¿Soportará la red eléctrica la llegada de los vehículos conectados? El número de cargadores y el tiempo será crucial, según los expertos

Un coche eléctrico repostando en un cargador público.

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  • Los expertos alertan que debemos modificar las horas de recarga de los coches eléctricos si no queremos saturar la red.
  • Además, que el Gobierno cumplan con los objetivos de instalación de puntos de recarga va a ser fundamental. De 2018 a la actualidad hemos pasado de ser un país no apto para coches eléctricos a tener "mucho potencial".

Poco a poco tendremos que decir adiós a los coches de combustión para acoger a los vehículos eléctricos. Al menos esa es la idea que tienen tanto España como Europa. 

Los parlamentarios europeos han llegado a un acuerdo político para prohibir la venta de coches diésel y gasolina a partir de 2035. Tan solo falta la aprobación formal por parte de los Estados miembros y el Parlamento Europeo para que sea completamente oficial.

Una decisión que también sostienen los principales fabricantes de coches. Marcas como Audi ya ha anunciado su intención de dejar de fabricar coches de combustión a partir de 2033 y, a partir de 2026, solo lanzará vehículos eléctricos.

Ante este próximo auge que va a producirse de vehículos eléctricos, la duda que ronda sobre el sector es si la red eléctrica está preparada para soportar la carga de todos esos nuevos coches. Los expertos no consiguen llegar a un acuerdo en este sentido.

Por un lado, un informe elaborado por investigadores de Stanford afirmaba que de cara a 2030 el número de vehículos eléctricos se habrá duplicado o triplicado en la mayoría de ciudades, esto hará que la red sufra problemas de tensión.

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Una opinión contraria a la de los investigadores de BloombergNEF, que desmienten lo que ellos consideran un mito. Según el proyecto de investigación energética, aunque todos los coches que se vendan a partir de 2030 sean eléctricos, la nueva demanda de electricidad en 2040 solo supondría entre un 11 y un 15% más.

"El coche eléctrico supone un cambio. En el pasado usábamos gasoil y gasolina en el coche. Vas a una gasolinera y lo llenas y eres feliz y puedes conducir a donde quieras. Y ha estado funcionando durante más de 100 años y es una especie de tecnología simple que funciona. Ahora nos estamos moviendo a otra cosa, que es básicamente cargar con energía", afirma Christian Blom, director de Operaciones Europeas de Nuvve.

En principio, los expertos señalan que el principal conflicto es la sobrecarga de la red durante la noche. "Todo el mundo pone el coche a cargar cuando llega a casa del trabajo, normalmente a partir de las 20 horas. Esto puede hacer que la red eléctrica explote", explica el directivo. Además, según apunta Christian Blom a Business Insider España, cargar por la noche es más caro.

"El futuro va a ser eléctrico. Todas las marcas, como Volkswagen, están cambiando a la electricidad y estas subvenciones están llegando. Así que el cambio está empezando y ahora hay que encontrar la manera para que no cause problemas e, incluso, sea barato", señala Blom.

Una de las soluciones que dan los expertos es modificar esas horas de carga y moverlos al día. Desde Stanford animan a que los propietarios de estos coches eléctricos renuncien a la carga en casa durante la noche y comiencen a repostar el coche durante el día en el trabajo.

El futuro pasa por las tecnologías V2G y V2X

Uno de los sistemas V2G de Nuvve en una flota de autobuses escolares de EEUU.
Uno de los sistemas V2G de Nuvve en una flota de autobuses escolares de EEUU.

Nuvve

Otra de las soluciones en la que llevan trabajando desde hace tiempo tanto empresas privadas como organismos públicos es en crear una red eléctrica de doble sentido. Esto es la tecnología denominada V2G, que consiste en que las baterías de los vehículos eléctricos puedan ayudar a alimentar la red eléctrica de una región en situaciones de emergencia o periodos de máxima demanda. 

No solo los hogares y los fabricantes de vehículos confía en el sistema V2G, las compañías eléctricas también ven en las baterías de los vehículos eléctricos un nuevo recurso potencialmente fiable ante energías renovables que aún son intermitentes

Según Jim Poch, director de transporte eléctrico de Duke Energy Corp., que tiene proyectos piloto para probar autobuses escolares eléctricos como fuentes de energía en Carolina del Norte e Indiana, "la red va a tener que hacerse más inteligente y distribuida".

Otra de las empresas que están desarrollando esta tecnología es Nuvve, que ha desarrollado un software que se puede instalar tanto en baterías como en cargadores. "Estos vehículos se utilizan por la mañana y por la tarde y pasan muchas horas parados, pudiendo vender la energía que almacenan", destaca Christian Blom.

De hecho, hay expertos que consideran que la solución de carga bidireccional puede favorecer el futuro de la red eléctrica. 

Ese es el caso de John Isberg, vicepresidente de la compañía eléctrica National Grid, que detalla a The Wall Street Journal que la conexión de los vehículos a la red podría retrasar o evitar la necesidad de actualizar el sistema, por ejemplo, sustituyendo o añadiendo líneas eléctricas, a medida que aumenta el uso de vehículos eléctricos y otros aparatos eléctricos.

Los fabricantes de automóviles tendrán mucho que decir a la hora de decidir si la tecnología "'ehículo a red' sale adelante, porque los vehículos tienen que estar preparados para un flujo eléctrico bidireccional. Vender electricidad a la red también requerirá determinados programas informáticos y cargadores. Hasta ahora, los fabricantes de automóviles no se han decidido a ofrecer esta opción a los conductores. 

