Elon Musk ha vuelto a la carga con la rebaja de los precios de Tesla. Si durante el año pasado, la marca de coches eléctricos comenzó con recortes en el precio de sus diferentes modelos, ahora vuelve a la carga. Sin embargo, el contexto no es el mismo. Las marcas chinas se están enfrentando a un problema con su rentabilidad.

Según informa Bloomberg, los primeros descuentos se han aplicado en sus dos modelos más vendidos. Por un lado, el precio del Model 3 se ha reducido un 5,9%, hasta 245.900 yuanes (31.561 euros), mientras que el del Model Y ha bajado un 2,8%, hasta los 266.400 yuanes (34.193 euros).

Esto puede volver a provocar, como ya ocurrió en el pasado, que aumente la presión sobre el resto de competidores, haciendo que ellos también bajen los precios. Esto es algo que en 2023 ha perjudicado a Xpeng, BYD o Volkswagen, haciendo que algunas de ellas no lograsen sus objetivos de ventas.

Mientras tanto, se prevé que el mercado de coches eléctricos de China se ralentice por segundo año consecutivo en 2024, ya que la irregular recuperación económica del país tras la pandemia pesa sobre la confianza de los consumidores. 

Según la Asociación China de Turismos, los envíos de vehículos eléctricos de batería e híbridos enchufables a los concesionarios aumentarán un 25% este año, hasta alcanzar los 11 millones de unidades. Se trata de un crecimiento del 36% en 2023 y del 96% en 2022.

"La brecha entre los fabricantes de automóviles chinos y Tesla se ha reducido de manera significativa", afirma Paul Gong, analista de UBS Group AG, destacando el ritmo al que los fabricantes chinos han lanzado nuevos modelos y su enfoque en tecnologías avanzadas. Tesla, cuyas ventas se basan principalmente en el Model 3 y el Model Y, ha recurrido cada vez más a los recortes de precios para atraer a los compradores.

Sin embargo, a lo largo de 2024, las marcas chinas se enfrentan a otro problema: la exportación a Europa. La escasez de buques de transporte de automóviles ha elevado los precios del transporte marítimo a niveles récord y ha limitado el flujo de exportaciones de coches eléctricos de China a Europa. Algo que se va a extender durante este año.