Crescenta, así es la primera gestora digital de España: "Tenemos los cimientos para escalar y convertirnos en un actor a largo plazo"

Los cofundadores de Crescenta, Ramiro Iglesias (CEO), a la izquierda, y Eduardo Navarro (presidente), a la derecha.
Los cofundadores de Crescenta, Ramiro Iglesias (CEO), a la izquierda, y Eduardo Navarro (presidente), a la derecha.

Cortesía de Crescenta

  • Crescenta es la primera gestora digital de España. 
  • Recaudó la mayor ronda pre-seed del sector fintech, tiene ahora mismo uno de los tickets más bajo a nivel global para invertir en capital privado y ya ha incluido a varias family offices entre sus clientes. 

Crescenta es la primera gestora digital de España. Un vehículo de inversión que, a sólo unos clics de distancia, pone a disposición de inversores particulares, fondos de capital privado (private equity), capital riesgo (venture capital), infraestructuras, deuda privada e inversión de impacto.

Nació en junio de 2023, meses después de un encuentro fortuito entre sus cofundadores. En octubre de ese mismo año, la gestora consiguió la autorización de la CNMV y se inscribió como Sociedad Gestora de Instituciones de Inversión Colectiva (SGIIC). Sin haber cumplido su primer año, Crescenta parece que lleva toda la vida

De hecho, antes de que ni siquiera existiera un producto mínimo variable —que se concibe durante la fase pree-seed en una startup— la fintech cofundada por Ramiro Iglesias (CEO) y Eduardo Navarro (presidente) cerró la mayor ronda de la industria en España: 3,5 millones de euros.

"Levantamos capital con una historia: nuevos mercados, oportunidad de negocio y un producto competitivo que atendía al incremento de una nueva demanda", cuenta Iglesias, en una entrevista en exclusiva con Business Insider España

Los primeros 1,5 millones de euros los recaudó un mes después de su lanzamiento, en una ronda liderada por K Fund, con la participación del fondo neoyorkino FJ Labs. En ese momento, entraron al consejo asesor Iñaki Arrola, socio fundador en K Fund, y Salvador Mas (exdirectivo en Allfunds), quien supervisa el desarrollo tecnológico de la gestora. 

Los dos millones restantes se alcanzaron con la participación de All Iron Ventures —el vehículo de inversión que también está detrás de Indexa Capital o Fintonic, entre otras compañías—. Y hoy el consejo cuenta con otros tres grandes nombres: Sebastián Albella (expresidente de la CNMV), Carlos Paramés (Houlihan Lokey) y Enrique Tellado (ex-CEO de Evo Banco).

"Lo cierto es que, como montamos una entidad regulada y empezamos a incorporar a expertos con tanta solera —expresidente de la CNMV, ex-CEO de bancos, business angels, etc...— se nos empezó a percibir como una compañía infinitamente más madura y más seria de lo que realmente estábamos siendo. Somos una fintech y somos un disruptor tecnológico", confiesa Iglesias.

"Es sorprendente y es positivo, desde un punto de vista de credibilidad y de posicionamiento. Y, además, porque la gente sabe que Eduardo y yo hemos emprendido en algo que conocemos muy bien y para lo que nos hemos rodeado de gente súper buena que nos ha asesorado en cada uno de los diferentes pilares —producto de inversión, tecnología, cumplimiento legal y regulatorio—", añade.

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Hasta ahora, recuerda el directivo, los inversores particulares podían invertir en acciones o fondos. Luego, a través de inversión indexada. Después, en plataformas de crowdfunding. "Y ahora viene Crescenta con la inversión en fondos de capital privado —y el ticket más bajo a nivel global—". 

El CEO de la gestora, de hecho, se visualiza entre dos de los disruptores más populares del sector fintech: Indexa Capital y Urbanitae

"A mí me gustaría convertirme en un player entre los dos, porque al final yo lo que quiero es ofrecer un producto de capital privado, como puede ser Urbanitae, pero orientado a un público más grande, como pueda hacerlo Indexa", explica.

