Los 8 peores alimentos para la piel, según los dermátologos

Alimentos malos para la piel

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La piel es muy permeable a tu alimentación y a tus hábitos de vida: lo que comes y las costumbres que tienes pueden provocar que envejezca a velocidad de vértigo o que se conserve fuerte, hidratada, tersa y saludable.

¿Cuáles son los peores alimentos para la piel y qué consecuencias tiene su ingesta? No solamente aceleran la formación de arrugas, sino que también pueden agravar la sequedad, provocar brotes de acné, favorecer la aparición de imperfecciones o restar brillo e hidratación. 

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Mientras que existen alimentos fantásticos para cuidar la piel como el pescado azul, el huevo, la zanahoria, los frutos secos o el aceite de oliva, otros ingredientes son malos para tu salud cutánea. Los dermatólogos advierten cuáles son los peores ingredientes para la piel. 

La lista es larga: la comida rápida, los productos lácteos, las harinas refinadas, los alimentos ricos en azúcares añadidos, los fritos o las grasas saturadas son el principal obstáculo para que tu piel luzca joven, radiante y saludable. Lo que sucede es que los alimentos hipercalóricos, grasos e irritantes provocan un aumento en la producción del sebo, multiplicando granos y espinillas.

Repasa la lista de los principales enemigos para tu piel.

Embutidos y otras carnes procesadas

Embutido

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Esos bocadillos de salami, ese tocino frito o esas salchichas no le gustan nada a tu piel. La principal razón es que la carne procesada es alta en sodio, grasas saturadas y nitratos, causantes de inflamación, tal y como explica el dermatólogo Yoram Harth a Eat This, Not That. 

Además de ser malos para la piel, comer embutidos a diario puede agravar el riesgo cardiovascular, aumentar el colesterol malo o LDL, subir los triglicéridos en sangre y elevar las papeletas de varios tipos de cáncer, obesidad o diabetes. 

Carne roja

carne roja

La carne roja es la más rica en grasas saturadas. La IARC la clasifica dentro del Grupo 2A, es decir, como probable carcinógeno para los seres humanos. En lo que respecta a la piel, los cortes grasos de carne están asociados con altas concentraciones de un factor que hace crecer la insulina, que a su vez estimula los andrógenos que producen sebo, causante de la formación de acné.

La principal recomendación es limitar el consumo de carne roja, tanto por motivos medioambientales como de salud, y sustituirla por proteína magra de origen animal como pollo, pavo o pescado, o proteína vegetal como tofu, seitán, legumbres o semillas.

Lácteos

Comer queso

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Diversos estudios vinculan el consumo excesivo de productos lácteos, como la leche de vaca y los quesos grasos elaborados a partir de la misma, con brotes de acné. El fenómeno que sucede detrás es que el factor IGF-1 sube, causando un aumento en el tamaño de la glándula sebácea de nuestra piel, lo que incrementa el sebo. 

Sin embargo, la leche desnatada parece causar incluso más brotes de acné que la leche normal, algo que puede deberse a un mayor contenido de azúcar en los productos lácteos bajos en grasa. 

Congelados y cocinas precocinadas

Lasaña congelada.
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La comida precocinada o congelada es más rica en sal, azúcares, aditivos, carbohidratos refinados y grasas poco recomendables. Además, en el caso del microondas, los plásticos pueden derretirse en la comida y causar que el cuerpo absorba toxinas y disruptores hormonales.

Además, las dietas ricas en comida de esta índole suelen ser menos ricas en productos frescos, vegetales o legumbres. Un estudio que vio la luz en el Journal of Evolution and Human Behavior detalla que quienes siguen una alimentación rica en frutas y verduras, especialmente las ricas en carotenoides, tienen un tono de piel más saludable y producen más melanina. 

Mayonesa (y otras salsas)

Salsass

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Las salsas industriales añaden calorías, sodio, azúcares y grasas a la dieta. Por ejemplo, la mayonesa tiene un alto contenido de aceites ricos en omega-6, que si no están bien compensados con los omega-3 aceleran los procesos inflamatorios, dañando la piel.

En todo caso, se recomienda moderar su consumo, cuidar el tamaño de las raciones, espaciar su ingesta y optar siempre por salsas caseras, con menos aditivos, sodio y elementos como el jarabe de fructosa, presente en condimentos como el kétchup. 

Bollería industrial, galletas y pasteles

Donut

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Donuts, pasteles, galletas o bollería industrial son ricos en grasas trans, harinas refinadas y azúcares añadidos, que contribuyen a la formación de arrugas. Además, las dietas muy altas en azúcar y carbohidratos inciden negativamente sobre la producción de colágeno, clave para mantener una piel flexible, firme y joven. 

Además, el azúcar provoca que los niveles de insulina suban, causando inflamación y daño de los radicales libres. La glucosa alta en sangre también daña nuestros vasos sanguíneos pequeños, lo que contribuye a la enfermedad microvascular. De hecho, estudios en personas diabéticas muestran poca elasticidad de la piel, curación lenta de heridas y envejecimiento acelerado de la piel.

Además, otros productos horneados como las empanadas o los pretzels tienen un alto contenido en sal, que junto al alcohol es otro de los elementos que causan más arrugas, cuya aparición puedes prevenir desde que eres joven

Pan blanco (y otros carbohidratos refinados)

Pan blanco

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Los carbohidratos refinados, como el pan blanco, son uno de los mayores contribuyentes a la glicación, un proceso en el que el azúcar se adhiere al colágeno. Las moléculas de colágeno modificadas, conocidas como productos de glicación avanzada, propician que el colágeno se vuelva rígido y se fracture, tornándose más débil.

Para una mejor salud cutánea, apuesta por el pan integral, la pasta integral y el arroz integral, más saludables también para el resto del organismo y con una mayor proporción de fibra. 

Fritos

Patatas fritas

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Los alimentos fritos como las patatas destacan por la presencia de grasas saturadas, se suelen freír en aceites hidrogenados y además, su alto contenido de sodio y sal deshidrata y provoca que la piel se apague temporalmente, perdiendo brillo y elasticidad.

Además, el alto contenido de carbohidratos simples también las hace un alimento que acelera y potencia la aparición de arrugas. 

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