El alimento número 1 para evitar la pérdida de memoria con el paso del tiempo

Los años no pasan en balde: la cúspide de la memoria está en la veintena, mientras que a partir de los 40 se inicia un cierto declive. 

Desde Top Doctors explican que a partir de los 50 años es frecuente que las personas se quejen de pérdida o falta de memoria, como consecuencia de dificultades para focalizar la atención cuando hay muchos pensamientos.

Sin embargo, el buen descanso, la actividad física frecuente, las técnicas de relajación o la dieta pueden conservar el cerebro joven durante más tiempo y combatir su envejecimiento prematuro. 

La clave está en buscar e incorporar nutrientes a tu alimentación que estimulen la buena memoria: como la vitamina C para evitar la oxidación, la vitamina B1 para la protección neuronal, el zinc para fijar los recuerdos o el magnesio para mejorar los procesos de aprendizaje y aumentar las sinapsis. 

El secreto está en el pescado azul y sus ácidos grasos omega-3

Tal y como explican desde Eat This Not That, los pescados azules son esenciales para la salud cerebral gracias a su riqueza en ácidos grasos omega-3, vinculados también a una mejor función cardiovascular, la reducción de triglicéridos, el alivio de la depresión y de la artritis o una menor inflamación.

Pescados grasos como el salmón, la caballa, la sardina y el arenque tienen algunos de los niveles más altos de ácidos grasos omega-3 que se pueden encontrar en los alimentos de forma natural. Escoge siempre pescados azules de menor tamaño. ya que tienen menos mercurio que las especies grandes como el atún rojo y el marrajo.

Puedes consumirlos frescos o en conserva, una modalidad perfectamente saludable.

Comer pescado azul todos los días, ¿es bueno o malo?

Estas grasas ayudan al cerebro a crear y mantener la memoria, desarrollando más células y preservando la cognición, las facultades intelectuales y la salud general del cerebro a medida que se envejece.

Además, varios estudios científicos apuntan a que la ingesta de pescado rico en omega-3 se ha relacionado con la prevención de la demencia y el alzhéimer. No solo encontrarás este preciado nutriente en productos marinos: también tienen omega-3 alimentos como la soja, las semillas de chía, los frutos secos, los aceites vegetales como el de oliva o el aguacate.

Es importante prestar atención a los síntomas que pueden indicar una carencia de omega 3: las irritaciones cutáneas, la sequedad de la piel, un cuero cabelludo deshidratado, alteraciones del estado emocional como la depresión o sequedad en los ojos.