El metaverso invade un Mobile World Congress que pasa de puntillas por la guerra en Ucrania y se queda lejos del apogeo previo a la pandemia

MWC 2022.
MWC 2022.

Abraham Andreu

El Mobile World Congress (MWC) ha vuelto, pero parece que con menos esplendor que antes de la pandemia y con mascarillas por todas partes. 

En 2019, el MWC se había convertido en la gran cita tecnológica mundial. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 borró de un plumazo una feria para la que los grandes fabricantes habían reservado sus grandes anuncios. Tras la suspensión de la edición de 2020 —que iba a celebrarse a finales de febrero de ese año, antes de que nadie pudiera llegar a imaginar hasta dónde llegaría la pandemia—, en 2021 hubo una edición híbrida, a medio gas

Con estos mimbres, el mundo tecnológico se preguntaba si 2022 sería la edición de la recuperación. Ahora, a falta de unas horas para que se clausure el evento, el balance es que la cita emprende el camino de la vuelta a la normalidad, pero no llega a su apogeo previo. Ni en número de visitantes, ni en expositores, ni en anuncios corporativos. 

Mobile World Congress: así ha sido el desplome en visitantes, expositores e impacto económico

En momento álgido, el MWC llegó a registrar 2.400 expositores y 108.000 visitantes. En esta edición, las empresas se han quedado en 1.500 y, a falta de la cifra oficial, las estimaciones hablan de unos 60.000 visitantes. 

Sin necesidad de analizar la afluencia, la diferencia con la edición de 2019 se notaba al pasear por la feria el día de su inauguración. Tradicionalmente, el lunes era un día de caminar entre mareas de gente, tener que hacer colas y ver cómo en la parte superior de la feria una persona subida en una silla alta, como si fuera un árbitro de tenis, dirigía el tráfico a golpe de silbato. Este año se paseaba sin aglomeraciones —y resultaba mucho más agradable—.

La pandemia, y sobre todo las duras cuarentenas a la vuelta al país de origen, como ocurre en el caso de China, frenaron la llegada de visitantes y periodistas de estos países. Eso se notaba, sobre todo, en los pabellones más alejados, donde tradicionalmente acuden las pequeñas compañías para tratar de dar a conocer su negocio y cerrar acuerdos. 

Si en 2018 la conversación política giró alrededor de la independencia de Cataluña y, en 2019, en torno  al veto de EEUU a Huawei, este año todo apuntaba a Ucrania. Sin embargo, la invasión rusa al país apenas ha estado presente en las conversaciones. La GSMA, organizadora del evento, eliminó antes de la inauguración el pabellón de Rusia de la feria y condenó "enérgicamente la invasión". 

Menos smartphones y más tecnología curiosa

Con la sombra de la pandemia sobrevolando la feria, las grandes empresas apostaron por stands diáfanos para evitar aglomeraciones, pocos productos expuestos para tocar y mucha experiencia en pantallas. Si hace unos años se podían ver grandes despliegues vistosos, este año brillaba el minimalismo.

De hecho, escasearon los grandes flagship y los smartphones en general, y prevalecieron las tecnologías curiosas que buscaban atraer al visitante según rondaba por los pasillos, así como las soluciones para entornos profesionales.

Entre ellas se encuentra la atracción de realidad virtual de la compañía de telecomunicaciones surcoreana SK Telecom o el robot de 4 patas de Boston Dynamics (de 63.000 euros) al que Telefónica había incluido la conectividad. Asimismo, también se pudo ver la versión low cost de ese perro-robot (apenas cuesta 1.300 euros), el Cyberdog de Xiaomi, que dejó a más de uno con ganas de más debido a la comparación con el can tecnológico de su competidora.

También se presentó la tecnología de carga rápida más veloz del mundo, de OPPO, capaz de cargar un dispositivo de 4.500 mAh en apenas 15 minutos. Esta marca también trajo sus gafas de realidad extendida, que buscan proporcionar una información adicional al ojo humano mientras camina.

Por su parte, Honor presentó varios dispositivos relacionados con el teletrabajo, fitness e IoT. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue Honor Magic V, su móvil plegable. Su CEO en España, Kenny Li, confirmó a Business Insider España en una entrevista que llegará a nuestro país este 2022.

Honor Magic V.
Honor Magic V.

Abraham Andreu

En la misma línea se encuentran Huawei, que lanzó un set de teletrabajo especialmente diseñado para profesionales, y Samsung, con el lanzamiento de 2 portátiles para creativos y trabajadores. POCO  mostró el X4 Pro 5G y el M4 Pro.

Realme fue prácticamente la única que se lanzó al campo de batalla de los smartphones de gama alta con el lanzamiento del GT2 Pro, un móvil que busca atraer a los más exigentes con un precio competitivo. Asimismo, OnePlus dio la oportunidad a los visitantes europeos que paseaban por su stand de conocer el OnePlus 10 Pro, su buque insignia.

Entre los grandes ausentes este año se encuentran Sony, LG y Lenovo, así como los grandes fabricantes de coches, que han visto disminuida su presencia. De hecho, también se han echado de menos los stands de compañeros periodistas internacionales, como por ejemplo el de CNET

Todo ello no hace más que confirmar la tendencia que se esperaba: ha sido un MWC descafeinado a nivel tecnológico, pero muy necesario, ya que necesitaba celebrarse para demostrar que seguía vivo.

Las 'telecos' viajan del 5G al metaverso 

En las últimas ediciones del MWC, las grandes operadoras apostaban, sobre todo, por poner en la agenda el 5G y sus implicaciones tecnológicas como el Internet de las Cosas (IoT) o la realidad aumentada. En esta edición han seguido hablando sobre el 5G, que ahora por fin se empieza a comercializar tras los últimos despliegues, pero han introducido ya el nuevo concepto para los siguientes ejercicios: el metaverso. 

Vodafone aprovechó el MWC para presentar su router 5G móvil con el que espera ofrecer conectividad en los hogares sin necesidad de tener instalada la fibra. Una estrategia para afrontar la conectividad de la España vaciada y también como solución para quienes quieren una solución para varias residencias sin necesidad de instalación. 

Por su parte, Telefónica siguió explicando cómo va el desarrollo de la Cuarta Plataforma, que ahora se llamará Telefónica Kernel, y comenzó a anunciar pasos en el metaverso. Si hace unos meses era un término que empezó a mover Meta (antigua Facebook), ahora las operadoras empiezan a acuñarlo para hablar de las oportunidades que aparecen en el futuro de internet con la introducción de un conjunto de tecnologías que están transformando la economía digital como la realidad virtual o la creación de nuevos activos de valor como los NFT

El bullicio y la efervescencia lo puso el ecosistema emprendedor

En paralelo al MWC se celebró el 4YFNFour Years From Now, 4 años desde ahora, en referencia a que las startups de hoy serán las grandes compañías del futuro—, que hasta la fecha siempre había tenido la Fira de Montjuic como escenario. 

Las startups, que salvaron la edición del año pasado, volvieron a ser parte esencial del MWC con un pabellón repleto de pequeñas compañías en minicasetas junto a aceleradoras corporativas y representantes de los hubs tecnológicos. 

La estrella fue Óscar Pierre, cofundador de Glovo, que habló por primera vez desde la venta de la compañía al grupo alemán Delivery Hero, anunciada el pasado 31 de diciembre. Pierre aseguró que, tras la operación que valoró a la compañía de delivery en 2.300 millones de euros, "seguimos nuestro camino con más independencia que antes". 

Los fundadores de Deporvillage, Holded y Chartboost también compartieron cómo fue su experiencia al vender sus respectivas startups por más de 100 millones de euros

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