El año de la fama extrema de Elon Musk: ¿qué será lo siguiente?

Puede que Elon Musk terminara el año pasado como el hombre más rico del mundo, pero parece que terminará este año como el más famoso.

Tras gastarse 44.000 millones de dólares en 2022 para hacerse con el control de X, antes conocida como Twitter, el multimillonario de 52 años ha estado aparentemente en todas partes en 2023.

Su incansable afición a publicar mensajes significa que siempre habrá una visión de Elon para cualquier tema candente. Desde que es dueño de la plaza digital más popular entre los creadores de noticias, apenas se le ha puesto freno.

Musk siempre ha hablado claro. Pero su enorme número de seguidores en X y su casi constante flujo de mensajes le han llevado a opinar sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamás, las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, el debate sobre el antisemitismo en Harvard y muchos otros temas. Casi todos los temas son polémicos.

Aunque Musk no es un experto en ninguno de estos temas, a menudo se ha ganado la atención de los líderes mundiales. Con frecuencia sus declaraciones se difunden sin mayor análisis.

Todo ello sin dejar de dirigir también Tesla y SpaceX.

Pocos líderes empresariales pueden presumir de este tipo de influencia transversal.

Así es como lo ha conseguido.

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Bienvenido a X

Cuando Musk decidió sacar a Twitter de la bolsa en 2022, sus ambiciones para la red social eran una incógnita. Ahora lo tenemos más claro.

El primer paso en su reinado en Twitter ha sido la reducción de costes, y Musk prescindió inmediatamente de casi el 90% de los trabajadores de la empresa.

La contundente medida marcó una tendencia para el resto de Silicon Valley. Los CEO que tomaron decisiones difíciles sobre cómo afrontar una economía con tipos de interés altos siguieron su ejemplo y realizaron despidos drásticos en nombre de la eficiencia.

Después, Musk pareció tratar de reconstruir Twitter, o X, a su imagen y semejanza.

Presentándose como un populista antielitista y partidario de la libertad de expresión para todos, Musk eliminó el sistema de verificación de Twitter, que había dado prioridad a periodistas, políticos, académicos y famosos. Ahora cualquiera puede pagar por la verificación.

Tras despedir a la mayor parte del equipo de seguridad y control de Twitter, la función "Notas de la comunidad" pasó a ser la encargada de regular las publicaciones dañinas o incorrectas.

Finalmente, Twitter desapareció por completo cuando Musk cambió el nombre de la empresa a X.

Una herramienta política contra el "virus de la mente woke"

El control que el multimillonario ejerce sobre X ha convertido a Musk en una persona enormemente influyente a la hora de moldear la forma en que millones de personas asimilan las noticias sobre todo tipo de temas, desde conflictos hasta elecciones.

A finales de noviembre, Musk viajó a Israel para reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Isaac Herzog y visitar los lugares devastados por los atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre. El viaje se produjo después de que amplificara un tuit antisemita, que describió como "la pura verdad".

A principios de noviembre, al término de una cumbre sobre IA organizada por el Reino Unido, Musk compartió escenario con el primer ministro Rishi Sunak. Durante el debate, describió la IA como un "problema de genios mágicos".

Jefes de Estado de países como Corea del Sur, India, Turquía y Francia se han reunido con Musk este año. En mayo, realizó una gira relámpago por China. El viaje incluyó reuniones con ministros de varios departamentos del Partido Comunista Chino.

En Estados Unidos, Musk ha invitado a aspirantes a la presidencia, como Ron DeSantis, a presentar sus campañas a través de Spaces.

¿Sus razones?

En 2022, Musk dijo que iba a meterse más en política para acabar con el "virus de la mente woke".

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Musk protagonizó todo verano repleto de roces con Mark Zuckerberg después de que el Meta lanzara un competidor de X, llamado Threads.

En respuesta, Musk retó a Zuckerberg a un combate de MMA, que posiblemente él hubiera querido (o no) que se celebrara ante público en directo en el Coliseo de Roma.

Como es habitual en Musk, el combate no llegó a celebrarse.

También ha disparado contra el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, por sus peticiones de donaciones. Ha expresado "sentimientos encontrados" hacia Sam Altman, el jefe de ChatGPT con el que cofundó OpenAI.

Musk también afirmó que el máximo responsable de Disney, Bob Iger, debería ser "despedido inmediatamente" después de que la compañía dejara de anunciarse en su plataforma.

Evidentemente, Musk disfruta teniendo millones de seguidores a su disposición. Pero, ¿tiene X los días contados? Se cree que los ingresos del portal se han desplomado porque los anunciantes han abandonado la plataforma. Una teoría: Musk está destruyendo deliberadamente la plataforma para reducir el pago de intereses de la deuda que tiene con los bancos que financiaron su adquisición. Puede que en 2024 ya no haya una X en la que publicar.