Crisis de chips, guerra en Ucrania, y ahora la huelga de transportes: los efectos de la tormenta perfecta que sufre la automoción en el mercado español, en 3 gráficos

Línea de fabricación del Cupra Formentor en Martorell.
Línea de fabricación del Cupra Formentor en Martorell.

REUTERS/Albert Gea

Al sector de la automoción se le amontonan los problemas

Si lleva casi 2 años hablando del impacto de la escasez de semiconductores que tuvo su origen en el parón de producción por la pandemia y podría prolongarse hasta 2023 para el sector, la invasión rusa de Ucrania le ha sumado un problema con la energía, algunas materias primas y componentes, y esta semana en España se ha sumado una huelga de transportistas.

El escenario es el de una tormenta perfecta. Primero, la escasez de chips provocó un impacto de 130.000 vehículos menos al conjunto de los fabricantes con presencia en España en la primera mitad de 2021. 

Finalmente, el golpe a la producción en el conjunto de 2021 acabó siendo de 724.000 vehículos, un 25,6% menos que en 2020. Los fabricantes en España acabaron sacando 2,1 millones de vehículos de las fábricas, según datos de la patronal de fabricantes ANFAC.

Ese golpe a la producción, la incertidumbre por la pandemia y los tiempos de espera trasladaron el golpe al consumo. Las matriculaciones de turismos, en las que se esperaba una importante recuperación respecto a 2020 —un año en el que se perdieron prácticamente 3 meses por el confinamiento— acabó casi en los mismos datos: 859.477 unidades en 2021, apenas un 1% más que el año anterior, y un 32% menos que en el último año prepandemia, 2019.

Incluso en este año, las ventas de coches siguen sin recuperarse respecto a la época prepandemia. En febrero, último dato disponible, se vendieron 62.103 turismos y todoterrenos. Es un 6,6% más que el año anterior, pero un 38% menos que en 2019, el último año prepandemia, cuyas cifras quedan aún muy lejos.

Ocasión, el refugio que ya no lo es tanto

Un concesionario de vehículos usados.
Un concesionario de vehículos usados.

REUTERS/Hamad I Mohammed

Ante los retrasos en las entregas de vehículos nuevos por la escasez de chips, el mercado de ocasión se convirtió en un refugio de esa demanda que necesitaba un vehículo y no podía esperar a los plazos de entrega demorados por la crisis de semiconductores.

Durante el año pasado, las ventas de vehículos de ocasión llegaron a duplicar las de vehículos nuevos. Un total de 1,98 millones de turismos y todoterrenos de segunda mano se vendieron durante el año, un incremento del 9% respecto a 2020. Por cada vehículo nuevo, se compraron 2,3 coches de ocasión.

Sin embargo, la escasez de chips también hizo su parte en este segmento. Afectó a la renovación de flotas de empresas y alquiladoras, las principales fuentes de vehículos del mercado de segunda mano, lo que ha provocado que desde la segunda mitad de 2021 comiencen a notar también falta de vehículos.

El resultado es que, pese al incremento de ventas, esos 1,9 millones de vehículos de ocasión son todavía un 5,2% menos que los que se vendieron en el último año previo a la pandemia. Y esa cifra se consiguió con un importante crecimiento de las transferencias de vehículos más antiguos: los coches de entre 5 y 8 años crecieron un 24,5% respecto a antes de la pandemia y los modelos de más de 15 años también subieron respecto a 2020.

Algunos de las compañías del sector, como la plataforma de compraventa de vehículos de ocasión Clicars, han decidido pelear contra el desabastecimiento de vehículos impulsar la captación de particulares que quieran desprenderse de su coche.

"Hemos lanzado un pionero proyecto de compra de coches a particulares en la puerta de su casa, lo que nos permite mantener nuestro actual stock de más de 2.500 coches que entregamos en 24-48 horas en la casa de los clientes en toda la península", explica a Business Insider España el consejero delegado de Clicars, Carlos Rivera.

La crisis de Ucrania impacta en las materias primas y los precios

Trabajadores de la fábrica de Volkswagen en Dresde (Alemania), que ha tenido que parar por la falta de suministros de Ucrania.
Trabajadores de la fábrica de Volkswagen en Dresde (Alemania), que ha tenido que parar por la falta de suministros de Ucrania.

REUTERS/Matthias Rietschel

El último golpe de gracia al sector ha sido la invasión rusa de Ucrania. La mayoría de las marcas han optado por dejar de exportar y fabricar vehículos en Rusia como respuesta a la invasión, pero a su vez Ucrania es un país importante para varias como proveedor de cableado y de otros componentes, lo que ha impactado especialmente en las marcas alemanas, como Volkswagen o BMW.

Otras materias primas también se ven afectadas: Rusia es uno de los principales productores del paladio que se utiliza en los catalizadores de los motores de combustión y el conflicto también ha empujado la subida del precio del níquel, clave para las baterías de coches eléctricos, como el litio, que también llevaba una espiral alcista previa.

El resultado ya se está notando en los precios del vehículo nuevo en España, que en febrero subieron un 5,2% en tasa interanual. El impacto del incremento del coste de la electricidad acrecentado por la crisis en Ucrania, que era uno de los temores que expresaba el presidente de ANFAC y de Seat, Wayne Griffiths, en la última semana, podría estarse notando ya en los precios.

Desde la patronal de concesionarios Faconauto, explican a Business Insider España que los problemas de falta de vehículos e incrementos de precios ya eran previos a la guerra de Ucrania. "Seguimos con problema de stock... y la subida de precios venía ya de antes", señalan desde la entidad.

También lo notan en el sector de los usados, aunque prefieren verlo como una oportunidad. "A corto plazo, a la misma escasez del vehículo nuevo asociada a la crisis de los microchips, habrá que sumar aquellos desabastecimientos de vehículos, componentes o materia primas procedentes de Rusia o Ucrania, lo que hará que se alarguen los plazos de producción y entrega de vehículo nuevo y que muchos clientes vean en el vehículo de ocasión la única opción para adquirir un coche", opina Carlos Rivera de Clicars.

El último golpe al sector ha sido la huelga de transportistas convocada durante esta semana por el elevado precio del combustible

Aunque hasta el momento las marcas consultadas por Business Insider España no han registrado paradas directamente relacionadas con la huelga, la planta de Stellantis en Figueruelas (Opel) ha cancelado varios turnos del Opel Corsa eléctrico debido a la falta de algunos componentes derivados de los problemas del transporte por carreteras, según informa el Heraldo de Aragón.

La patronal de fabricantes Anfac ha reclamado, junto a las organizaciones empresariales de sectores como refino, papel, química, alimentación, cemento y siderurgia, que el Gobierno tome medidas para proteger a los transportistas que sí desean trabajar. 

Por el momento, habrá que esperar hasta el 29 de marzo para saber si habrá una solución para bajar el precio de los combustibles, que el Gobierno ha emplazado a un plan de respuesta contra el impacto de la guerra en Ucrania. Hasta entonces, está por ver si este conflicto agravará la tormenta perfecta de la automoción.

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