El alimento coreano altísimo en probióticos que mejora tu microbiota, sistema inmune y colesterol

Seguramente lo hayas visto en alguna tienda especializada en alimentación asiática, comercializado en latas o frascos, aunque también puedes hacerlo en casa y tener a mano una conserva deliciosa, saludable y rica en probióticos. Se trata del kimchi y es uno de los mejores aliados que puedes introducir en tu dieta para mejorar la salud en diversos aspectos.

Hay cientos de recetas de este plato tradicional coreano, aunque la verdura más común es la col china o el repollo. Como ingredientes adicionales también destacan la zanahoria, el pimiento, el pepino, la berenjena, los rabanitos, los brotes de bambú, el nabo o el apio. Lleva cebolleta, ajo, caldo de verduras o salsa de pescado, jengibre y chile, responsable de dar al kimchi su exquisito punto picante.

Todos estos ingredientes hacen del kimchi una guarnición o plato de elevada densidad nutricional: solamente la col china tiene vitaminas A y C, 10 minerales diferentes y más de 34 aminoácidos. Según WebMD, el kimchi está repleto de betacaroteno y otros compuestos antioxidantes que reducen el riesgo de derrames cerebrales, cáncer, diabetes y cardiopatías. 

Entre los nutrientes más destacados del kimchi destacan la vitamina A, la vitamina C, la vitamina K, el folato, la colina, el potasio o el calcio. La vitamina K es esencial para coagular la sangre, mejorar la salud de los huesos y evitar la osteoporosis, mientras que la colina es vital para mejorar el estado de ánimo, la memoria, los músculos o el sistema nervioso.

Además, es un ingrediente bajo en calorías y aporta cantidades interesantes de proteínas y fibra: en 150 gramos de kimchi solo hay 23 calorías, brindando a tu organismo 2 gramos de fibra, 2 de proteínas.

Introduciendo el kimchi en tu dieta también mejorarás tu salud digestiva, ya que se trata de un alimento fermentado, rica fuente de probióticos que ayuda a enriquecer la diversidad de bacterias buenas de tu intestino, lo cual contribuye a mantener un tránsito saludable, a mejorar la microbiota y a fortalecer tu sistema inmune. La vitamina C también ayuda a reforzar tus defensas.

Por ello, el kimchi ayuda a reducir los síntomas negativos de muchos trastornos gastrointestinales como la diarrea, el estreñimiento, el síndrome del intestino irritable y la inflamación del colon. En general, es un buen alimento para mejorar la respuesta antiinflamatoria, tal y como destacan diferentes investigaciones.

Si eres diabético o tienes el colesterol alto, es una comida muy interesante: hay estudios que señalan que el kimchi puede reducir la resistencia a la insulina y regular los niveles de colesterol en sangre. 

Los probióticos también se han mostrado eficaces para mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de aterosclerosis gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y reductoras del colesterol.

Y eso no es todo: el kimchi tiene potencial anticancerígeno, según un estudio publicado en 2014 en el Journal of Medicinal Food. Según este, el ácido láctico Weissella cibaria y el Lactobacillus plantarum son capaces de frenar el desarrollo y crecimiento de las células cancerígenas del cuerpo.

Recuerda que hacer kimchi en casa es muy sencillo. Tendrás botes para todo el invierno y podrás preparar con él múltiples platos, desde arroces a ensaladas, pasando por brioches, salsas, timbales o fideos. No olvides que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera uno de los alimentos más sanos del mundo.