Hábitos clave para retrasar el envejecimiento prematuro de la piel

Hoy en día la gente parece haberse vuelto loca con los productos de cuidado personal. Un mercado valorado en más de 557.000 millones de dólares a nivel mundial y que se espera siga creciendo en los próximos años.

Envejecer parece gustar menos que nunca y son muchos los que se empeñan en ponerle remedio. El paso del tiempo se nota sobre todo y primeramente en tu rostro. Las primeras líneas de expresión suelen aparecen a partir de 30 años. Sin ponerle remedio estas pueden marcarse en profundidad o suavizarse. Pero no todo es a base de productos de belleza. Muchos de tus hábitos influyen y mucho en la velocidad de envejecimiento de tu piel.

Ponte protección solar todo el año

Si subestimas o pasas por alto los riesgos que entraña el sol para tu salud puedes exponerte a riesgos más graves que una piel envejecida, como es el cáncer de piel.

Por lo que merece la pena protegerse, pero no solo en verano. Como aconsejan todos los dermatólgos es adecuado ponerse protector solar durante todo el año en el rostro. Con ello crearás una barrera protectora frente al daño de los rayos solares (específicamente los rayos UVB y UVA), capaces de desencadenar alteraciones en el ADN.

Para empezar, agota el suministro de aceites lubricantes naturales de la piel, lo que a la larga hará que esta luzca peor. Por otro lado, la radiación ultravioleta (UV) del sol puede causar cambios a largo plazo en la estructura de la piel, afectando al colágeno y favoreciendo la aparición de arrugas.

Asegúrate de dormir lo necesario

Seguramente más de una vez has comprobado la buena cara que tienes cuando estás descansado. Todo lo contrario ocurre en las épocas en las que no puedes dormir bien.

Los problemas de sueño no solo hacen aparecer ojeras y bolsas. La piel no se regenera tan bien de los daños cuando se está cansado, lo que provoca un envejecimiento prematuro.

Después de solo una noche de falta de sueño los participantes de un pequeño estudio tenían una elasticidad e hidratación de la piel disminuidas, poros más visibles y un menor flujo de sangre a la piel de la cara.

Hidrata tu piel

"No nos cansaremos nunca de decirlo. Una buena hidratación es la base para cuidar nuestra piel", enfatizan desde Biothern. Además de beber agua constantemente y limpiar el rostro cada día mañana y noche, afirman que "es igual de importante seguir un régimen hidratante para el rostro, cuello y escote, zonas donde más se notan los signos de la edad".

Entre sus consejos nutrientes antioxidantes, como la vitamina E, que aumenta las defensas naturales de la piel, neutralizando los radicales libres.

Deja de fumar 

La piel de un fumador es delgada, opaca, más arrugada y menos capaz de sanar, según la dermatóloga Yoon-Soo Cindy Bae, del Laser and Skin Surgery Center de Nueva York. 

El tabaco acelera el envejecimiento. Reduce el flujo sanguíneo a la piel, lo que impide que reciba oxígeno y los nutrientes indispensables. Además reduce las proteínas de colágeno y elastina que le dan estructura a la piel.

Come pensando en tu piel

Los alimentos fritos, ricos en sodio o en grasas trans y saturadas son dañinos para tu piel, pudiendo agravar el acné, las imperfecciones o la sequedad. Abusar del azúcar tampoco ayudará.

Antes de gastarte el dinero en suplementos de biotina debes saber que se encuentra en alimentos como carnes, pescado, huevos y vísceras como hígado, verduras y hortalizas como batata, espinaca y brócoli además de frutos secos y semillas.

También puedes estimular la formación de colágeno de manera natural en tu organismo. —Una revisión de estudios de 2012 sobre nutrición y envejecimiento apoya esta idea, al concluir que la ingesta de frutas y verduras es la vía más fiable para mejorar la salud de la piel—. Consumir proteínas, vitamina C y vegetales ricos en antioxidantes son formas de lograrlo.