La ancestral verdura de invierno que baja tu colesterol y te ayuda a ir al baño

El cardo no es una de las verduras más conocidas ni consumidas en España, pero en cuanto conozcas todo lo que puede hacer por ti, seguramente le hagas un hueco entre tus recetas.

Desde Verduras de Tudela explican que esta planta comestible, cuyo nombre científico es Cynara cardunculus, pertenece a la familia de las asteráceas, de la que también forman parte las verduras de hoja —como la achicoria, la lechuga, la endibia o la escarola—, o las de flor, como las preciadas alcachofas.

El superalimento de picoteo con más proteínas que el chuletón y 10 veces más fibra que la lechuga

Según la web Soy de Temporada, esta hortaliza de invierno típica de la gastronomía del norte de España se consumía mucho en el pasado y en estos últimos años se está volviendo a poner de moda debido a sus cualidades nutritivas. La puedes encontrar entre noviembre y marzo y el top de provincias productoras son Navarra (58,21%), Valencia (21,37%) y La Rioja (8,38%).

Su cultivo se remonta muchos siglos atrás: los romanos consideraban el cardo un alimento de lujo reservado a las clases altas. Crece de forma espontánea en el Mediterráneo y durante la Edad Media se empezó a extender su sembrado por Francia, España o Italia.

Beneficios del cardo para la salud

Según explican desde la Federación Española de Nutrición, el cardo tiene una composición nutritiva muy similar a la alcachofa. Posee un contenido modesto en hidratos de carbono, entre los que destaca la presencia de inulina, un fantástico prebiótico para la microbiota intestinal, así como ciarina, un compuesto bueno para el hígado, y que estimula la secreción biliar.

Respecto a las sales minerales, el cardo sobresale frente a otras verduras por su abundancia en calcio y hierro. Según los datos de FEN, una ración de cardo equivale al 18% de las ingestas recomendadas de calcio al día para hombres y mujeres de 20 a 39 años y al 24% de las ingestas de hierro para hombres y al 13% para mujeres. 

Las vitaminas son escasas, sobresaliendo la vitamina C y también la riboflavina, aunque con menor presencia que en otras verduras. Desde Verduras de Tudela destacan su riqueza en fibra y su aporte de potasio, sodio, fósforo y selenio. Además de escasos en calorías —aporta 20 calorías por cada 100 gramos—, los cardos son digestivos, diuréticos, laxantes y tónicos.

¿Qué beneficios tiene el cardo para la salud? Es un buen alimento para las personas con diabetes —desde la Clínica Mayo explica que hay estudios que apuntan a la reducción de la glucosa en sangre—, para cuidar del sistema renal y prevenir los cálculos biliares, para mejorar las digestiones o para depurar el organismo y evitar la retención de líquidos gracias a su acción diurética.

También existen algunos estudios de laboratorio que sugieren que sustancias como la silimarina  pueden tener efectos anticancerígenos para evitar la división y reproducción celular de las células cancerosas, acortar su vida útil o reducir el suministro de sangre a los tumores. 

Por último, el cardo tiene capacidad para reducir los niveles de colesterol LDL o colesterol malo, reduciendo a su vez la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas, aunque cabe destacar que los estudios se han realizado en personas con diabetes. 

¿Qué recetas puedes hacer con cardo?

Además de un alimento sano, el cardo se considera un exquisito producto culinario, que puede prepararse de maneras muy diferentes: en ensaladas, con diferentes salsas, en bechamel, con jamón o de forma tradicional, "a la navarra". 

Para sacarles el mejor partido previamente debes limpiar bien el cardo y sumergirlo en un bol con agua y perejil para que no se oxide, al igual que se hace con la alcachofa. 

Para cocinar cardo, desde Directo al Paladar proponen muchas ideas: desde condimentarlo con una buena vinagreta a combinarlo con productos del mar como almejas y langostinos, probarlo en una merluza en salsa verde o incorporarlo a menestras, tortillas y revueltos.

En la plataforma de recetas Cookpad puedes encontrar muchas recetas con cardo: por ejemplo, cardos en salsa de almendra y bechamel, cardo con huevo poché, guiso de cardo con salchichón ibérico, cardo con almejas, cardo en salsa de almendras o cardo esparragado con yema de huevo.