Multimillonarios como Elon Musk planean salvar el mundo teniendo montones de niños genéticamente superiores: el movimiento que quiere "tomar el control de la evolución humana"

Julia Black
| Traducido por: 
Malcolm y Simone Collins se autoproclaman pronatalistas. Simone ha dicho a 'Business Insider' que consideraban que "el camino a la inmortalidad pasaba por tener hijos".

Hannah Yoon para Insider

  • Magnates del sector tecnológico como Elon Musk quieren combatir los efectos del declive de la población teniendo muchos hijos. Algunos esperan que sus hijos sean decisivos para prevenir amenazas existenciales.
  • En el mundo subterráneo del pronatalismo, la élite cree que es su deber llenar la tierra con sus hijos, y está costeando la tecnología para lograrlo.

Sentados en el salón de su casa, lleno de juguetes, en una soleada tarde de septiembre, Simone y Malcolm Collins se ven obligados a lidiar con los llantos de dos niños pequeños mientras discuten sus planes para la humanidad.

"No creo que la humanidad esté en una buena situación ahora mismo. Y creo que, si alguien no los soluciona, podríamos extinguirnos", sentencia Malcolm mientras empuja de un lado a otro el carrito de Torsten, de 18 meses, que no para de llorar.

Junto a su hermano de 3 años, Octavian, y su hermana recién nacida, Titan Invictus, Torsten se ha unido, sin saberlo, a un atrevido experimento. Según los cálculos de sus padres, si cada uno de sus descendientes se compromete a tener al menos 8 hijos durante solo 11 generaciones, el linaje de los Collins acabará superando en número a la población humana actual. 

Si lo consiguen, prosigue Malcolm, "podríamos marcar el futuro de nuestra especie".

Malcolm, de 36 años, y su mujer, Simone, de 35, son pronatalistas, parte de un movimiento silencioso, pero creciente, que se está imponiendo en los círculos tecnológicos y de inversores de capital riesgo. Gente como los Collins teme que el descenso de la natalidad en zonas como Estados Unidos y la mayor parte de Europa provoque la extinción de las culturas, el desmoronamiento de las economías y, finalmente, el colapso de la civilización. 

Es una teoría que Elon Musk ha defendido en Twitter, el analista político estadounidense Ross Douthat ha defendido en las páginas de opinión de The New York Times, y el polémico comediante Joe Rogan y el multimillonario inversor Marc Andreessen comentaron en el podcast The Joe Rogan Experience

También, de forma alarmante, ha sido utilizado por algunos para justificar la supremacía blanca en todo el mundo, desde los manifestantes que portaban antorchas tiki en Charlottesville (Virginia), al grito de "No nos reemplazaréis", hasta el autor de los atentados en la mezquita de Christchurch (Nueva Zelanda), a quien se le atribuyen las siguientes palabras: "Son los índices de natalidad. Son las tasas de natalidad. Son las tasas de natalidad".

Las búsquedas en Google sobre el posible colapso de la población se dispararon este verano, después de que Musk siguiera planteando el tema en respuesta a la publicación de Business Insider de que había sido padre de gemelos con una de sus empleadas. Según Naciones Unidas, más de una cuarta parte de los países del mundo cuentan con políticas pronatalistas, que incluyen ayudas para el tratamiento de la infertilidad e incentivos económicos para los bebés. 

Entretanto, una avalancha de startups de tecnología de reproducción asistida está atrayendo a inversores de renombre como Peter Thiel y Steve Jurvetson, alimentando un mercado mundial de servicios de fertilidad que, según Research and Markets, alcanzará los 78.200 millones de dólares (75.280 millones de euros) en 2025.

El multimillonario Elon Musk ha promovido ideas pronatalistas, tuiteando a menudo sobre la natalidad y el descenso de la población.
El multimillonario Elon Musk ha promovido ideas pronatalistas, tuiteando a menudo sobre la natalidad y el descenso de la población.

Mark Lennihan/AP Photo

Me puse en contacto con los Collins después de oír hablar de una empresa llamada Genomic Prediction, en la que el cofundador de OpenAI, Sam Altman, fue uno de los primeros inversores. Altman, que es gay, también invierte en una empresa llamada Conception. La startup planea cultivar óvulos humanos viables a partir de células madre y podría permitir la reproducción biológica entre 2 hombres. "Creo que tener muchos hijos es buena idea. Quiero hacerlo ahora incluso más que cuando era más joven", dijo Altman recientemente en un evento.

Genomic Prediction es una de las primeras empresas en ofrecer PGT-P, un nuevo y controvertido tipo de prueba genética que permite a los padres que se someten a una fecundación in vitro seleccionar los mejores embriones disponibles en función de una serie de factores de riesgo poligénicos.

Los Collins se convirtieron en la cara pública de esta tecnología tras aparecer en un artículo de Bloomberg en mayo titulado The Pandora's Box of Embryo Testing Is Officially Open (La caja de Pandora de las pruebas con embriones está oficialmente abierta). Tras la publicación del artículo, Malcolm afirma que empezaron a recibir noticias de pronatalistas adinerados de todo el país. 

"Somos como el ferrocarril subterráneo de los bebés de Gattaca y de la gente que quiere experimentar cuestiones genéticas con sus hijos", me explica Malcolm.

