Los pacientes que toman Ozempic para adelgazar seguramente van a tener que utilizarlo de por vida, pero muy pocos podrán permitírselo

Shelby Livingston,Hilary Brueck
| Traducido por: 
Ozempic

Business Insider

  • Los nuevos fármacos GLP-1, como Ozempic o Mounjaro, pueden ayudar a perder mucho peso, pero una vez que la gente deja de ponerse las inyecciones tiende a recuperar los kilos perdidos.
  • Algunos expertos consideran que estos medicamentos son soluciones a corto plazo y que abocan a la gente al fracaso en su intento por adelgazar.

Tara Rothenhoefer ha perdido 80 kilos con su tratamiento de Mounjaro y quiere seguir así, pero sabe por experiencia que no va a ser posible si deja de tomar el medicamento una vez se caduquen los cupones emitidos por el fabricante.

Rothenhoefer ya intentó dejar de tomar la exitosa inyección semanal comercializada por la farmacéutica Eli Lilly. Casi de inmediato, su peso comenzó a aumentar otra vez.

Bill, un hombre de 63 años que vive en San Francisco (Estados Unidos), se enfrentó al mismo problema. Perdió 23 kilos con Wegovy a través del programa de control de peso de un año de la empresa Calibrate. Siguiendo las recomendaciones de la compañía, dejó de tomar el medicamento, esperando mantener su pérdida de peso, pero el apetito volvió a apoderarse de él y rápidamente ganó 5 kilos.

Las experiencias de Rothenhoefer y Bill no son casos aislados. Se trata de experiencias que forman parte de un problema mayor y que también han sido detectadas en varios ensayos clínicos rigurosos: los nuevos fármacos intravenosos contra la obesidad y la diabetes —Mounjaro, Ozempic y Wegovy— permiten perder peso de forma asombrosa y mejoran la calidad de vida de los pacientes.

Pero el tratamiento deja de funcionar cuando los pacientes dejan de ponerse inyecciones. 

Tara Rothenhoefer perdió 80 kilos con Mounjaro, pero ahora le preocupa no poder acceder al medicamento.
Tara Rothenhoefer perdió 80 kilos con Mounjaro, pero ahora le preocupa no poder acceder al medicamento.

Cortesía de Tara Rothenhoefer

Novo Nordisk, el fabricante de Ozempic y Wegovy, afirma que, al igual que ocurre con las estatinas para controlar el colesterol, este nuevo tipo de medicamentos requiere de un compromiso de por vida. Un estudio realizado en 2022 con cientos de consumidores de Ozempic reveló que, al cabo de un año sin el fármaco, los pacientes habían recuperado 2 tercios del peso perdido.

"Si estamos buscando una pérdida de peso duradera, probablemente también estemos hablando de un tratamiento crónico", señaló Martin Lange, vicepresidente ejecutivo de desarrollo de Novo Nordisk, a Business Insider. "Para ser sincero, no me sorprende".

Sin embargo, parece que este modelo de prescripción "crónica" que ofrecen medicamentos como Ozempic, Wegovy y Mounjaro sorprende a muchos pacientes que están pagando por ellos.

Algunos empresarios que están ofreciendo esta cobertura sanitaria a sus trabajadores —en Estados Unidos prácticamente no existe la sanidad pública— aseguran que van a pagar estos tratamientos solo durante un año. Empresas como Calibrate y Omada Health alegan que se puede dejar de tomar estos fármacos y mantener la pérdida de peso que se consigue al tomarlos. 

Las propias farmacéuticas no aclaran qué sucede cuando caducan los cupones de ahorro que ofrecen para costear estos medicamentos. Con estos cupones, los pacientes pueden ahorrar entre cientos y miles de dólares al mes, pero solo duran un número determinado de meses o de recetas.

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Rothenhoefer, por ejemplo, ha estado pagando 25 dólares al mes —unos 23 euros— por Mounjaro, gracias a un cupón que le dieron en Eli Lilly. Cuando ese cupón se termine, las dosis para 4 semanas pasan a costar más de 900 euros.

Tanto Eli Lilly como Novo Nordisk han indicado a Business Insider que sus programas de ahorro debían funcionar como medidas provisionales, para ayudar a los pacientes a costearse estos nuevos medicamentos hasta el momento en el que más compañías aseguradoras aceptasen cubrirlos.

La brecha entre lo que las empresas están dispuestas a pagar y lo que los pacientes necesitan para mejorar su salud está abriendo una batalla que probablemente se traduzca en una pérdida de dinero, de tiempo y de resultados médicos.

¿Se debe permitir un sistema en el que los pacientes paguen toda su vida para adelgazar?

Una fábrica de Novo Nordisk.
Una fábrica de Novo Nordisk.

