El metaverso busca quien lo use: qué esperar de la realidad virtual en 2023, según los expertos

Metaverso cargando
  • El metaverso se enfrenta en 2023 al reto de empezar a dar solución a su problema más grave: encontrar usuarios.
  • Los expertos apuestan por un futuro próximo con una sola plataforma ilimitada a imagen y semejanza de lo que hoy es internet.

Al resumir la Biblia, el libro sagrado del cristianismo, hay quien piensa que comienza directamente con Adán y de Eva. Nada más lejos: en todas y cada una de las cientos, tal vez miles de traducciones que se han ofrecido en los últimos 2 milenios del texto, lo primero que crea Dios son los cielos y la tierra.

De forma parecida, es posible que dentro de cientos, tal vez miles de años, al hablar de los albores de la realidad virtual, haya quien opte por mencionar directamente de Mark Zuckerberg, Meta y el otoño de 2021 en que este anunció el advenimiento de esta tecnología.

Pero la realidad virtual y el metaverso, un término glosado por primera vez en 1992 por el escritor de ciencia ficción Neal Stephenson en su novela Snow Crash, son en su concepción bastante anteriores. 

Basta recordar, por ejemplo, intentos más o menos conocidos como Second Life, un entorno virtual que cosechó cierto éxito a comienzos de los 2000 y que llegó a contar con eventos patrocinados y montones de conferencias, charlas y reuniones sociales de todo tipo.

Hoy, probablemente lo más cercano al metaverso tal y como lo imaginan los cineastas en películas como Ready Player One sean las interfaces de videojuegos como Fortnite, un shooter del tipo yo contra todos donde es posible personalizar cada personaje mediante la compraventa de armas y skins (caracterizaciones con ropa y gestos).

Esto, sin mencionar metaversos más propiamente dichos como Decentraland y Roblox, donde la cosa se pone más seria gracias a la introducción del componente criptográfico. Esto quiere decir que, de alguna manera, el metaverso ya había cobrado vida antes de Zuckerberg y que, muy probablemente, lo sobrevivirá, quiera o no quiera el aclamado fundador de Facebook.

Pero para ello, el metaverso deberá empezar a caminar de verdad, lo que implica resolver algunas de las preguntas que lleva años lanzando al aire. La principal: ¿de verdad llegará el día en que la humanidad pase más tiempo en el mundo virtual que en el real?

Un hombre en el metaverso con gafas de realidad virtual

Para explicar lo que está sucediendo por ahora con el metaverso, basta acudir a lo que se conoce como Esquema de sobreexpectación de Gartner, que Business Insider ha aplicado recientemente para explicar la explosión de la Inteligencia Artificial.

El esquema describe la vida de las tecnologías verdaderamente disruptivas como un proceso en el que, en primer lugar, se producen unas expectativas absolutamente sobredimensionadas sobre sus posibilidades. Estas dan lugar a un valle de desilusión que, finalmente, con el paso de los años, ascienden la rampa de la consolidación y se estabilizan en soluciones productivas.

Finalmente, las tecnologías no son ni tan elevadas futuristas como lo que se vaticinó en un inicio ni tan poco útiles como lo que se dijo en mitad de la depresión posterior.

¿Es este el camino que está recorriendo el metaverso? Desde luego, expectativas disparadas hubo a finales de 2021, cuando optimistas tecnólogos como Zuckerberg vendieron la llegada y la generalización de la realidad virtual y la Web 3.0 como algo poco menos que inminente.

Y depresión posterior también hay. Basta echar un vistazo, por ejemplo, al artículo dedicado a las tecnologías disruptivas de 2023 de BBVA Open Innovation, que subraya el metaverso como uno de los grandes globos desinflados durante 2022.

"Pero algunas de las tendencias que más prometían este 2022 han sufrido a lo largo del año importantes contratiempos, como es el caso del metaverso: uno de sus principales actores, Meta, está sumido en una crisis a la que no es ajena su decidida apuesta por esta tendencia", dice un texto elaborado con los puntos de vista de algunos de los mayores expertos en la materia.

En efecto, con Meta recortando personal (también en España) por orden estricta de sus atemorizados inversores y el mundo entero sumido en un enfriamiento de la economía que invita a pocos experimentos, el metaverso ha llegado a un momento de pausa.

¿Será capaz el metaverso de remontar y estabilizarse prontamente en la fase productiva? La cuestión, por ahora, no está clara. Y no lo está porque, superado el momento de asombro inicial, al metaverso y a la realidad virtual les falta lo fundamental: gente.

Metaverso BI

"De cara a 2023, del metaverso espero hype, mucho más hype", vaticina de cara a 2023 Enrique Dans, profesor de innovación en IE Business School y experto en tecnologías, aludiendo al término inglés que se utiliza para subrayar el excesivo bombo que se da de cuando a cuando a ciertos productos.

Dans ahonda en ello: "Hay mucha desorientación entre las compañías porque no saben qué hacer. Se sigue vendiendo que es el lugar en el que hay que estar, pero por ahora no deja de ser un videojuego más. Hoy, un metaverso en el que entran regularmente 30 personas es un éxito. Con eso no vas a ninguna parte".

Con todo, cree que nunca faltará quien siga esperando grandes cosas del invento: "Yo creo que habrá compañías que lo intenten, que intenten convencer a sus usuarios de que su presencia en metaverso es vital, pero en la práctica seguirá siendo algo donde la gente entra y al cabo de un rato se da cuenta de que no tiene gran cosa que hacer".

El momento America Online

Visitantes del puesto de America Online consultan su email en una feria tecnológica celebrada en Los Angeles en 1997.
Visitantes del puesto de America Online consultan su email en una feria tecnológica celebrada en Los Angeles en 1997.