Los Collins me invitaron a quedarme en su casa de Valley Forge (Pensilvania) antes de que hubiéramos hablado por teléfono. Tras nuestra primera llamada, en la que les comenté que estaba soltera pero que esperaba tener hijos algún día, Simone también me envió un correo electrónico para invitarme a formar parte de su red de búsqueda de parejas para personas de "alto rendimiento".  "Como probablemente puedas deducir, estamos muy interesados en ayudar a la gente a tener familia, ya que cada día es más difícil", me contaron.

"Somos el ferrocarril subterráneo de los bebés 'Gattaca' y de la gente que quiere hacer cosas genéticas con sus hijos"

Aunque no rellené el formulario de búsqueda de pareja, sí acepté hacer una visita a su granja del siglo XVIII. Al llegar, me recibió en la puerta Profesor, un perro de color marrón de raza corgi, y Malcolm, alegre y pulcro con un polo negro.

En el interior, Simone, escultural incluso a un mes de la fecha de parto, llevaba su uniforme de embarazada, compuesto por una camisa oxford blanca, una falda larga negra, unas Doc Martens y un pintalabios rojo (ignorando, como me diría más tarde, la petición de su suegra de que no se vistiera "como una maldita peregrina" ante la prensa). 

Sus armarios, me dijo Simone más tarde, están meticulosamente seleccionados para proyectar el tipo de seriedad que requiere su trabajo. Bajo sus gruesas gafas de montura negra (redondas las de ella y rectangulares las de él), la pareja parece, como dirían ellos, "biológicamente joven".

Juntos escriben libros y trabajan en el sector del capital riesgo. Simone ha sido CEO de Dialog, el retiro secreto cofundado por Thiel. Aunque se relacionan con el ala antiinstitucional del Partido Republicano, desconfían de afiliarse a lo que llaman el grupo de "conservadores locos". Por encima de todo, se centran en marcar el pronatalismo como algo moderno, socialmente aceptable y acogedor, especialmente para ciertas personas. El año pasado, cofundaron la iniciativa sin ánimo de lucro Pronatalist.org.

Torsten, de 1 año, cuyo apodo es 'Toastie', debe su nombre a la herencia escandinava de su madre. Octavio, de 3 años, se llama así por el fundador del Imperio Romano.
Torsten, de 1 año, cuyo apodo es 'Toastie', debe su nombre a la herencia escandinava de su madre. Octavio, de 3 años, se llama así por el fundador del Imperio Romano.

Hannah Yoon para Insider

La obsesión por producir herederos no es un fenómeno nuevo. Las élites han utilizado el linaje para consolidar su dinero y poder durante la mayor parte de la historia de la humanidad. Pero, como las parejas del mundo desarrollado posponen cada vez más la paternidad o la abandonan, gente como los Collins buscan trucos para promoverla.

Ambos confiesan que sus amigos les aconsejaron no hablar conmigo. Al fin y al cabo, a cualquiera que se adentre en este universo le espera un campo de minas político. La última figura importante relacionada con el pronatalismo fue Jeffrey Epstein, que planeó dejar embarazadas a 20 mujeres a la vez en su rancho de Nuevo México. El cribado genético, y la suposición de que algunos seres humanos nacen siendo mejores que otros, suele invitar a comparaciones con los experimentos eugenésicos nazis. Y luego está el hecho de que nuestro principal punto de referencia cultural para una sociedad pronatalista es el mundo brutalmente misógino de El cuento de la criada.

Los Collins, que se describen como "despiadadamente pragmáticos", consideran que la inevitable reacción es un pequeño precio a pagar.

"Nos frustra que en esta cultura la gente sea tan privada", comenta Simone. No solo esperan que su transparencia anime a otros miembros de la clase alta a tener más hijos, sino que quieren construir una cultura y una economía en torno al estilo de vida de la alta natalidad.

"La recompensa no será inmediata", reconoce Simone, pero cree que si ese pequeño círculo que han creado pone en marcha los planes adecuados, sus sucesores se convertirán en las nuevas clases dirigentes dominantes del mundo. 

Los investigadores predicen que la población mundial disminuirá en los próximos 40 años debido al descenso de la natalidad, lo que provocará una enorme escasez de trabajadores.

Los principales actores de la industria tecnológica llevan años preocupados por su legado. En la década de 2010, la moda de la longevidad arrasó en Silicon Valley con la inversión por parte de varios titanes de la industria como Jeff Bezos (58 años), Sergey Brin (49) o Larry Ellison (78) de miles de millones en empresas de biotecnología que pensaban que podrían ayudarles a desafiar a la muerte. Jeffrey Epstein se puso en contacto con los científicos para congelar su cabeza y su pene para ser revitalizado cientos de años después, mientras se rumorea que Peter Thiel, de 55 años, buscó transfusiones de sangre de gente más joven. En respuesta al rumor, Thiel declaró: "Que conste que no soy un vampiro".

La investigación antienvejecimiento ha tenido cierto éxito en la lucha contra enfermedades específicas pero, a medida que los Ellison y Bezos del mundo se hacen mayores, la posibilidad de prolongar la vida radicalmente se hace más improbable. 

