Aprobado y en vigor el fin de las mascarillas en el transporte público: ¿dónde siguen siendo obligatorias?
Susana Vera/Reuters
- El Consejo de Ministros ha aprobado el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte en España, tal como adelantó la ministra de Sanidad.
- Sin embargo, aún quedan en pie algunas excepciones de lugares donde debes seguir llevando puesta la mascarilla.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, 7 de febrero, el fin del uso obligatorio de las mascarillas en el transporte público.
Por medio del Real Decreto 65/2023, la medida supone permitir desplazarse sin cubrebocas en "los medios de transporte", como autobuses, metro, cercanías, taxis, etc.
Se termina así con uno de los pocos bastiones en los que resistía la mascarilla por ley —aunque se ha podido ver a muchas personas en los últimos meses sin ella en el metro de Madrid, por ejemplo—, que se ha convertido en uno de los principales símbolos de la pandemia desde el comienzo de los brotes por COVID-19.
"Se trata de un paso más" en la respuesta que el Gobierno ha ido dando, "pero es un paso muy importante", ya que implica seguir cumpliendo con la hoja de ruta planificada de cara a "volver a la normalidad", ha declarado Carolina Darias, ministra de Sanidad, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, este martes 7.
Darias ya lo había adelantado el pasado 26 de enero, cuando anunció que elevaría la propuesta a este Consejo de Ministros. La decisión viene respaldada por los técnicos y expertos que asesoran al Gobierno, así como por las comunidades autónomas, si bien algunas han protestado por las formas o por el fondo.
Por su parte, la población parece estar de acuerdo con esta eliminación de la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público, según una encuesta de Ipsos: 7 de cada 10 encuestados la apoyan. De ellos, más de la mitad usan el transporte público entre 3 y 4 veces a la semana.
Como principales motivos señalan a la incongruencia de que estuviese impuesto el cubrebocas ahí cuando no lo está en espacios con similar afluencia, como centros comerciales o conciertos (51% piensa así), y a la necesidad de ampliar la sensación de vuelta a la normalidad (43%).
Por otro lado, quienes se muestran contrarios apuntan que aún hay una gran incidencia de COVID-19 (lo afirma un 55%), a la alta incidencia de enfermedades contagiosas como la gripe (52%) y a la preocupación por las noticias que llegan desde China (48%), que ha sufrido un aumento de las infecciones tras levantar su política de cero covid.
Dónde sigue siendo obligatoria la mascarilla en España
El fin de las mascarillas en el transporte público en España —ya no será imperativo, pero las puede seguir llevando quien lo considere— no implica acabar con ellas en todos los ámbitos.
Aún quedan en pie algunas excepciones, de forma que el cubrebocas tendrá que seguir utilizándose en el resto de casos en los que aún era obligatoria hasta hoy.
Así, a partir de su entrada en vigor, este miércoles 8, y tras conocerse los detalles en el BOE, se debe seguir llevando puesta la mascarilla en los centros, servicios y establecimientos sanitarios (como hospitales, centros de salud, centro de transfusión de sangre...), en las oficinas de farmacias y en botiquines, para las personas trabajadoras, visitantes y pacientes, con excepción de las ingresadas "cuando permanezcan en su habitación".
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Finalmente, aún será obligatorio su uso también en los centros sociosanitarios, como las residencias, tanto para los trabajadores ("siempre que estén en contacto con personas residentes o en zonas compartidas con esas personas") como para los visitantes ("cuando estén en zonas compartidas").
Darias también ha aclarado que las mascarillas seguirán sin ser obligatorias en las empresas "con carácter general", aunque se mantiene la "cláusula de salvaguardia": los servicios de prevención de riesgos laborales podrían declarar su utilización "si así se derivara" de la correspondiente evaluación de riesgos en el puesto de trabajo, aclara la norma.
Finalmente, la ministra de Sanidad ha querido "recomendar un uso responsable" del cubrebocas, especialmente en personas con sintomatología compatible con infección respiratoria aguda, así como en eventos multitudinarios, espacios cerrados y en familias con personas vulnerables.
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"Se recomienda el uso de las mascarillas a todas las personas que presenten alguna vulnerabilidad a las infecciones respiratorias o que presenten síntomas compatibles con una infección por SARS-CoV-2 [coronavirus que causa el COVID-19] cuando utilicen medios de transporte colectivo", recoge el BOE.
La medida —que se produce un mes después del fin de las mascarillas en exteriores y con posterioridad a su eliminación con carácter general en interiores, el 20 de abril del año pasado— se ha aprobado en el contexto de una situación epidemiológica en España de "enorme estabilidad" y "clara tendencia a la baja", con "uno de los datos más bajos de la pandemia, si no es el que más", ha afirmado Darias en la rueda de prensa.
Según cifras de Sanidad del viernes 3, la incidencia acumulada es de 50,76 personas mayores de 60 años con coronavirus por cada 100.000 habitantes. En cuanto a la ocupación hospitalaria, se sitúa en un 1,70% en UCI y en un 1,64% total.
Vacunas contra la viruela y una agencia estatal de salud pública
La modificación del real decreto para acabar con la imposición de las mascarillas en el transporte público no ha sido el único anuncio realizado por la ministra de Sanidad en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
En primer lugar, Darias ha notificado un acuerdo con la empresa Bavarian Nordic para la adquisición de más vacunas contra la viruela, con la finalidad de generar una "reserva estratégica".
Por último, el otro gran anuncio en materia de Sanidad ha sido sobre la aprobación de la creación de una agencia estatal de salud pública, con el objetivo de prepararse y anticiparse de cara al futuro.
La iniciativa —demandada según Darias por los profesionales de la salud, la ciudadanía y el arco parlamentario, e incluida en la estrategia de seguridad nacional aprobada en diciembre de 2021— formaría parte de un "proceso de transformación" que busca tener "un sistema de salud público mucho más robusto y flexible".
Esta agencia estatal de salud pública nacería con el objetivo de mejorar la anticipación, gestión, coordinación y análisis de la respuesta ante futuras crisis sanitarias, bajo el enfoque de 'una sola salud'. Para ello, "vigilará, identificará y evaluará el estado de salud de la población y sus determinantes, así como los problemas y amenazas", cuenta Sanidad.
"Nos va a permitir avanzar en una respuesta rápida y eficaz" ante este tipo de situaciones, sostiene Darias. "La pandemia nos ha dejado muchas lecciones. Una de ellas es la necesidad de contar con esta agencia de salud pública", que estará adscrita orgánicamente al Ministerio de Sanidad, añade.
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