Algo más de 4 millones personas padecen enfermedad renal crónica (ERC) en España. 

Conocida mundialmente como la epidemia silenciosa por su alto impacto en Salud Pública y el paradójico desconocimiento que tiene la población acerca de ella, como describe la Sociedad Española de Nefrología, se "considera el destino final común a una constelación de patologías que afectan al riñón de forma crónica e irreversible".

En tu cuerpo tienes 2 riñones, uno a cada lado y debajo de las costillas. Estos órganos se encargan de filtrar la sangre y eliminar los desechos que genera el cuerpo, por lo que resultan de vital importancia.

Si los riñones fallan significa que han perdido al menos parte de su capacidad para funcionar. Estos problemas, conocidos como insuficiencia renal, pueden desembocar en consecuencias como acumulación de desechos y líquidos, mayor presión arterial y anemia.

Para muchas personas, la única manera de saber si tienen problemas de riñones es hacerse pruebas de sangre y orina, pues no suelen manifestarse en sus inicios. Algunos síntomas de insuficiencia renal incluyen retención de líquidos, disminución de la orina, dolor en pecho o falta de aire.

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Los hábitos que más están dañando tus riñones

Aquellos que tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad renal incluyen personas con diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardíaca o antecedentes familiares, enumera el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés).

Por lo que para cuidar de los riñones es importante controlar estos factores de riesgo. Por supuesto, limitar la ingesta de alcohol es otro de los gestos clave para la salud renal.

A parte de esto, puede que desconozcas que ciertos hábitos comunes también comprometen la salud de tus riñones.

Tomar demasiada sal y/o azúcar

Ya sea que te pases con el salero o abuses de los ultraprocesados, las dietas ricas en en sodio (sal) pueden aumentar la presión arterial y, a su vez, dañar los riñones. Según la nefróloga Gaytri Gandotra, la hipertensión representa una de las principales causas de insuficiencia renal. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que la ingesta diaria recomendada no debería superar nunca los 5 gramos. Condimentar tus alimentos con hierbas y especias es una de las formas que recomienda la Fundación Estadounidense del Riñón para tomar menos sal.

La obesidad y la diabetes afectan directamente el funcionamiento de los riñones, por lo que excederte con el azúcar también puede ponerte en riesgo.

Abusar de los analgésicos

Los fármacos son responsables hasta de un 25% de las hospitalizaciones por insuficiencia renal aguda en la población general y este porcentaje puede llegar hasta el 66% en la población anciana.

Esta nefrotoxicidad inducida por fármacos suele estar causada por un uso prolongado o a causa de la cantidad administrada del tratamiento, por lo que sustituirlo por otro similar o reducir su dosis pueden minimizar riesgo.

Entre los medicamentos que más dañan el riñón están los Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno entre otros. Estos medicamentos reducen el flujo sanguíneo renal, pudiendo originar el daño cuando se usan de forma frecuente.

Fumar

Este hábito te daña los pulmones, pero también es un fuerte factor de riesgo para muchas enfermedades renales, incluido el cáncer, recuerda Gandotra. "Las enfermedades que afectan los riñones, como la diabetes y la presión arterial alta, también se ven exacerbadas por el tabaquismo, lo que puede llevar a necesitar diálisis antes", advierte.

No beber suficiente agua

Mantenerse bien hidratado ayuda a tus riñones a eliminar el sodio y las toxinas del cuerpo. Por ello la doctora Laura Purdy, médico de familia considera "esencial beber suficiente agua para mantener el cuerpo hidratado y ayudar a los riñones a eliminar los desechos."

Si bien las personas con problemas renales o insuficiencia renal necesitan restringir su ingesta de líquidos, para la mayoría de las personas, beber de 1,5 a 2 litros de agua diaria es un objetivo  saludable, matiza la Fundación Estadounidense del Riñón.

No doermir lo necesario

Aspirar a dormir 7 a 8 horas cada noche es una de las recomendaciones para prevenir la enfermedad renal del NIDDK.

Puede deberse a que la función renal está regulada por el ciclo de sueño y vigilia que ayuda a coordinar la carga de trabajo de los riñones durante 24 horas.

Un estudio de la  la Sociedad Estadounidense  de Nefrología detectó en 2015 que las mujeres que dormían unas 5 horas por noche presentaban un 65% más de probabilidad de experimentar una rápida disminución de la función renal en comparación con las mujeres que dormían entre 7 y 8 horas diarias.

No moverte lo suficiente

Aunque no está clara aún la relación, varios estudios han detectado un vínculo entre vida sedentaria y mayor riesgo de enfermedad renal.

No obstante una mayor actividad física está asociada con una mejor presión arterial y metabolismo de la glucosa, ambos factores importantes en la salud de los riñones. 

Sea como sea desde el NIDDK aconsejan moverse al menos 30 minutos la mayoría de los días para el bienestar de estos órganos. Lo que también repercutirá en tu salud general.