Así que algunos recurren a la siguiente opción: su progenie. Para las personas que creen firmemente en la heredabilidad genética de los rasgos, transmitir su ADN, que consideran superior, puede ser el camino definitivo para influir. El cofundador de Genomic Prediction, Stephen Hsu, me dijo que conocía a muchos padres con un gran patrimonio y una tasa de natalidad elevada.

"En todo lo que hacen estos tipos, ya sea en sus inversiones o incluso en su vida social, aplican una forma de pensar muy analítica y cuantitativa. Y eso se aplica también a la reproducción", explica Hsu.

Se dice que en su infame rancho del Zorro, Jeffrey Epstein tenía planes para embarazar hasta 20 mujeres a la vez.
Se dice que en su infame rancho del Zorro, Jeffrey Epstein tenía planes para embarazar hasta 20 mujeres a la vez.

Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York

En 2018, Brin y su entonces mujer, Nicole Shanahan, que se enfrentaron a problemas de fertilidad, fundaron el Centro de Longevidad Reproductiva Femenina del Instituto Buck. Thiel, que tiene al menos un hijo con su pareja, ha invertido en la startup de congelación de óvulos TMRW y en una nueva app de seguimiento de la menstruación llamada 28, que ha desatado polémica por su afiliación a una publicación antiabortista. Ellison, por su parte, que tiene 2 hijos en la treintena, ha vuelto a tener hijos, al parecer, con su novia de 31 años.

Aunque el pronatalismo se asocia habitualmente con el extremismo religioso, la versión que ahora es tendencia en esta comunidad tiene más en común con la ciencia ficción distópica. Los Collins, que se identifican como calvinistas laicos, creen en el principio de la predestinación, que sugiere que ciertas personas son elegidas para ser superiores en la Tierra y que el libre albedrío es una ilusión. Piensan que el pronatalismo es una extensión natural de los movimientos filosóficos que arrasan en los centros tecnológicos como Silicon Hills, en Austin (Texas). 

Nuestras conversaciones vuelven con frecuencia al transhumanismo (los esfuerzos por fusionar las capacidades humanas y las de las máquinas para crear seres superiores), al largoplacismo (una filosofía que sostiene que el verdadero coste de la extinción humana no sería la muerte de miles de millones de personas en la actualidad, sino la pérdida preventiva de billones, o más, de personas no nacidas en el futuro) y al altruismo efectivo (un sistema filantrópico centrado actualmente en evitar que la inteligencia artificial acabe con la población humana).

Lo que todos estos movimientos tienen en común es su fijación por el futuro. Y, dado que ese futuro empieza a parecer cada vez más apocalíptico para algunas de las personas más ricas del mundo, la idea del pronatalismo se va imponiendo entre ellos. Es una propuesta que se adapta perfectamente al estilo arrogante de Silicon Valley: si la humanidad está al borde del abismo, y sólo ellos pueden salvarnos, entonces le deben a la sociedad el replicarse a sí mismos tantas veces como sea posible.

"La gente de este subgrupo considera que el camino hacia la inmortalidad pasa por tener hijos", afirma Simone.

Según los expertos de la industria tecnológica, este tipo de retórica se está extendiendo en reuniones privadas entre algunas de las figuras más poderosas de Estados Unidos. Es "grande aquí en Austin", señala la cofundadora de 23andMe, Linda Avey. Raffi Grinberg, pronatalista y CEO de Dialog, indica que el declive de la población es un tema común entre los CEO, funcionarios y otras figuras poderosas que asisten a los retiros extraoficiales que ella gestiona. 

En febrero, el cofundador de PayPal, Luke Nosek, un estrecho aliado de Musk, organizó una reunión en su casa del lago Travis de Austin para debatir sobre "el fin de la civilización occidental", otro eslogan habitual en el discurso sobre la natalidad.

"La persona de esta subcultura realmente ve que el camino hacia la inmortalidad pasa por tener hijos"

Mientras tanto, los Collins explican que un amigo común les había animado a volar a Austin para reunirse con Claire Boucher, la artista conocida profesionalmente como Grimes y madre de 2 de los hijos de Musk. Grimes, que sigue a unas 1.470 personas en Twitter, siguió a los Collins mientras se preparaba este artículo. Tiene sentido si se tiene en cuenta que Musk, que ha tenido 10 hijos conocidos con 3 mujeres, es el pronatalista de más alto perfil del mundo de la tecnología, aunque no oficialmente. Ha hablado abiertamente de su obsesión por Gengis Khan, el gobernante mongol del siglo XIII cuyo ADN aún puede rastrearse en una parte significativa de la población humana. 

Una persona que ha trabajado directamente con Musk y que ha hablado bajo condición de anonimato para este artículo recuerda que el CEO de Tesla expresó su interés por "poblar el mundo con su descendencia" ya en 2005. Musk ha utilizado cada vez más su plataforma pública para defender la causa, tuiteando docenas de veces en los últimos 2 años sobre la amenaza del descenso de la población. "Si continúa el alarmante colapso de la natalidad, la civilización morirá realmente", escribió en enero.

