Tesla no puede superar la crisis de los coches eléctricos

El líder de los coches eléctricos, Tesla, por fin empieza a notar la ralentización de las ventas de vehículos eléctricos que ya está sacudiendo al resto del sector.

La compañía automovilística de Elon Musk ha registrado sus entregas trimestrales más bajas desde 2022, lo que supone su primer descenso trimestral interanual desde 2020 y la mayor caída de su historia en comparación con las expectativas de los analistas.

Este duro trimestre es la primera señal de que el líder de los vehículos eléctricos no es inmune a la desaceleración de las ventas de este tipo de coches que ha perseguido a sus competidores desde la segunda mitad de 2023.

Hasta ahora, Tesla ha sido capaz de mantenerse al día con un grupo demográfico cambiante de compradores de coches eléctricos, disminuyendo sus fuertes márgenes de beneficio para bajar los precios.

Pero incluso sus económicos Model 3 y Model Y vieron caer las entregas un 10% respecto al mismo periodo del año anterior y un 20% respecto al trimestre anterior.

¿Está preparada Tesla para la próxima oleada de compradores de coches eléctricos?

Para los compradores de coches eléctricos más recientes, puede que no baste con bajar los precios.

Un reciente estudio de Boston Consulting Group ha revelado que los compradores de la próxima ola de coches eléctricos dan más importancia a los costes de funcionamiento del vehículo y a la compra de marcas más consolidadas.

Muchos de estos compradores se decantan por los híbridos, que Tesla no vende. BCG prevé que los segmentos con mayor demanda de híbridos serán las berlinas, los coupés y los crossovers de gama alta y de gran consumo, justo el segmento en el que Tesla es más fuerte.

BCG también descubrió que solo un vehículo satisface actualmente a los consumidores en cuanto a precio, autonomía y tiempo de carga: El Ioniq 6 de Hyundai. El Model 3 "le sigue de cerca", según BCG.

Tesla atribuyó parte del descenso de las entregas en el primer trimestre a la ralentización de la producción relacionada con la puesta en marcha de su renovado Model 3 y el cierre de fábricas en el extranjero.

Aun así, los analistas temen que el informe del primer trimestre de Tesla apunte a un año más difícil.

"Más allá del conocido cuello de botella en la producción, también puede haber un grave problema de demanda", señaló el martes Emmanuel Rosner, de Deutsche Bank.

Tendrán la oportunidad de preguntar al propio Elon en una conferencia telefónica sobre beneficios prevista para el 23 de abril.