Los 7 pueblos más bonitos de Castilla La Mancha para ir de escapada rural este verano
- Si eres de los que está pensando en viajar este verano por España, Castilla La Mancha es un destino repleto de encanto por descubrir.
- Seguir la ruta de El Quijote, el Cid o el Románico te permitirá conocer pueblos rebosantes de encanto e historia.
- Castillos medievales, casas señoriales y ciudades al más puro estilo Siglo de Oro son algunos de los tesoros que te aguardan en esta región.
- Para descubrirlo aquí hay 7 de los pueblos más bonitos de Castilla La Mancha a los que escaparte este verano.
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Si estás pensando pasar tus vacaciones de verano en España, Castilla La Mancha puede ser un destino a descubrir repleto de gratas sorpresas.
Y es que está región guarda en su haber un alto patrimonio monumental e histórico, reconocidos parajes naturales y, como no, una llamativa gastronomía.
Castilla La Mancha es sin duda la belleza de las Casas Colgadas de Cuenca, el Corral de Comedias de Almagro y por supuesto el imponente Alcázar de Toledo.
Aunque recorrer esta tierra literaria también es conocer pequeños pueblos de interior repletos de historia y monumentos únicos que trasladan al Siglo de Oro, al medievo o incluso mucho más atrás. Ya que aquí se asientan hasta cuatro Parques Arqueológicos con algunas de las muestras rupestres más antiguas de España.
La Mancha es conocida mundialmente por acoger las aventuras de El Quijote. Rastrear sus huellas es posible en alguna de las rutas que recorren los pasajes de este famoso personaje. La región también permite seguir las rutas de otro célebre, el Cid o del Románico, conociendo algunos de sus monumentos más llamativos.
Esta región también es un destino rural único para los amantes de la naturaleza por el gran número de entornos naturales que acoge, como las Tablas de Daimiel y el Parque Natural de Cabañeros.
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Si estás pensando en un viaje al interior de España, aquí tienes 7 de los pueblos más bonitos de Castilla La Mancha para descubrir este verano.
Sigüenza (Guadalajara)
Sigüenza es uno de los lugares más populares y visitados de Castilla La Mancha, debido a su alto valor patrimonial tanto histórico como monumental.
Visitarla es recorrer su historia medieval, renacentista, barroca y moderna (por su papel en la Guerra Civil). Desde ella es posible seguir los pasos del Cid o El Quijote a través de las rutas de estos personajes que pasan por aquí.
Su castillo, su Plaza Mayor y sobre todo la catedral, son los principales reclamos para el visitante. Esta última, de estilo románico con acabado gótico acoge en su interior uno de los monumentos más visitados de la villa, el conocido como Doncel —una talla de alabastro del siglo XV que representa a Martín Vázquez de Arce, un joven de la baja nobleza que murió batallando en la reconquista de Granada — un ejemplo destacado del arte funerario español.
La casa del doncel, de estilo gótico civil, la iglesia románica de San Vicente, las murallas o la iglesia de Santiago también de estilo casi destruida durante la Guerra Civil son parte del elevado patrimonio que guarda Sigüenza.
Consuegra (Toledo)
La esencia manchega y castellana se concentra en este pequeño pueblo toledano de incuestionable encanto.
Su castillo se alza en el horizonte, recuerdo de épocas pasadas que se remontan quizá más allá del siglo X, primera documentación que se tiene de esta fortificación.
Próximo a él los molinos de viento presidiendo el paisaje manchego dibujan una estampa de llamativa belleza. Imposible no rememorar a Don Quijote de La Mancha, el nombre más famoso de estas tierras, y su batalla contra los gigantes. En este espacio, todo ello cobra vida y sentido.
En el pueblo, La plaza de España es el eje a partir del cual se vertebra todo lo demás.
La Torre del Reloj, el edificio de Los Corredores, del XVII, la ermita del santísimo Cristo de Veracruz, con su fachada de mármol blanco, o la iglesia parroquial Santa María la Mayor, con su cripta mudéjar, son algunos de los monumentos más sobresalientes de Consuegra que merece la pena visitar.
Alcalá del Jucar (Albacete)
Asentado sobre una ladera se extiende Alcalá del Júcar.
El pueblo va trepando en su disposición por la garganta trazada por el río Júcar, del que toma su nombre, lo que le otorga una imponente estampa, coronada en lo alto por el Castillo.
Esta singular ubicación, además de aportar gran belleza, hace que el trazado del pueblo se componga de estrechas y empinadas callejuelas en las que se asientan de manera irregular sus casas. Inscrito en la lista de Pueblos más Bonitos de España, su casco antiguo está declarado Conjunto Histórico- Artísitco desde 1982. Pasear por él es descubrir un sinfín de rincones repletos de encanto.