Estas preocupaciones tienden a centrarse en una clase de personas en particular, que los pronatalistas utilizan varios eufemismos para expresar. En agosto, el padre de Elon, Errol Musk, me dijo que estaba preocupado por las bajas tasas de natalidad en lo que llamó "naciones productivas". Los Collins lo llaman "sociedad cosmopolita". El propio Elon Musk ha tuiteado sobre la película Idiocracia, en la que la élite inteligente deja de procrear, permitiendo que los no inteligentes pueblen la tierra.

"Al contrario de lo que muchos piensan, cuanto más rico es alguien, menos hijos tiene. Yo soy una rara excepción. La mayoría de la gente que conozco tiene un hijo o ninguno", escribió en otro tuit el pasado mes de mayo.

Musk tuvo 2 de sus 10 hijos, X Æ A-Xii y Exa Dark Sideræl Musk, con la cantante Grimes. También ha sido padre de 6 hijos con su ex mujer Justine Musk y de gemelos con su empleada Shivon Zilis.
Musk tuvo 2 de sus 10 hijos, X Æ A-Xii y Exa Dark Sideræl Musk, con la cantante Grimes. También ha sido padre de 6 hijos con su ex mujer Justine Musk y de gemelos con su empleada Shivon Zilis.

Theo Wargo/Getty Images

Musk se hacía eco de un argumento esgrimido por Nick Bostrom, uno de los padres fundadores del largoplacismo, a quien le preocupaba que el descenso de la fertilidad entre los "individuos con talento intelectual" pudiera conducir a la desaparición de la "sociedad civilizada avanzada".  Émile P. Torres, un antiguo filósofo del largoplacismo que se ha convertido en uno de los críticos más directos del movimiento, lo expresó de forma más contundente: "La propia visión largoplacista implica que, en realidad, la gente de los países ricos importa más".

Una fuente que ha trabajado estrechamente con Musk durante varios años describe este pensamiento como el núcleo de la ideología pronatalista del multimillonario. "Se toma muy en serio la idea de que tu riqueza está directamente relacionada con tu coeficiente intelectual", comenta. La fuente, que ha hablado bajo condición de anonimato para este artículo, también indica que Musk instó a "todos los hombres ricos que conocía" a tener tantos hijos como fuera posible. 

Los lazos de Musk con las comunidades de altruismo efectivo se han ido revelando poco a poco en los últimos meses. En septiembre, los registros de texto publicados como parte de la batalla legal de Musk con Twitter mostraron conversaciones entre el CEO y William MacAskill, que trabaja en el Instituto del Futuro de la Humanidad de Oxford, del que Musk es un importante donante. En los mensajes, MacAskill se ofrecía a presentar a Musk a Sam Bankman-Fried, el joven criptomillonario ahora caído en desgracia, que había donado millones de dólares a organizaciones por la longevidad.

MacAskill nunca ha apoyado explícitamente el pronatalismo y se ha negado a ser entrevistado para este artículo. Sin embargo, dedicó un capítulo de su exitoso libro Lo que le debemos al futuro a su temor de que la disminución de las tasas de natalidad condujera al "estancamiento tecnológico", lo que aumentaría la probabilidad de extinción o colapso de la civilización. 

Una de las soluciones que ofrecees la clonación o la optimización genética de un pequeño subconjunto de la población para que tenga "capacidades de investigación al nivel de Einstein" para "compensar el hecho de tener menos gente en general".

Malcolm dice que se alegra de que Musk sacara estos temas a la palestra. "No tiene tanto miedo a ser cancelado como los demás. Cualquier persona inteligente con una visión cultural de su vida está mirando a este mundo y diciendo: '¿Cómo creamos intergeneracionalmente, culturas duraderas que lleven a nuestra especie a ser un imperio interplanetario diverso, próspero e innovador un día que no esté en riesgo de sufrir el impacto de un asteroide o alguna grave enfermedad?", se pregunta.

CRISPR

Sentados alrededor de la mesa del desayuno, después de dejar la guardería a las 6 de la mañana y del paseo matutino que los Collins dan diario, Malcolm lee en voz alta un mensaje de texto de su madre. Quiere saber cómo planean él y Simone monetizar su "afición" al pronatalismo. "Recuerda: Todo es transaccional", le escribe.

Nacido en el seno de una familia con historia y dinero en Dallas, Malcolm dice que entre sus antepasados se encontraban destacados miembros de los jayhawkers, activistas antiesclavistas que se rebelaron contra el ejército confederado. Tras el divorcio de sus padres, Malcolm fue enviado a un centro para "adolescentes con problemas",una experiencia que él compara con la descrita en la película La maldición de los hoyos, en la que los niños son enviados a campos de trabajo forzado en el desierto. Malcolm dice que su padre consiguió dilapidar la fortuna familiar a lo largo de sus 5 matrimonios. "Llegó a comprar lo más caro en Christie's. Ahora no tiene nada. No tiene dinero", relata.

Simone, por su parte, procede de unos padres hippies, polígamos y practicantes de taichí en Alameda (California). "Era la oveja negra de la familia. Me decían que saliera a beber y a experimentar, pero yo me rebelaba quedándome en casa y haciendo los deberes", recuerda.