Uno de los tickets más bajos a nivel global

¿Por qué no había nada igual en el mercado español hasta ahora? Hacía falta un ajuste regulatorio. Y cuando Iglesias y Navarro empezaron a evaluar sus posibilidades, dieron con ello. 

"Al principio, buscábamos crear una estructura que nos permitiera ofrecer un producto de inversión en fondos de capital privado a minoristas, un producto que fuera invertible para nosotros mismos. Y que abriera nuevas posibilidades de inversión en el 95% de las compañías del mundo, —que son las que no están en bolsa—", cuenta a Business Insider España

"Netflix, Airbnb, Uber, Spotify… ¿Cómo puede ser que el inversor minorista, que contribuye al crecimiento y al desarrollo de estas compañías, no haya podido invertir en ellas?", añade.

Esto último es lo que Iglesias llama "el ciclo cerrado del ecosistema de inversión en capital privado". O lo que es lo mismo: contribuir con capital a que crezcan las empresas que utilizas en tu día a día y conseguir una rentabilidad por ello. 

 

"Había realmente una megatendencia global de leyes que entraban en vigor para incentivar la democratización y la facilidad de acceso al capital privado. Puede que empezase en Estados Unidos hace diez años reduciendo los mínimos. Hace cinco años, en Alemania, una nueva ley reducía los tickets a 50.000 euros. UK, a 75.000 libras...". 

"Cuando empezamos a consultarlo con los reguladores, los despachos de abogados, etc... no había nacido aún en el sur de Europa ninguna iniciativa. Pero nos dimos cuenta de que había una ley que iba a estar en vigor en algún momento que cambiaría la regulación en España. Era la ley crea y crece en España", cuenta Iglesias. 

La ley crea y crece (Ley 18/2022 de Creación y Crecimiento de Empresas) establecería un nuevo mínimo de inversión a través de capital privado en 10.000 euros —de los 100.000 euros en los que estaba hasta entonces—. El objetivo: democratizar el capital riesgo.

"Con esta ley se reducirían los tickets mínimos de inversión en un fondo de capital privado. España iba tarde en esta tendencia, pero que el mínimo del ticket era el más bajo a nivel global: 10.000 euros de compromiso. Y ahí empezamos a dar con cómo montar una estructura con total cumplimiento normativo, credibilidad y seguridad para abastecer una nueva demanda", cuenta.

"Los bancos pensaban que era una utopía", cuenta Iglesias. "Decían que no tenían capacidad operativa, porque sigue siendo un mundo muy analógico, en el que un inversor para poder invertir en capital privado tiene que pasar por un proceso de alta bastante tedioso. Podían tardar en hacer el onboarding tres semanas. Para invertir 10.000 euros, el coste asociado al onboarding es muy elevado".

Hasta enero de 2024, sólo uno de los grandes bancos ha decidido reducir sus umbrales de acceso a private equity a dicha cantidad, según elEconomista

Crescenta permite invertir a través de su plataforma ahora mismo en fondos de capital privado a partir de 10.000 euros. Y, como comentaba el CEO de la fintech, ahora mismo es el ticket más bajo a nivel mundial para un producto con estas características

Crescenta tiene activos sus dos primeros fondos: Crescenta Private Equity Growth Top Performers I y Crescenta Private Equity Boyouts Top Performers I, con los que pretende levantar hasta 45 millones de euros. Aunque la gestora planea poner a disposición de los inversores otros tres fondos para invertir de forma directa en capital privado nacional e internacional.

El modelo end-to-end, el motor del largo plazo

Expertos del sector fintech que hablaron anteriormente con Business Insider España lo tenían claro: hay capital para los modelos de negocio rentable. Y Crescenta se postula como uno de ellos.

"Sabíamos que la forma de abastecer esta nueva demanda era con tecnología, porque nos da el control y la seguridad de las operaciones para decenas de miles de personas a largo plazo sin tener que montar una grandísima estructura", explica Iglesias. "Fast forward, lo conseguimos". 

