El viaje de dos días de Elon Musk a Pekín parece un triunfo mutuamente beneficioso para Tesla y China, y un desaire para India.

El multimillonario del sector tecnológico acaba de completar su segundo viaje a China en menos de un año. Se marchó el lunes tras reunirse con algunas autoridades del país, entre ellos el primer ministro Li Qiang, el segundo político chino de mayor rango, para hablar del despliegue de la tecnología de conducción autónoma de Tesla en el mayor mercado automovilístico del mundo.

Baidu, el gigante chino de los motores de búsqueda, acordó conceder a Tesla acceso a su licencia de cartografía para que pueda recopilar datos sobre las carreteras chinas, según informó Reuters. Y los coches de Tesla superaron el lunes un obstáculo clave con un regulador chino de seguridad de datos.

Es un gran paso para Tesla hacia el lanzamiento del sistema FSD (Full Self Driving) en el país, un potencial refuerzo de los ingresos justo cuando la empresa concluye uno de sus meses más tumultuosos. Las acciones de Tesla han caído un 23% en lo que va de año.

En abril, Tesla comunicó unas decepcionantes entregas en el primer trimestre, llevó a cabo un despido global del 10%, retiró del mercado casi 4.000 Cybertrucks por culpa de unos aceleradores defectuosos y recortó los precios, una medida correspondida por sus rivales chinos de coches eléctricos, que recortaron aún más los suyos.

Tesla tiene 1,6 millones de coches en China, lo que representa un enorme mercado potencial para FSD. Otros fabricantes también podrían pagar por la licencia de esta tecnología.

Dan Ives, analista de Wedbush, ha asegurado al Financial Times que la aprobación de la FSD en China representa un "momento decisivo" para Tesla. La enorme valoración de la empresa —cientos de miles de millones de dólares más que otros fabricantes de automóviles— depende de la tecnología autónoma, afirma Ives.

Es posible que los reguladores locales vigilen con especial atención el software de Tesla. En enero, la compañía tuvo que retirar todos sus coches en China fabricados entre 2014 y 2023 para solucionar problemas con su función Autopilot y sus cerraduras. Ambos problemas podrían solucionarse con una actualización de software gratuita.

El que mucho abarca, poco aprieta: Elon Musk dirige demasiadas empresas

Una victoria para China y un desaire para India

Musk lleva mucho tiempo deseando quedar bien con China, a veces con payasadas que harían enojar a otros consejeros delegados.

Para celebrar la apertura de una nueva fábrica en Shanghái en 2020, hizo lo que un periodista de Business Insider calificó de "striptease". En el centenario del Partido Comunista, en 2021, tuiteó elogios al país.

China, por su parte, le ha dado una bienvenida por todo lo alto en viajes anteriores. Su viaje de mayo de 2023 incluyó una comida de 16 platos con un ejecutivo del mundo de las baterías eléctricas y una tormenta de elogios en las redes sociales locales.

A medida que Tesla se expande en China, el país debe equilibrar su deseo de trabajar con el gigante estadounidense con su inclinación a proteger a los gigantes locales, como BYD. En el primer trimestre, los beneficios de los fabricantes de automóviles chinos aumentaron un 32% con respecto al año anterior, según las estadísticas publicadas el sábado.

Musk necesita a China, pero China también necesita a Musk, como señal de que el país está abierto a los negocios con empresas estadounidenses de primera línea.

Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos han aumentado en el último año, en medio de la preocupación estadounidense por la fabricación china y la seguridad de los datos.

Janet Yellen, secretaria del Tesoro estadounidense, y Antony Blinken, secretario de Estado, visitaron China el mes pasado. Advirtieron de que las empresas chinas dañan a otros fabricantes a través de la sobreproducción, incluida la fabricación desmesurada de vehículos eléctricos y baterías.

China ha acelerado la producción de coches eléctricos, una gran amenaza para Tesla. BYD superó a Tesla como el fabricante de vehículos eléctricos más vendido el año pasado, y Musk declaró en enero que los vehículos eléctricos chinos "demolerían prácticamente" a otros fabricantes estadounidenses si se les permitiera entrar en Estados Unidos.

El trabajo de Tesla en China puede ayudar al país a atraer inversión extranjera. Las empresas se han visto ahuyentadas por las medidas enérgicas del Gobierno —incluidas redadas en grandes empresas internacionales como Bain— y por la inestabilidad de los mercados inmobiliario y bursátil. 

Este año, el debilitamiento de la demanda de los consumidores ha afectado a empresas como Gucci o Apple, que han creado grandes negocios gracias al aumento de la renta disponible de los consumidores chinos.

Aunque Musk hizo tiempo para este rápido viaje a Pekín, se saltó un viaje previsto a la India a principios de este mes para reunirse con el primer ministro Narendra Modi. La visita de Musk iba a incluir un anuncio sobre la entrada de Tesla en la India, informó Reuters.

"Desgraciadamente, las pesadas obligaciones de Tesla obligan a retrasar la visita a la India, pero tengo muchas ganas de visitarla más adelante este año", publicó Musk en X.

Un ejecutivo clave de Tesla que estaba ayudando a dirigir la entrada de la compañía en la India dejó este mes, informó Reuters.

La visita de Musk a la India habría sido una victoria para Modi, que está tratando de impulsar el estatus de la India como centro de fabricación, especialmente a medida que las empresas abandonan China.