Antes de conocer a Malcolm, Simone estaba convencida de que quería vivir su vida soltera y sin hijos. Pero, cuando tenía 24 años, decidió que le romperían el corazón una sola vez para poder decir que había vivido la experiencia. Como hace con todos sus objetivos, desarrolló un plan. Se hizo un perfil en OKCupid, donde su foto vestida de soldado de asalto en una pose seductora triunfó en Silicon Valley. Entonces, conoció a Malcom y le hizo prometer que rompería con ella tras 4 meses de relación. "Me molestaba estar enamorada de él", afirma.

Un año y medio después, Malcolm le propuso matrimonio a través de una campaña viral que llegó a la portada de Reddit. Una vez casados, Simone hizo un máster en Política Tecnológica en Cambridge, deseosa de ponerse a nivel de la titulación de su marido en Stanford.

Durante una temporada en un fondo de capital riesgo en Corea del Sur, donde la tasa de fertilidad ha caído a cerca de 0,81, Malcolm se obsesionó con la idea de lo que él llama "catástrofe demográfica". 

"Le asombraba la visión fatalista de la gente", dice Simone. Así que, retomando una conversación que Malcolm había iniciado en su segunda cita, la pareja se comprometió a tener entre 7 y 13 hijos. Debido a su comienzo relativamente tardío y a los problemas de fertilidad de Simone, sabían que tendrían que congelar sus embriones para utilizarlos más adelante. En 2018, al que ahora se refieren como "el año de la cosecha", se dedicaron a producir y congelar tantos embriones viables como fuera posible.

En un estudio de 'Pew Research' de 2018, cerca de la mitad de los adultos con estudios universitarios dijeron que se habían sometido a un tratamiento de fertilidad o conocían a alguien que lo había hecho.
En un estudio de 'Pew Research' de 2018, cerca de la mitad de los adultos con estudios universitarios dijeron que se habían sometido a un tratamiento de fertilidad o conocían a alguien que lo había hecho.

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Tras 5 rondas de FIV (fecundación in vitro), Simone escuchó a Stephen Hsu hablar de su empresa Genomic Prediction en un podcast. Las pruebas para detectar anomalías cromosómicas como el síndrome de Down y trastornos de un solo gen, como la fibrosis quística, son comunes en la FIV, pero hace poco que han comenzado a ofrecerse pruebas para rasgos genéticos más complejos. 

Mientras que la ingeniería genética completa mediante CRISPR o una tecnología similar está prohibida en la mayoría de los países, el campo del cribado genético preimplantacional sigue sin estar regulado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FAA, por sus siglas en inglés) de EEUU.

Los Collins decidieron embarcarse en una sexta ronda de FIV para utilizar el servicio. Aunque la prueba LifeView de Genomic Prediction solo ofrece oficialmente puntuaciones de riesgo para 11 trastornos poligénicos (entre ellos la esquizofrenia y 5 tipos de cáncer), permitió a los Collins acceder a los datos genéticos brutos para su propio análisis.

Simone y Malcolm llevaron entonces sus datos a una empresa llamada SelfDecode, que suele realizar pruebas con muestras de ADN de adultos para analizar lo que los ellos llaman "la parte divertida".

Sentada en el sofá, Simone sacó una hoja de cálculo llena de números rojos y verdes. Cada fila representa uno de sus embriones del sexto lote, y las columnas una variedad de factores de riesgo relativos, desde la obesidad hasta las enfermedades cardíacas y los dolores de cabeza. (La parte "relativa" significa que estas puntuaciones sólo pueden comparar el riesgo de cada embrión con el de otros individuos con diferentes constituciones genéticas, a diferencia de las puntuaciones de riesgo "absolutas").

La principal prioridad de los Collins fue una de las categorías más controvertidas, lo que llamaron "rasgos adyacentes al rendimiento mental", que incluyen el estrés, el bajo estado de ánimo crónico, la niebla cerebral, los cambios de humor, la fatiga, la ansiedad y el TDAH.

Las pruebas que realizaron también proporcionaron una puntuación de riesgo de autismo, un diagnóstico que la propia Simone ha recibido y que decidieron no tener en cuenta. Ella compara su autismo con un "coche de carreras afinado": aunque tenga dificultades en ciertas situaciones del mundo real, "si estoy en la pista y tengo mi equipo de boxes y el combustible perfecto"... "puede superar de forma espectacular a otras personas", dice Malcolm, terminando su frase.

"También soy muy reticente a la hora de seleccionar ante cualquier tipo de peculiaridad mental extrema en una persona", añade. "A menos que tenga que ver sólo con una función baja extrema".

Con un gran número de columnas verdes y una puntuación de 1,9, el embrión nº 3 (Titan Invictus, un experimento de determinismo nominativo) fue seleccionada para convertirse en la tercera hija de los Collins.

A pesar de toda esa planificación, los Collins no han conseguido el oro genético. El campo de la genética del comportamiento, que supone una conexión entre los genes y los rasgos del carácter, es muy discutido, si no rechazado directamente por sus peligrosas implicaciones sociales. "No está claro en qué medida la genética contribuye a muchas de las cosas que se buscan", comenta Hank Greely, profesor de Derecho de Stanford que ha escrito El fin del sexo y el futuro de la reproducción humana.