Li Ran/Xinhua vía Getty

Muchas aseguradoras y compañías estadounidenses se han negado a pagarles a los pacientes sus fármacos para adelgazar durante mucho tiempo. El aumento de la demanda les está obligando a reconsiderar su postura y están buscando formas de reducir el coste de los medicamentos, que puede llegar a superar los 900 euros al mes.

Una de las estrategias consiste en ofrecer estos fármacos como si fuesen un trampolín temporal hacia la pérdida de peso, en lugar de una forma de mantenerla. Sean Duffy, CEO de Omada, explicó a Business Insider que algunos empresarios querían que su empresa ayudase a sus trabajadores a abandonar el tratamiento al cabo de un año. 

Omada no ofrece a sus empleados medicamentos para perder peso, pero apuesta por ayudar a las personas que deciden dejar de tomarlos a limitar el peso que recuperan realizando cambios en su estilo de vida. La compañía tiene previsto estudiar y publicar los resultados que obtengan durante este proceso.

"Estamos totalmente de acuerdo en que inevitablemente habrá un segmento de la población en el que la decisión clínica correcta sea seguir tomando GLP-1 de por vida", argumenta Duffy a través de un correo electrónico. "Pero creemos que combinando [los fármacos] con un cambio de conducta, podemos ayudar a minimizar el número de personas que siguen tomando la medicación a largo plazo".

 

Los expertos sostienen que esta estrategia representa un malentendido fundamental de la obesidad y de la biología humana, y aboca al fracaso en la mayoría de los pacientes. Los medicamentos GLP-1 funcionan porque imitan al péptido similar al glucagón tipo 1, una hormona que el cuerpo produce de forma natural y que ayuda a regular el hambre y el nivel de azúcar en sangre.

Sin embargo, estos fármacos son más potentes y duraderos que las hormonas que genera el páncreas. Anulan los signos de hambre, ralentizan la digestión y modifican la forma en la que el organismo convierte los alimentos en energía. Se ha comprobado que los medicamentos GLP-1 ayudan a perder entre un 15% y un 20% del peso corporal suprimiendo el apetito y mejorando el nivel de azúcar en sangre. 

Si se retira el fármaco, la persona volverá a tener hambre, independientemente de los cambios que haya introducido en su dieta o en sus hábitos de ejercicio, explica Nisha Patel, médica especialista en obesidad afincada en San Francisco.

Es posible que una minoría de personas consiga mantener el peso perdido o ralentizar la velocidad a la que lo recuperan con ejercicio intenso, pero es difícil saber quiénes serán esos pocos afortunados, apunta la doctora. 

¿Es posible reajustar el peso corporal para siempre?

Una inyección de Ozempic.
Una inyección de Ozempic.

Business Insider

Durante años, los científicos que estudian el metabolismo humano se han esforzado por comprender cómo reaccionan los distintos organismos a la dieta y al ejercicio. Mientras que algunas personas no sufren problemas para deshacerse de unos kilos de más, muchos cuerpos parecen dispuestos a pelear por mantener un peso elevado

Además, la mayoría de las personas que pierden peso mediante la restricción calórica acaban recuperando lo perdido.

Los expertos se refieren a esta idea como un "punto de referencia" metabólico, una complexión corporal que suele ser difícil de modificar. Los genes, el entorno o las hormonas influyen en el peso, y los complejos factores fisiológicos que repercuten, pero que aún se desconocen, pueden hacer que a muchas personas les resulte difícil mantener la pérdida de peso.  

Andrea Barrett, asistente médico y consultora de Nuance.

Algunas startups —como Calibrate— sostienen que pueden reducir el "punto de referencia" de una persona incluso después de que esta deje de tomar medicamentos para adelgazar, pero no está científicamente demostrado que esto sea posible.

Un portavoz de Calibrate ha declarado a Business Insider que el programa que ofrece la compañía, que combina medicación con cambios en el estilo de vida, está diseñado por asesores clínicos entre los que se incluyen algunos líderes en la investigación sobre el "punto de referencia". 

Según el portavoz de la startup, sus médicos trabajan con los clientes afiliados para determinar si deben reducir la medicación y en qué momento, basándose en su historial médico y en su evolución. Calibrate les ayuda a mantener su salud después de dejar la medicación. 

Sus datos preliminares demuestran que los clientes pueden mantener el peso después de dejar de tomar la medicación, ha añadido el portavoz, que ha señalado que Calibrate tiene previsto publicar sus resultados en futuro cercano.

Mientras tanto, las farmacéuticas como Novo Nordisk se afanan por encontrar la manera de mantener la pérdida de peso que producen los GLP-1, quizá a través de nuevos tipos de fármacos de apoyo que los pacientes tomarían una vez alcanzado un peso corporal más reducido. 

"No puedo entrar en detalles, pero es obvio que la investigación se centraría en eso, tanto la nuestra como la de otros", afirmó Lange, ejecutivo de Novo Nordisk.

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