"Hemos testeado el desarrollo tecnológico por todos lados y formas y hemos conseguido un producto tecnológico súper sólido. Lo que hemos hecho ha sido desarrollar una solución end-to-end para que cualquier tipo de inversor pueda invertir en un fondo desde su ordenador", explica. 

"Puede invertir un inversor minorista asesorado, un inversor minorista bajo recepción y transmisión de órdenes —que es un inversor minorista que tiene conocimiento—, un inversor profesional y un inversor institucional", aclara en la entrevista con Business Insider España.

Ahora mismo, un inversor minorista puede aplicar la misma estrategia de inversión que una de las grandes fortunas, pero desde su casa y con unas condiciones de inversión igual de competitivas que las que tiene acceso un gran patrimonio. 

Los cofundadores de Crescenta, Eduardo Navarro (presidente), a la izquierda, y Ramiro Iglesias (CEO), a la derecha.
Los cofundadores de Crescenta, Eduardo Navarro (presidente), a la izquierda, y Ramiro Iglesias (CEO), a la derecha.

Crescenta

El CEO de Crescenta cree que, además del desarrollo tecnológico, el modelo end-to-end es ahora mismo una garantía de supervivencia —y éxito— en el sector fintech. Esto supone ofrecer un bien o servicio sin necesitar a un tercero.

"Lo que realmente aporta valor es tener un modelo end-to-end. Cuando solo cubres una parte de la cadena de valor tienes muy poco control sobre proveedores, clientes, poder de negociación... Cuando haces una solución end-to-end y puedes interactuar con el usuario 360 grados, puedes flexibilizar tu modelo y buscar dónde y cómo ganar más dinero y cómo adaptarte a los cambios de mercado".

"Crescenta se ha posicionado como un player muy relevante en una determinada metodología, pero tenemos los cimientos para escalar y convertirnos en un player a largo plazo. La banca tuvo su momento de digitalizarse. Ahora creemos que es el momento de las gestoras. Y somos la primera gestora digital en España", defiende el ejecutivo.

¿Y los family office y los inversores institucionales?

Aunque en origen Crescenta nació con el propósito de facilitar el acceso a los inversores minoristas a la inversión en capital privado, no tardaron los family office y algunos inversores institucionales en llamar a la puerta de la gestora para aprovechar la oportunidad.

"De manera pasiva, varios family office e incluso inversores institucionales nos tocaban la puerta, pasaban y veían que esto de invertir en algunos de los mejores fondos globales, desde casa y más barato sonaba muy bien", cuenta en exclusiva a Business Insider España Ramiro Iglesias. 

"'A mí no me dejéis fuera, que yo también quiero', dirían. Empezaron a ver ellos también que la plataforma que habíamos montado era mucho más grande de lo que anticipamos", añade. 

Varios family office están ya dados de alta en Crescenta, según revela Iglesias durante la entrevista. Además, la gestora ha desarrollado un software específico (Crescenta Alpha) para la consolidación, gestión y reporting de clientes family office y personas con un alto nivel de patrimonio (HNWI, High Net Worth Individuals).

"Es muy positivo porque estas familias lo que hacen es avalar que nuestro producto de inversión es muy bueno y nuestras condiciones son muy competitivas. El mero hecho de que estén con nosotros —y hayan dejado a la banca o a las gestoras con las que trabajaban antes— significa que tenemos una propuesta de valor mejor", celebra.

No obstante, los cofundadores de Crescenta comparten que, a pesar del hipercrecimiento de la marca, promueven que los particulares descubran el producto, inviertan con conocimiento y confianza en lo que están haciendo, pero que lo hagan pausadamente.  

"Queremos ser una marca reconocida, pero, desde un punto de vista operativo, queremos ir lentos y construir algo con un crecimiento muy bueno que garantice que ofrecemos una experiencia de usuario única, en la que la gente opere con una gestora digital sin sentirse desatendida", defiende.

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