Los argumentos que atribuyen la aptitud mental a la genética son especialmente controvertidos. Hsu, cofundador de Genomic Prediction, se vio obligado a dimitir de su cargo en la Universidad Estatal de Michigan después de que el sindicato de estudiantes afirmara que Hsu creía "en las diferencias biológicas innatas entre las poblaciones humanas, especialmente en lo que respecta a la inteligencia". 

Hsu respondió a estas acusaciones diciendo: "Si el sindicato ha hecho la afirmación, ha tergiversado mis creencias. Soy bastante explícito en mis escritos y en las entrevistas en el sentido de que no sabemos si existen diferencias genéticas de inteligencia entre los distintos grupos de ascendencia". 

Simone dice que 2 empresas emergentes de PGT-P que planean hacer este tipo de pruebas de lo que conocen como "parte divertida" están captando fondos intentando pasar desapercibidas porque "anticipan que serán esencialmente canceladas tan pronto como se se conozcan".

Los propios Collins han sido llamados "eugenistas hipster" en internet, algo que Simone calificó de "sorprendente" cuando se lo dije. "Malcolm va a querer hacer tarjetas de visita que digan 'Simone y Malcolm Collins: eugenistas hipsters'", respondió riéndose.

"Es curioso que la gente tenga tanto miedo de ser acusada de ser nazi cuando solo están mejorando sus propios embriones. No estoy eliminando gente. Quiero decir que estoy eliminando de mi propio fondo genético, pero este es solo de Malcolm y mío", añade Simone, tras señalar que su abuela judía escapó de la Francia ocupada por los nazis.

Black Box

Según la revista médica The Lancet, se prevé que 183 de los 195 países del mundo caerán por debajo de la tasa de reemplazo de aproximadamente 2,1 hijos por mujer en 2100. Incluso países como China e India, que hasta ahora han luchado contra la superpoblación, se enfrentan a un cambio brusco en los próximos años.

Los demógrafos han rechazado la preocupación por el crecimiento de la población como la que plantea Musk, señalando que la migración internacional de los países con poblaciones crecientes ayudará a estabilizar la situación mundial. Otros sostienen que se trata de una maniobra de distracción dañina para cuestiones más urgentes, como la crisis climática y la desigualdad mundial.

Los demógrafos han rebatido las afirmaciones sobre el colapso de la población, señalando que la población mundial está creciendo y acaba de alcanzar los 8.000 millones de personas.
Los demógrafos han rebatido las afirmaciones sobre el colapso de la población, señalando que la población mundial está creciendo y acaba de alcanzar los 8.000 millones de personas.

Ann Matica

Aun así, muchos Gobiernos han comenzado a tomar medidas ante el temor que les provoca la pirámide demográfica invertida. "Algunos países son cada vez menos ambiciosos a la hora de garantizar el acceso universal a la planificación familiar; algunos restringen el derecho al aborto; otros prohíben la educación sexual en los planes de estudio; y otros propagan estereotipos de género que van en contra del empoderamiento y la igualdad de las mujeres", resumió Michael Herrmann, asesor principal en economía y demografía del Fondo de Población de las Naciones Unidas en el Día Mundial de la Población.

Después de décadas, el mundo empresarial también ha tomado nota. Martín Varsavsky, un empresario del sector de la fertilidad y padre de 7 hijos, explica que, cuando comenzó en este negocio en 2016 después de fundar 4 unicornios en las industrias de telecomunicaciones y energía renovable, era "muy difícil" encontrar inversores

Pero ahora, a medida que las parejas ricas se dan cuenta de que a los 30 y 40 años es demasiado tarde para realizar sus objetivos reproductivos, los inversores (muchos de los cuales están en el mismo barco) comienzan a poner su capital a disposición de diversos servicios reproductivos, desde la FIV hasta los úteros artificiales.

La última empresa de Varsavsky, Gameto, que espera ampliar las ventanas de fertilidad de las mujeres, ha recaudado 40 millones de dólares de inversores como el cofundador de XPrize, Peter Diamandis; el fundador de Future Ventures, Steve Jurvetson; y la cofundadora de 23andMe, Anne Wojcicki. Conception, la empresa que espera crear óvulos humanos viables a partir de células madre, ha atraído la atención de Altman, así como de los principales donantes vinculados al altruismo efectivo, como el cofundador de Recursion Pharmaceuticals, Blake Borgeson, y el cofundador de Skype, Jaan Tallinn, padre de 5 hijos.

"Si nuestra tecnología funciona, realmente abrirá la puerta a que las mujeres puedan tener hijos hasta los 40 y 50 años cómodamente", aventura el cofundador de Conception, Matt Krisiloff

Según los datos de PitchBook recopilados para Business Insider, en 2021 hubo 138 operaciones de capital riesgo en el espacio femtech de Estados Unidos, frente a los 57 de 2016. Este verano, empezaron a correr rumores de que Musk estaba estudiando la compra de una gran cadena de clínicas de fertilidad, lo que desmintió a Financial Times.

"El siglo XX fue sobre átomos y bits. El siglo XXI tiene que ver con la biología y los bebés"

Algunos inversores ven en la mejora de la tecnología de la fertilidad una pieza clave para mantener una ventaja competitiva en el mercado global. Delian Asparouhov, uno de los directores de Founders Fund que ha defendido abiertamente a Orchid, la empresa competidora de Genomic Prediction, declaró a The Times of London que su interés por esta tecnología se debe al deseo de "vencer a China" que, según él, es la mayor amenaza para la democracia occidental.

