Cada alimento tiene un máximo número de días o semanas que puede estar en la nevera o en el congelador sin estropearse o deteriorarse: las preparaciones con huevo crudo apenas duran un par de días, como la carne picada o el marisco. 

Las latas de conserva marina abiertas deben consumirse en un plazo de unos 4 días, mientras que hay hortalizas como las cebollas que están bien durante meses. ¿Y qué pasa con la leche?

Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando comes kéfir todos los días

Una vez abres un cartón de leche en la nevera, tienes un plazo máximo para consumirla sin que resulte peligroso. Estos son los plazos cuando el recipiente está todavía sin abrir, y dependiendo del tipo de leche, según indica la OCU:

• Leche fresca o pasterizada (tratamiento tradicional): 3-4 días almacenada en frío (4 °C).
• Leche fresca o pasterizada (alta pasterización): 15 días almacenada en frío (4 °C).
• Leche UHT: 3-6 meses almacenada a temperatura ambiente.
• Leche esterilizada: 6-9 meses almacenada a temperatura ambiente.

Si el envase está hinchado, es mejor que no consumas esa leche, ya que un problema en el proceso de envasado podría haber propiciado el crecimiento de microorganismos. Si está dentro de la fecha de consumo, llévalo al establecimiento en el que lo hayas adquirido para que te lo cambien.

¿Cuánto dura la leche abierta en la nevera?

Si es leche fresca o pasterizada, debes consumir este lácteo en un plazo de 2 o 3 días. Si es leche UHT y esterilizada, dura más: hasta 5 días refrigerada.

La leche evaporada aguanta hasta una semana y la condensada, siempre que esté bien tapada, incluso un par de semanas. Si aprecias formación de mohos, tírala. 

Cómo saber si la leche está mala

El olfato es tu mejor aliado para saber cuando un alimento está malo: desde el pollo a unos champiñones o el pescado fresco. Si la leche huele agrio o intensamente a fermento, podría estarr estropeada.

Además del olor, otra prueba es la visual: si sirves un vaso y la grasa se separa o flora, está cortada como el yogur o hay puntos blancos en la superficie del plato, quiere decir que la leche está estropeada y que ya no puedes consumirla.

Si tanto el aspecto como el aroma son normales, solamente te queda probarla: el sabor es otro indicador del estado de la leche: si te sabe como siempre, quiere decir que puedes consumirla. Si aprecias un sabor raro, tira el resto del envase.