La mitad de los supervivientes del COVID-19 de Bérgamo, uno de los epicentros del coronavirus en Italia, no se han recuperado en 6 meses, lo que supone una clara evidencia de las secuelas de la pandemia

| Traducido por: 
Una enfermera atiende a un paciente de COVID-19 que lleva un casco CPAP mientras es trasladado de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Papa Juan XXIII el 7 de abril de 2020 en Bérgamo, Italia.
Una enfermera atiende a un paciente de COVID-19 que lleva un casco CPAP mientras es trasladado de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Papa Juan XXIII el 7 de abril de 2020 en Bérgamo, Italia.
  • Seis meses después de que el coronavirus golpeara Bergamo, uno de los primeros epicentros de Italia, casi la mitad de los supervivientes no se han recuperado, y todavía están lidiando con secuelas de la enfermedad, según The Washington Post.
  • La especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Papa Juan XXIII, Serena Venturelli, quien ha estado participando en un estudio sobre los efectos a largo plazo de COVID-19, asegura al medio: "Casi la mitad de los pacientes dicen que no" al preguntarles si se han curado.
  • A principios de año, los medios de comunicación internacionales siguieron de cerca la evolución de Bérgamo: los camiones del ejército tuvieron que llevar los cadáveres a morgues fuera de la región, fue necesario introducir oxígeno en el hospital porque no había suficiente para los pacientes y Sky News publicó un vídeo desgarrador en el que se mostraba una UCI desbordada por una oleada de enfermos.
  • El estudio de los efectos a largo plazo comenzó a principios de mayo y se basa en las pruebas recogidas de antiguos pacientes que visitan el hospital, a los que se les extrae sangre, revisa el corazón y los pulmones, y se habla de cómo han sido sus vidas desde entonces.
  • Venturelli cuenta a The Post que los médicos sentían la "obligación moral" de llamar a los recuperados.
  • De las primeras 750 personas que fueron examinadas, alrededor del 30% tenían dificultades para respirar y cicatrices en los pulmones. Mientras, otro 30% tenían problemas de coagulación de sangre e inflamación.
  • Descubre más historias en Business Insider España.

Seis meses después de que el coronavirus golpease a Bérgamo, la provincia más afectada de Lombardía, primer epicentro de COVID-19 en Italia, casi la mitad de los supervivientes aún no se han recuperado y lidian con una serie de secuelas de la enfermedad

La doctora Serena Venturelli, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Papa Juan XXIII (Bérgamo, Italia) y una de las médicas que trabaja en un estudio sobre los efectos a largo plazo de COVID-19, asegura a The Washington Post: "Casi la mitad de los pacientes dicen que no" al preguntarles si se han curado. 

Bérgamo es la ciudad donde se publicó en marzo un angustioso vídeo que muestra una UCI abrumada que se enfrenta a una oleada de pacientes.

Leer más: El SARS es clave para saber cuáles serán las aterradoras consecuencias a largo plazo de los pacientes de COVID-19

En un momento dado, se necesitó tanto oxígeno para 92 personas con respiradores que hubo que introducirlo con un tanque de emergencia, recopila el diario. 

Tuvo cerca de 6.000 muertes con COVID-19, llenando 10 páginas de un periódico local, según ABC News

Y, en otro de los peores episodios de Bérgamo, el ejército italiano tuvo que llevar los cuerpos a diferentes provincias, porque las morgues de la región estaban desbordadas

Leer más: Así se diferencian los síntomas del coronavirus en niños con los síntomas de la gripe

El estudio de los efectos a largo plazo comenzó a principios de mayo, y se basa en las pruebas recogidas de 20 personas que acuden cada día, se les extrae sangre, se les revisa el corazón y los pulmones, y luego cuentan cómo han sido sus vidas desde entonces hasta ahora.

Venturelli confiesa a The Post que sentían la "obligación moral" de llamar a los supervivientes

"Lo que vimos en marzo fue una tragedia, no una hospitalización normal", resalta.

En esta misma línea, la doctora Mónica Casati, que trabaja en el mismo hospital que Venturelli, reconoce a The Post que trabajar en marzo, escuchando a la gente llorar y luchar por respirar, era una reminiscencia del "infierno de Dante".

Leer más: El 88% de los pacientes con COVID-19 presentan daños pulmonares "semanas después de salir del hospital", según sugiere una nueva investigación

De las primeras 750 personas que fueron examinadas, cerca del 30% tenía dificultades para respirar y cicatrices en los pulmones, y otro 30% tenían problemas de coagulación de la sangre e inflamación —una afección que se manifiesta bruscamente en los niños—. 

Los doctores del hospital indican al medio que hay un amplio abanico de secuelas, incluyendo la pérdida de cabello, fatiga severa, hormigueo, depresión, pérdida de memoria y dolor en las piernas

Para más, esta no es la primera vez que se analiza el daño de COVID-19 en Bérgamo.

En julio, el doctor Roberto Cosentini, jefe del departamento de emergencias del Hospital Papa Giovanni XXIII, advirtió a Sky News: "Vemos una proporción significativa de la población con daños crónicos por el virus".

Pero los médicos no se han desanimado con ello. La respiración de los pacientes parece mejorar lentamente a pesar de las cicatrices permanentes en los pulmones, y nadie ha tenido fiebre, recoge The Washington Post.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.