"El siglo XX fue sobre átomos y bits. El siglo XXI tiene que ver con la biología y los bebés", afirma un inversor de Genomic Prediction.

La tecnología de TMRW se ha desplegado en su oficina de Londres.

Simone y Malcolm no se sorprendieron al saber que, a los 31 años, solo tengo una amiga íntima que haya tenido un bebé. La edad media de las mujeres que tienen su primer hijo superó en Estados Unidos los 30 años por primera vez en 2019, según la Oficina del Censo de Estados Unidos, frente a los 27 años de 1990. En España el panorama es todavía más acusado; en 1980 la edad media a la hora de tener el primer hijo era de 25,06 años y ahora es de 31,22.

A los Collins no solo les preocupa que algunas personas esperen a tener hijos hasta más tarde. Temen que las presiones culturales, desde el auge de las aplicaciones de citas y las tensiones económicas hasta el tipo de nihilismo encarnado por el meme de la "última generación" de China, estén convenciendo a la gente de que tener hijos es una mala idea.

En 2021, una encuesta realizada a jóvenes de 10 países reveló que, entre los jóvenes de 16 a 25 años, 4 de cada 10 temían tener hijos debido a la preocupación por el cambio climático. Un estudio de 2017 descubrió que cada niño nacido en los países desarrollados suponía 58,6 toneladas métricas de carbono al año, aunque esa cifra no tiene en cuenta ningún cambio político futuro. 

Pew Research realizó una encuesta en 2021 en la que descubrió que una parte creciente de adultos se comprometía a no tener hijos, citando razones que incluyen "el estado del mundo".

A los Collins les preocupa que el hecho de que coincidan las personas que deciden no tener hijos con aquellos que luchan por los derechos de los homosexuales, la educación de las mujeres y el activismo climático (rasgos que creen que están codificados genéticamente) sea tan grande que estos valores puedan acabar desapareciendo.

Mucha gente asume que los pronatalistas quieren prohibir el aborto, pero casi todos los entrevistados para este artículo se han pronunciado a favor del derecho a decidir. De hecho, la fecundación in vitro, que inevitablemente provoca la destrucción de embriones fecundados, podría verse amenazada en una sociedad estrictamente antiabortista. 

Los Collins no esperan (ni quieren) que todos los países con bajas tasas de natalidad empiecen de repente a tener 7 o más hijos. En cambio, se ven a sí mismos como parte de un subconjunto de élite responsable de hacer crecer su progenie para compensar a todos los ciudadanos que decidan no hacerlo.

Octavian y Torsten nacieron antes de que las pruebas PGT-P estuvieran disponibles, pero sus padres esperan poder seleccionar futuros embriones utilizando esta tecnología emergente.
Octavian y Torsten nacieron antes de que las pruebas PGT-P estuvieran disponibles, pero sus padres esperan poder seleccionar futuros embriones utilizando esta tecnología emergente.

Hannah Yoon para Insider

Les pregunto entonces, qué diferenciaba su visión de Gilead, el régimen totalitario descrito en El cuento de la criada que designa a ciertas mujeres como reproductoras.

"¡Gilead es lo que ocurriría sin un aterrizaje suave para el colapso demográfico!", responde Simone con entusiasmo.

Sin embargo, a muchos observadores les preocupa que a los pronatalistas les importe menos el número de hijos que tiene la gente y más quién los tiene.

"La preocupación por los cambios demográficos tiene un cierto olor a eugenesia", afirma Torres.

"Todo esto me parece elitista", añade Avey.

Las cuestiones de clase y autonomía corporal pueden verse exacerbadas por las nuevas tecnologías de la fertilidad. La demanda de vientres de alquiler, que a menudo son mujeres con bajos ingresos, se ha disparado en los últimos años, especialmente entre los más ricos. El mes pasado, una empresa llamada Cofertility saltó a los titulares con la promesa de poner la congelación de óvulos al alcance de quienes no pueden permitírselo siempre que el cliente acepte donar la mitad de los óvulos extraídos a familias de pago.

"¿Hay un acceso justo a los tratamientos de fertilidad hoy en día en Estados Unidos? Mi respuesta sería que no. Pero también diría que ni siquiera hay un acceso justo a la medicina en Estados Unidos", reflexiona Varsavsky.

Los niños de familias ricas siempre han disfrutado de ventajas, desde una atención sanitaria y una nutrición de alta calidad hasta una educación y unas actividades extraescolares más caras. Ahora, a algunos les preocupa que las tecnologías de pruebas genéticas den a los más ricos otra ventaja antes de que salgan del vientre materno.

"En cierto modo, la forma más brutal de desigualdad es que este tipo pueda tener 20 hijos y, de hecho, 20 niños muy, muy sanos, tan buenos como la tecnología moderna pueda hacerlos. Mientras que otras personas no pueden disponer de eso", dice Hsu. 