"Los fabricantes tienen que sentirse cómodos con los cargadores bidireccionales porque, en última instancia, son ellos quienes respaldan las garantías de sus vehículos", afirma Pooja Goyal, director de inversiones del grupo de infraestructuras de la empresa de capital riesgo Carlyle Group Inc.

 

Además de la solución de 'vehículo a red', existe otra denominada V2X, que significa 'vehículo para todo'. Como su propio nombre indica, los coches con esta tecnología pueden conectarse con cualquier cosa, por eso son la base de la conducción autónoma.

Sin embargo, para  pasar del vehículo al hogar o del vehículo a la red eléctrica se necesitaría un cargador que permitiera el doble flujo de energía.

Una de las startups que más están desarrollando esta solución es Fermata Energy. Sobre este asunto de los cargadores, su fundador y director ejecutivo, David Slutzky, espera que este año salgan al mercado en Estados Unidos varios modelos cuyo coste oscilará entre 5.000 y 6.000 dólares.

"El vehículo a la vivienda podría sustituir a los generadores de reserva de algunos propietarios, mientras que los programas de vehículo a red podrían reducir los costes de los VE, que son más caros que los vehículos de gas", afirma Slutzky. 

"El almacenamiento masivo del que debe disponer la red para permitir el aumento de las energías renovables estará bajo el capó de los coches", afirma. "Y la posibilidad de acceder a él va a repercutir favorablemente en el coste real de un vehículo, porque ahora pueden ganar dinero".

Los camiones no saturarían la red eléctrica

Camión eléctrico de MAN

Por otro lado, están los camiones. La electrificación de esta flota también pueden sobrecargar la red, ya que necesitan más energía para conseguir recargarse al completo y poder rendir a la misma altura que están los de combustible. Para soportar tanto camiones como vehículos, la red debe ampliarse. 

Aunque de momento no hay demasiados informes, los expertos consideran que el cambio a camiones eléctricos no afectaría a la red. Según el Instituto Americano de Física, a medida que crece la adopción de EV, también crece nuestro suministro de electricidad. Este crecimiento debe ir acompañado de inversiones en nuevas líneas de transmisión para garantizar que toda la energía nueva fluya a la red.

Según publica Climatenexus, a nivel mundial, electrificar la flota de vehículos del mundo agregaría solo un 25% a la demanda mundial de electricidad en 2050, mientras que se prevé que el suministro mundial de electricidad crezca más del 60% desde los niveles de 2020 para 2026. 

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Además, no hay que olvidar que los camiones también pueden contener tecnología V2G y V2X, por lo que pueden convertirse en una batería rodante mientras no están en uso, almacenando el exceso de energía generada durante los períodos de menor actividad, como durante la noche o a la mitad del día, y devolviéndola cuando la demanda aumenta.

Las principales empresas de servicios públicos están tratando de adelantarse al crecimiento esperado del mercado de automóviles y camiones eléctricos al unir fuerzas para construir una red de carga. En el caso de la Unión Europea, los 3 grandes fabricantes de camiones, Volvo, Traton y Damlier, han firmado una alianza para desarrollar la infraestructura de recarga del camión eléctrico.

Según detalla EDP, la inversión inicial, de 500 millones de euros, permitirá instalar 1.700 puntos de carga para camiones y autocares a lo largo de la red de carreteras del continente. Esto se hará a través de la empresa creada por las 3, denominada CV Charging Europe.

La red cubre así las necesidades que tendrán los transportistas europeos en los próximos años con unas electrolineras que garantizarán un transporte cero emisiones.

El cambio de España en materia de recarga

Hombre cargando un coche eléctrico

Otro punto importante es la instalación de cargadores públicos. "Animamos a los responsables políticos a considerar tarifas de servicios públicos que fomenten la recarga diurna e incentiven la inversión en infraestructura de recarga para que los conductores se desplacen de su casa al trabajo para recargar", señala el coautor del estudio de Stanford, Ram Rajagopal.

En este tema, España va muy retrasado. Actualmente, el 90% de la red de recarga rápida cae en manos de empresas privadas. El plan del Gobierno para estas fechas era tener 45.000 cargadores. Sin embargo, en la actualidad no llegan ni a los 18.000 puntos. Aunque el ritmo de crecimiento es rápido, aún es insuficiente. 

Estos cargadores no sirven para recargar los casi 200.000 coches 100% eléctricos que hay en España. Un problema que va a empeorar, ya que España tiene el objetivo de poner en circulación 5 millones de vehículos eléctricos en 2030. Unos objetivos que también quedan muy lejos de cumplirse.

 

"Creo que hay mucho potencial en España. El hecho de que el Gobierno empiece a añadir más incentivos y apoyo a todos los diferentes tipos de vehículos que están llegando es un reflejo. Hay mucho potencial para que el vehículo eléctrico sea realmente un participante activo en este nuevo mercado renovable para ayudar a poner en marcha todo esto que va a ser necesario y realmente va a ayudar a descarbonizar España", señala Christian Blom.  

Sin embargo, de cara a nuestro país, los expertos consideran que la principal causa de ese retraso es la falta de una red de recarga pública. "Cuando en 2018 me mudé a España era prácticamente imposible poder tener un coche eléctrico porque no había lugares donde cargarlos, ni siquiera en las casas. Eso poco a poco va cambiando", explica Blom.

Aunque aún queda mucho trabajo para que todos los vehículos del mundo sean eléctricos, los expertos ya dan señales de cómo debe prepararse la red eléctrica. Ante este debate, todo apunta a que será capaz de soportar toda esta recarga, ya que su capacidad también se irá ampliando. Sin embargo, parece fundamental que tecnologías como la V2G y la V2X se potencien.

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