Merece la pena también las vistas del pueblo durante la noche, pues su encendido fue galardonado en 1986 con el tercer premio internacional en iluminación artística, tras la Torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul.
El entorno también favorece las excursiones al aire libre, al parque natural Hoz del Júcar, el embalse del Molinar o el Paraje natural del Tranco del Lobo.
Almagro (Ciudad Real)
El Corral de Comedias es sin duda el emblema de Almagro que ha colocado a esta localidad en el mapa internacional gracias a su Festival Internacional de Teatro. Este conserva aún hoy su estructura original del siglo XVII, siendo el único completo que data de esa época.
Pero Almagro no solo es su teatro, y ofrece a todo el que la recorre muchos atractivos con los que deleitar la vista. Inscrito dentro de la lista de Pueblos más Bonitos de España, su casco histórico está declarado Conjunto Histórico- Artístico desde 1972.
La localidad alcanzó su máximo esplendor durante los siglos XVI y XVII, con la llegada de familias adineradas que se asentaron aquí atraídas por los negocios y ferias de la zona. Esto contribuyó a generar un entramado urbano repleto de casas solariegas hidalgas y palacetes que dibujan el conocido como Barrio Noble. Varias de estas edificaciones se ubican en la Plaza Mayor, de inspiración flamenca y otro de los emblemas de Almagro.
Villanueva de los Infantes (Ciudad Real)
Declarada Conjunto Histórico Nacional, recorrer las calles de este pueblo es poder ser testigo de buena parte del barroco y renacimiento manchego más destacado.
Su trazado guarda el reflejo de lo que eran las ciudades en el Siglo de Oro. Destacan aquí La Casa de los Estudios, palacios como el de los Ballesteros o la Casa Palacio de los Rebuelta, o casonas nobles como la del Caballero del Verde Gabán.
Numerosa y relevante también es su arquitectura religiosa, de la que destaca la Iglesia Parroquial de San Andrés construida en el siglo XVI de estilo manierista.
Villa monumental y señorial, Villanueva de los Infantes está estrechamente ligada a la literatura española. Por ella transitó Lópe de Vega, en ella murió Francisco de Quevedo, e incluso se especula con que pudiera ser "ese lugar de la Mancha" de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse.
Atienza (Guadalajara)
Franqueada por la Serranía Norte de Guadalajara, Atienza se alza imponente en el horizonte, con su emblemático castillo dominando el cerro.
El pueblo se inscribe en un cruce de rutas importantes de la zona como la del Cid, la del Quijote y la ruta del Románico Rural. Entre el rico patrimonio monumental que atesora esta villa destacan su Castillo, del que se conservan el patio de armas y la Torre del Homenaje, citado en el Cantar del Mío Cid como “peña muy fuerte”.
Otras edificaciones civiles repartidas entre sus callejuelas empedradas y sinuosas son el entramado que conforman la Plaza del Trigo, ejemplo de plaza castellana o la Plaza de España, de forma triangular con la fuente de los delfines del siglo XVIII.
En cuanto a sus obras religiosas, la villa llegó a albergar hasta 14 iglesias de las que en la actualidad quedan 8 además de 3 ermitas. Sobresalen el ábside del Monasterio de San Francisco, de estilo gótico o la iglesia de San Bartolomé, edificada en el siglo XIII, aunque reformada durante el XVI.
Alarcón (Cuenca)
Esta villa medieval otea el horizonte desde el peñasco en el que se asienta.
Llama la atención su castillo, fortaleza de origen árabe construida en el siglo VIII en lo alto de la colina, sobre un meandro del río Júcar. Hoy convertido en Parador de Turismo, sobresale su Torre Homenaje, levantada en el siglo XV.
Declarado conjunto histórico, el casco antiguo de Alarcón se arremolina en torno al recinto amurallado y traslada a tiempos pasados. Sobresalen la Iglesia de Santo Domingo, del siglo XIII y declarada Bien de Interés Cultural o la Iglesia de la Santa Trinidad, de los siglos XIII y XVI.
En los alrededores se ubican las llamadas Pinturas Murales de Alarcón, una impresionante obra pictórica realizada por el artista Juan Mateo señaladas por la UNESCO por su interés artístico mundial.
El entorno de Alarcón es además idóneo para la práctica de deportes como el senderismo en el paraje de las Hoces de Alarcón, o deleitarse con las actividades acuáticas en el humedal del río Júcar.
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