Reuters

Dans compara el momento que vive actualmente el metaverso con el que vivió Internet a principios de los 80 y los 90 a través de servicios de conexión como el que ofrecían empresas como CompuServe y America Online, especialmente populares en EEUU.

"Pensaron que podían apropiarse de Internet y montar la red dentro de sus propios muros. Los primeros usuarios de America Online en EEUU no salían en Internet, salían a un conjunto de sitios que estaban dentro de America Online", recuerda Dans.

Se trataba de plataformas, explica el investigador, en las que se podía acceder a una cantidad grande, aunque limitada, de páginas web y foros. "Cuando el usuario quería ir más allá, te decían aquello de que tenías que tener cuidado porque te estabas saliendo a Internet. Al principio daba miedo, pero, al final, todo el mundo quería salir a Internet".

Para Dans, el metaverso vive un momento análogo: "Parece un arranque falso porque este metaverso nace del concepto equivocado de jardín vallado, cuando todos sabemos que tendrá que ser algo abierto y sin reglas".

Sin reglas pero respaldado por tecnología blockchain, algo que proporcionará herramientas de protección desde bambalinas.

"Internet pasó a ser internet cuando empezamos a usar el modelo TCP/IP, pero la gente no sabe lo que es. Con blockchain pasará lo mismo, será un protocolo que nos habrán puesto ahí y que nos asegurará que no nos estafen con un contrato, por ejemplo, pero la gente seguirá sin saber lo que es.

Ya hay realidades virtuales que apuntan hacia allí, recuerda Dans: "Hoy, Decentraland es un poco más interesante porque al menos tiene una pequeña capa de criptografía y está establecida como una DAO (organización autónoma descentralizada, por sus siglas en inglés). Si tienes una cartera digital, ya tienes derecho a voto". 

Juegos del metaverso

Nuevos dispositivos, juventud y mayor normativa, el futuro del metaverso para 2023

Pan Bohang, fundador de vHome, una plataforma s de realidad virtual, con el casco Oculus VR de Meta en 2022.
Pan Bohang, fundador de vHome, una plataforma s de realidad virtual, con el casco Oculus VR de Meta en 2022.

Reuters

En su camino hacia un metaverso unificado, ilimitado y libre, el medio cuenta ya con un interesante elemento: jóvenes entrenados.

"Hay un porcentaje interesante de jóvenes que se han acostumbrado no solo a jugar a videojuegos, sino a hacerlo con sus amigos, a comprar ahí. Esto será muy interesante cuando se cuente con mundos interconectables bajo un protocolo común", opina Dans.

¿Cuánto tardará el metaverso en llegar a este punto, en tener capacidad de explotar todo este público potencial que por ahora anda distribuido y distraído en infinidad de plataformas.

Para Dans, no demasiado.

"Ya hemos empezado a ver servicios sobre Web 3.0, y puede que dentro de poco Twitter proponga la gestión dentro de la red social de tu propia identidad digital mediante una wallet [cartera digital]. Pueden faltar un par de años, no más".

"La tecnología está preparada, tenemos plataformas, ecosistemas, medios y dispositivos capaces de crear todos los días experiencias en el metaverso, pero es verdad que estamos dando una fecha a un fenómeno tecnológico y social, y que esto es muy difícil. Aún falta para el uso masivo", piensa, por otra parte, Susana Pascual, CEO de PixelHub, empresa especializada en realidad virtual.

El futuro del metaverso pasará en 2023, en primer lugar, por el lanzamiento de nuevos dispositivos. En primer lugar, las Meta Quest 3 (también conocidas como Oculus Quest 3 antes de la transformación de Facebook en Meta), que, si bien se esperaban para inicios de 2024, podrían adelantarse para algún momento de 2023.

En segundo lugar, las gafas de realidad virtual y realidad aumentada de Apple, que está previsto que lleguen al mercado en algún momento, de 2023 y que pueden empujar a muchos de sus orgullosos, adinerados y fieles clientes a explorar qué es eso del metaverso.

¿Suficientes como que las empresas sigan invirtiendo millones de euros tan solo en estar en el metaverso?

"Dependerá mucho de la estrategia de cada compañía y del sector en el que se encuentren. Por supuesto, hay cuestiones generales que muchas ya se están empezando a plantear, como ¿debo crear una cuenta en un metaverso? ¿En cuál? ¿Tengo que registrar mi marca? ¿Cómo gestiono esa presencia?", se pregunta Beatriz Rodríguez, socia de RocaJunyent especializada en las áreas de Tecnología, Protección de Datos y Privacidad.

Esto, sin contar en la ecuación con las novedades legislativas, que en el caso europeo toman la forma de la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales, que entró en vigor el pasado mes de noviembre añadiendo obligaciones a las empresas proveedoras de servicios digitales.

En esencia, esta obligará a empresas como Meta a ser mucho más cuidadosas con el tratamiento de los datos de sus usuarios y con el contenido ilícito que se les pueda colar.

Ilustración de una persona con unas gafas de realidad virtual en el metaverso.

"Crisis como la de FTX han resentido la confianza de los usuarios en estos nuevos entornos, de los cuales el público general todavía tiene conceptos difusos, por lo que la valoración de los riesgos seguramente seguirá muy ligada al éxito de experiencias previas y a la facilidad de los costes de implantación, dicen desde Roca Junyent.

Mientras, Zuckerberg y una legión de competidores ansiosos por ser el nuevo Zuckerberg lucharán entre sí a brazo partido por llenar sus metaversos de usuarios. Estos, por su parte, reclamarán entornos cada vez más infinitos.

Del ganador de esta pelea dependerá que el metaverso sea una realidad o que la idea se vuelva a guardar en el cajón de lo que solo puede existir en la ciencia ficción.

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