que van a tenerte como a una marginada. Vas a parir en otro sitio porque no te pueden reunir con el resto. El circuito cambia para los casos positivos y tenemos más restricciones, está más tiempo sola y aislada durante el parto, una limpieza más exhaustiva... Y en algunos casos se las separa del bebé. Es horrible. Tiene que recuperarse en la planta de COVID y no en la de posparto. Con lo cual, no se puede atender al niño donde está la madre", explicita Navarro.

"Hemos pasado momentos muy, muy, muy duros. Hemos hecho cesáreas o partos de madres solas. Sin poder estar con su bebé o su pareja. Y a lo mejor hasta me he quedado por las noches con ellas. ¿Qué haces si no?", dice.

Leer más: 15 trucos y consejos a la hora de llevar mascarilla que te ayudarán a protegerte mejor frente al virus

"Lo peor es la distancia", subraya la matrona. "Los profesionales tenemos que ir vestidos de cabo a rabo con los trajes, guantes y mascarillas muy diferentes a los que utilizábamos de normal. Ves a la matrona disfrazada así y a mí me dan ganas de correr. A veces los padres pueden pasar, otras veces no. Hay una distancia y una soledad manifiestas".

Algo con lo que la mamá primeriza coincide: "Estuve 5 días sola en el hospital, aunque normalmente por cesárea suelen ser 3 días. En mi caso, al tercer día en la analítica que me hicieron vieron un valor que tenía que ver con el pulmón alterado y decidieron hacerme una placa y ver cómo lo tenía. Además, me pusieron tratamiento de hidroxicloriquina y azitromicina —las 2 cosas combinadas— y a los 2 días me repitieron la analítica, había mejorado muchísimo y me mandaron a casa con el tratamiento", explicita. 

"Fue un poco difícil los días que estuve yo sola en el hospital. Normalmente los enfermeros cuando estás ingresada te van a ver y te hablan. Pero en este caso, al estar infectada, intentan entrar lo mínimo posible. Aunque no te podían dar un abrazo te tocaban la pierna y te saludaban y cualquier detalle se agradecía". 

Para más, la pareja de Palacios también tuvo que realizarse un test para corroborar o descartar el contagio con el nuevo coronavirus —que finalmente resultó positivo. 

"Le hicieron la prueba a mi chico y dio positivo también. Se tuvo que marchar a casa y tuvimos que buscar a una tercera persona para hacerle una prueba para que pudiese estar con la nena en el hospital. Y, por suerte, llamamos a mi madre, se hizo un test rápido y dio negativo. Y estuvo con ella en el área de pediatría hasta que le dieron el alta". 

Una semana después del parto, ambos dieron negativo en la prueba de SARS-CoV-2.

"El distanciamiento social está influyendo muchísimo en el posparto. No pueden ver a nadie, pero adquieren más conocimiento sobre el bebé", ejemplifica la matrona

Maite Navarro, matrona, en su consulta privada.
Maite Navarro, matrona, en su consulta privada.

Palacios y su pareja, como se ha mencionado con anterioridad, viven en un municipio que ya ha pasado a la fase 1 de la desescalada y, aun así, sus familiares y amigos siguen sin conocer a la pequeña. 

"Ahora tenemos todo el tiempo del mundo para estar con ella. Lo bueno es que yo antes me imaginaba la casa llena de gente y todo el mundo diciéndote cómo hacer mejor las cosas y me agobiaba. Pero ahora me da pena que no puedan venir mis padres, los de mi pareja o mis amigos. Es un poco amargo no compartir algo tan bonito con la gente que quieres", cuenta sobre lo que Navarro llama "pampaneo social".

Leer más: Qué le sucede a tu cuerpo y a tu cerebro cuando estás en cuarentena y cómo afrontarlo

"El distanciamiento social está influyendo muchísimo en el posparto. Es un evento en el que tú, como madre, quieres presentar a tu hijo a tu familia y allegados y no puedes hacerlo físicamente. Ese pampaneo social forma parte de ello", afirma y destaca, como Palacios, que también está dando lugar a más intimidad y conocimiento del bebé. 

"Por un lado adquieren un mayor conocimiento del bebé, debido a la intimidad que tienen con él. Están menos despistadas que cuando van todos los miembros de la familia. Y las opiniones del resto influyen menos, tanto que hasta la lactancia materna ha aumentado", sostiene. 

"Si mantienes la calma, entiendes la situación y te comportas de manera coherente no tiene por qué salir nada mal", aconseja la madre primeriza

Para la matrona, Navarro, la mejor forma de afrontarlo es juntándose con iguales, acudir a profesionales como ella para resolver todas sus dudas y, sobre todo, confianza: "La palabra confianza es lo que engloba todo lo que necesita: en ella, en el profesional, en la vida. El miedo te paraliza y no te lleva a ningún sitio".

Una de las cosas que han ayudado a Palacios a afrontar la situación:  "Leer casos de otras parejas e informarme y ver que no había transmisión vertical de la madre al bebé". 

"Tienen que mantener la calma. Ponerse nerviosa no sirve de nada. Las cosas van a pasar de una manera o de otra. Pero si mantienes la calma, entiendes la situación y te comportas de manera coherente no tiene por qué salir nada mal", aconseja la madre primeriza quien lo está superando con creces después incluso de pasar la enfermedad. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.