Un año después del gran volantazo del BCE: las subidas de tipos continúan, pero se acercan a su fin

Un año de subidas de tipos de interés del BCE con Christine Lagarde

REUTERS/Kai Pfaffenbach

  • Un año después, las subidas de tipos continúan, y la inflación sigue galopando a sus anchas por Europa. Por eso, todo apunta a que el BCE volverá a subir tipos hoy.
  • Lo que o está tan claro es qué pasará a partir de ahora: todos dicen que el final está cerca, que podría llegar en septiembre, pero también puede tardar más.

Ha pasado un año del gran volantazo del Banco Central Europeo (BCE): en medio de una inflación galopante que sacudía al Viejo Continente, subió los tipos de interés por primera vez en más de una década.

En julio del año pasado, Europa estaba en llamas. La inflación había batido un récord histórico con una subida del 8,9%. El 21 de julio, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, comparecía ante la prensa para dar una noticia sorpresa: la cosa pintaba fea, así que subiría los tipos el doble de lo esperado. Un movimiento con el que esperaba echar un jarro de agua fría sobre la inflación, y que ponía fin a una era de 11 años de tipos en negativo

Un año después, las subidas de tipos continúan, y la inflación sigue galopando a sus anchas por Europa. Desde aquel día de verano, el BCE subido tipos 8 veces en 12 meses, fiel a su nuevo dogma: mientras nada logre parar la inflación, nada parará al BCE

Y aunque la inflación se ha moderado respecto a los niveles de 2022, sigue dando la lata: hace un mes estaba en el 5,5%, todavía muy por encima del objetivo del 2% al que quiere llevarla el BCE. Por eso todo apunta a que hoy volverá a subir los tipos. Bueno, por eso, y porque la propia Lagarde lo ha dejado caer.

Durante su último discurso, la presidenta del organismo reafirmó su intención de seguir subiendo los tipos de referencia y añadió que todavía queda "camino por recorrer". Hace solo un mes, el BCE ya anunció un nuevo alza de tipos del 0,25%, que dejó el precio del dinero en el 4%, su nivel más alto desde el año 2000. 

Ilustración de inflación o de escalada de precios

"En la conferencia de prensa de junio, la presidenta Lagarde declaró que quedaba 'más terreno por recorrer' y que, salvo que se produjera un cambio sustancial en el escenario de referencia, se preveía una nueva subida en julio", recuerda Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments.

Ahora, en los mercados hay consenso en que la subida este mes estará en el 0,25%, lo que dejará el tipo de depósito en el 3,75% y el tipo de referencia en el 4,25%. Lo que no está tan claro es qué pasará a partir de ahora: todos dicen que el final está cerca, pero no tiene por qué llegar ya, podría hacerlo en la próxima reunión, en septiembre, o tardar un pelín más.

Todo dependerá de 2 cuestiones: cómo vaya la economía y lo que ocurra con la inflación. Si la economía va peor, el BCE tendría que frenar el paso. Pero si la inflación sigue dando la lata, no lo tendrá tan fácil para detenerse. En otras palabras, el BCE está en una encrucijada: tiene que subir los tipos lo suficiente como para frenar la inflación, pero no tanto como para cargarse la economía y la estabilidad financiera.

En el caso de la economía, por lo pronto, no va tan bien como se esperaba. Con Alemania en recesión y la eurozona estancándose, el panorama pinta feo. Peor de lo que el BCE pronosticaba hace un mes. 

"El último conjunto de indicadores débiles, coherentes con un retroceso aún mayor de la actividad, está poniendo a prueba la actitud restrictiva del BCE", añade Wolburg, que vaticina que "el ciclo de subidas llegará pronto a su fin". Las 8 subidas de tipos ya están pesando sobre la economía, y si el BCE se pasa de rosca, podría provocar una recesión o provocar una tormenta bancaria como la sufrida hace unos meses (o peor).

Inflación supermercado frutería

Pero la inflación no pinta tan mal. "Los datos desde la reunión de junio muestran que la economía de la eurozona está perdiendo fuelle y la inflación cayó por tercer mes consecutivo en junio", apunta François Rimeu, estratega senior de La Française AMEl. Si el crecimiento se resiente y la inflación empieza a dar señales de volver a su cauce, el BCE podría decantarse por una pausa en septiembre de wait and see.

Si el BCE no observa mejoras en la evolución de precios, podría apretar todavía más las tuercas: "si se mantiene sin cambios, anunciaría otra subida en septiembre", observa Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM. 

El verano es un buen momento para dejar en barbecho decisiones antes de tomarlas. Lo hacen las parejas en crisis, y ahora también el BCE. Todo apunta a que dejará pasar estos meses para reflexionar antes de tomar una decisión a la vuelta de verano.

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