14 impedimentos que puede ponerte tu empresa por los que no podrías teletrabajar desde cualquier parte del mundo
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- La tecnología te permite estar en cualquier rincón del mundo trabajando en remoto para tu empresa, pero los requisitos fiscales o laborales puede que no.
- Estos 14 impedimentos podrían hacer que tu compañía rechace el teletrabajo desde el extranjero, según varios expertos en derecho fiscal, laboral y en recursos humanos, consultados por Business Insider España.
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Los nómadas digitales siempre han estado ahí. La deslocalización de los empleados de las sedes de las compañías mientras estas se extienden por el mundo, también.
Pero el teletrabajo o trabajo en remoto desde cualquier lugar del mundo por placer, empieza a ganar cada vez más peso —con hasta hoteles convirtiendo sus playas privadas en puestos de trabajo—.
"Según para qué estés contratado, puedes trabajar desde cualquier rincón del mundo. A este tipo de trabajadores les llaman nómadas o en remoto", explica a Business Insider España Enrique Herrero, director del área Fiscal de Key Iberboard, una asesoría laboral, fiscal, contable y legal.
A nivel tecnológico, hay muy pocos problemas, señala Eduardo Quero, socio-director de Stratesys y líder del centro de competencia People.
"Las herramientas que tenemos de comunicación —vía teléfono móvil, videoconferenciaso softwares específicos— proporcionan sus soluciones", ejemplifica, aunque reconoce que la cercanía y la empatía con los clientes, puede perder cierto valor.
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Aún así, el modelo no presencial todavía encuentra sus trabas en la normativa internacional y de los propios Estados.
"Lo que ocurre es que, desde la normativa internacional y de los Estados, la doméstica todavía no está del todo adaptada", apunta Herrero.
Esto afectó a aquellos que, prácticamente de la noche a la mañana, quedaron varados en el extranjero por la propagación de la pandemia de COVID-19 —que ha dejado patente la necesidad de ahondar en más facilidades legales para la movilidad laboral internacional—.
"A muchas personas les pilló fuera de su casa. Entonces, se le pidió a los Estados la flexibilidad para no hacer residentes fiscales a quienes se habían quedado varados. No era un traslado voluntario, ellos querían volver. Y no, no hubo esa flexibilización por parte de los Estados", cuenta a Business Insider España Herrero, de Key Iberboard.
"Esto deja en evidencia que mandar a trabajadores fuera de España puede poner en grave riesgo su residencia fiscal", sentencia.
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En el futuro, se espera que las leyes sean un reflejo de la sociedad, haciendo la normativa más flexible y que permita más movilidad internacional.
No obstante, en lo que respecta al ámbito laboral, las reglas son más flexibles y fáciles de acatar.
"El teletrabajo dentro de la Unión Europea para los comunitarios, se puede realizar con todas las garantías en materia de seguridad fiscal. Con países con los que exista convenio bilateral, hay que estar muy atento a las coberturas que establecen", detalla a Business Insider EspañaMamen Serrano, directora del área Laboral de Key Iberboard.
Estos son los 14 impedimentos con los que un empleado se puede encontrar si quiere teletrabajar desde cualquier rincón del mundo. Y sus soluciones.
Si pretendes establecerte en un país, pero no si quieres cambiar de destino cada mes
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La regla general: si no pasas más de 183 días o 6 meses fuera de España, no pierdes tu residencia fiscal en el país, resume Herrero.
"Como empresa, te vas a enfrentar a la posibilidad de tener a una persona trabajando fuera de tus fronteras que va a tener que tributar en otro país y tienes que estar muy informado de la legislación que le aplica", advierte el experto.
Si una persona trabaja desde el extranjero pero mantiene estancias temporales en diferentes países, sin superar los 183 días, no pondría nunca en riesgo su residencia fiscal en España.
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Pero no aplica para todos los países por igual. Es importante tener en cuenta qué versa en cada convenio con cada país, incluso dentro de la Unión Europea.
"Hay convenios que entienden que los 183 son continuados en el tiempo aunque te hayas ido en noviembre y vuelvas en mayo, sólo porque lo considera el convenio", alerta el experto en el área Fiscal.
Mientras, en lo que respecta al ámbito laboral, las garantías en materia de seguridad social se permiten por un máximo de 2 años.
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"Se pueden solicitar por escrito prórrogas excepcionales incluso", aclara Serrano.
"Sería el caso de que una empresa quiere desplazar al trabajador durante 5 años, por ejemplo. Entonces, la empresa española tendría que darse de alta en el país de destino como una entidad sin establecimiento permanente. Obtiene en el país de destino un número a efectos de pagar las retenciones similares al IRPF que existan en ese país y un código para ingresar las cotizaciones a la seguridad social. Pero no paga ningún impuesto, ni tiene que tener oficina. Absolutamente nada, haría lo mismo que en España".