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Durante nuestra visita inicial a la granja, Simone señala una de sus muchas peculiaridades: el retrete escondido en un rincón de su despacho, donde silencia el micro durante las reuniones virtuales para vomitar en secreto cuando le dan ataques de náuseas matutinas. 

Los Collins dicen que algunos posibles inversores se echaron atrás cuando se enteraron de sus planes de tener hijos. Decidida a demostrar que estaban equivocados, Simone afirma que llegó a atender llamadas durante su parto.

"Odia que la gente le diga que no se puede tener todo", explica Malcolm.

Pregunto a la pareja si realmente creen que su energía aparentemente ilimitada es factible para los padres de alta tasa de natalidad a gran escala. "Creo que es una cuestión de mentalidad", contesta Simone, que no tiene previsto dejar de trabajar a medida que crezca su familia, aunque sí tiene la intención de delegar el cuidado de los niños tanto a profesionales remunerados como a través estrategias de crianza comunitaria.

Una vez que los pronatalistas alcancen una masa significativa, esperan los Collins, podrán empezar a moldear la sociedad en torno a sus necesidades.

"Hay que crear culturas que recompensen" y tengan estructuras para las familias numerosas, explica Simone. Los temas preferidos de los pronatalistas incluyen desde el aumento del desarrollo de la vivienda hasta el cambio de las leyes sobre la regulación de los asientos de los coches (un estudio asegura que la gente deja de tener hijos cuando no caben más asientos en su vehículo).

Durante la pandemia de coronavirus, los Collins trataron de recaudar fondos para una "ciudad startup" familiar a la que llamaron Proyecto Eureka, en la que todas las normas de la comunidad serían "establecidas en última instancia y todas las disputas serían resueltas" por ellos mismos.

Cuando la recaudación de fondos se estancó, reorientaron su atención hacia el Collins Institute for the Gifted, un laboratorio online especializado que colabora con la Universidad de Austin, fundada por Bari Weiss, y el Fondo 1517, respaldado por Thiel. Musk también ha creado un programa educativo, Ad Astra, para su familia y los hijos de sus empleados, que desde entonces se ha ampliado a la escuela online Astra Nova.

 

La lógica del Instituto Collins refleja sus líneas principales de pensamiento: "Si quieres que el futuro sea mejor para todos y puedes elegir entre aumentar drásticamente los resultados educativos del 10% de las personas más pobres o del 0,1% de las personas más ricas", los Collins defienden que hay que elegir el 0,1%.  

También han desarrollado un sistema para seguir el progreso futuro de su familia llamado The Index. "Registramos cómo les va a tus hijos emocionalmente, cómo les va en cuanto a su carrera y si se mantienen dentro de la cultura con la que fueron criados", explica Malcolm. 

Espera además ver cómo sus propios hijos no están de acuerdo con su paradigma de crianza y que sean lo suficientemente competitivos como para proponer el suyo propio. Entonces, 11 generaciones más tarde, cuando la familia Collins sea la cultura dominante de la Tierra (o de Marte), tendrán cientos de años de datos para mirar atrás y aprender de ellos.

Poco más de un mes después de mi visita a Pensilvania, Simone envió una serie de actualizaciones sobre el nacimiento de Titán, incluido un selfie desde la cama del hospital, con el bebé recién nacido en brazos y con su característico pintalabios rojo inmaculado. El lunes siguiente a la cesárea del viernes, Simone retomó su horario de trabajo normal y, 9 meses después, será el momento de poner en cola la siguiente transferencia de embriones.

Simone Collins piensa seguir trabajando cuando tenga más hijos (entre 7 y 13 es el objetivo). "Creo que es una cuestión de mentalidad", afirma.
Simone Collins piensa seguir trabajando cuando tenga más hijos (entre 7 y 13 es el objetivo). "Creo que es una cuestión de mentalidad", afirma.

Hannah Yoon para Insider

También ha opinado sobre la impresionante implosión de FTX, que representaba uno de los mayores centros financieros del movimiento del altruismo efectivo. Los Collins, que nunca se asociaron directamente con Bankman-Fried, han visto una oportunidad en su desaparición. 

"Esto significa que nuestra facción (más conservadora, pronatalista, centrada en la construcción de la civilización a largo plazo y con probabilidades de autofinanciarse), tiene ahora 100 veces más posibilidades de convertirse en una facción real y dominante en el espacio de altruismo efectivo", opina Simone.

Los Collins esperan que los avances tecnológicos sigan el ritmo de su creciente familia. Los empresarios del sector reproductivo que hablaron conmigo parecían confiar en que la ciencia avanzará rápidamente. "Creo que estamos llegando a un punto en el que estamos reinventando la reproducción", comentaba Varsavsky.

Si los científicos de empresas como Conception consiguen crear embriones viables a partir de células madre, en teoría podrían producir un número masivo de ellos. En combinación con una mejor selección genética, los padres podrían elegir el bebé "óptimo" de un conjunto mucho mayor. "Estas ideas resultan seductoras porque son muy grandes. Se trata de tomar el control de la evolución humana", afirma Torres.

En cuanto a Simone y Malcolm Collins, Malcolm dice: "Intentamos dar a nuestros hijos la mejor oportunidad en la vida". Resulta que creen que la mejor oportunidad de sus hijos es también la de la humanidad.

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