La época del año en la que viajes, conforme a cómo se mide la residencia fiscal
Dado que estos 6 meses pueden poner en riesgo tu residencia fiscal, explica Herrero, una de las formas más seguras de viajar dentro del ejercicio es después de la segunda mitad del año.
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"En España, la residencia fiscal se mide por el cómputo de 183 días en el territorio español, principalmente. Si sales del territorio antes del 3 de julio en cualquier año natural, lo normal es que ese año pierdas la residencia fiscal. Por el contrario, siempre que hagas un desplazamiento con posterioridad al 4 de julio, sabes que el ejercicio no lo vas a poner en riesgo", recomienda.
Los países a los que quieras ir a teletrabajar
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Mamen Serrano, experta en derecho laboral, explica que, a efectos laborales es lo mismo que si estás trabajando desde casa en condiciones de teletrabajo.
Sin embargo, como cambias de país, hay que hacer una selección de los países a los que el empleado quiere ir a teletrabajar para asegurarse de que cumple con todas las condiciones del convenio.
La experta diferencia entre:
- Dentro de las fronteras de la Unión Europea —donde ya no entra Reino Unido, aclara—, donde la legislación de seguridad social es una.
- Países con los que España tiene un convenio bilateral en materia de seguridad social, como pueden ser Estados Unidos, la gran mayoría de Sudamérica, China o Japón.
- Y países con los que no hay ni siquiera convenio porque no ha habido acuerdo o no tienen un sistema de seguridad social, como Arabia Saudí.
"Dependiendo del país donde el trabajador quiera teletrabajar, tenemos que hacer una comunicación a la seguridad social española para que el trabajador no pierda y mantenga todos los derechos que si siguiera trabajando en España, a efectos de todo tipo de prestaciones —desempleo, jubilación, viudedad..., incluye—, todos los derechos que otorga el sistema español de seguridad social", ejemplifica Serrano a Business Insider España.
Los convenios que no incluyen seguros para el trabajador como los accidentes laborales o la asistencia sanitaria
Según explicaba Serrano en una entrevista con Business Insider España, dentro de la Unión Europea se garantizan todos los derechos del sistema se seguridad social español —siempre y cuando se limite a los 2 años de permiso máximo—.
Pero, en Estados Unidos los empleados podrían no tener derecho a asistencia sanitaria. O en Japón no se incluyen los seguros por accidentes de trabajo, ejemplifica.
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"Hay que mirar bien qué incluye el convenio y qué no. En Japón, por ejemplo, se cubre todo excepto los accidentes de trabajo. Eso significa que el empleado que se va a este destino —igual que el japonés que viene a España—, tiene todos los seguros excepto este. O tiene que darse de alta allí o tributar por ello exclusivamente en España. Lo mismo para los trabajadores por cuenta ajena".
Porque tu empresa tenga que responder a las retenciones fiscales del país extranjero al que te mudas
Como se mencionaba con anterioridad, la empresa española podría tener que darse de alta en el país de destino con la única obligación de tributar por ese empleado.
"Esto sucede también en España. Cuando viene una persona empleada de una empresa extranjera no establecida en el país y consigue la residencia fiscal en España, la empresa extranjera tendría que retenerla a cuesta del impuesto español. No tiene que responder a otras obligaciones fiscales como empresa en España, sólo en lo que al empleado respecta", explicita el experto en derecho fiscal, Enrique Herrero.
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Los trabajadores autónomos también han de cumplir con estas obligaciones. Pero estos responden por sí mismo y las empresas a las que facturan no les incumbe dónde tengan su residencia fiscal.
"La diferencia de los trabajadores autónomos con los empleados de plantilla es que estos, que responden como su propia empresa, la compañía no tendría que responder a sus obligaciones fiscales en el país. La empresa sólo recibe una factura de esta persona, pero no tiene contingencias con el país donde reside el trabajador", detalla Herrero en una entrevista con Business Insider España.
O la doble tributación en aquellos países con los que no existen convenios
"En la expatriación, la parte fiscal es otro de los problemas según los días que estés fuera de tu país de residencia", reconoce Enrique Quero, socio-director de Stratesys, quien coincide con Enrique Herrero, de Key Iberboard.
Si el país no tiene un acuerdo con España de doble imposición de rentas por el trabajo, puede darse la situación de que el empleado tenga que tributar en el país origen y en el de destino, explica Quero también en una entrevista con Business Insider España.
"En ese caso, luego tendrías que solicitar vía declaración de la renta esa devolución de la parte tributada en el país de destino", dice Quero.
Para ello, el trabajador suele recurrir a un gestor que haga un seguimiento de los registros que justifiquen que ha estado en este país y lo presente en la Declaración.
No tener implementado en su software de nóminas las excepciones para expatriados
A pesar de lo implementado que está el teletrabajo en la gran mayoría de los sectores en los que es posible, las empresas podrían seguir sin disponer de algunos servicios técnicos que requieren estos nuevos contratos.
"Si no llegas a residir en España 183 días, tienes que empezar a tributar en el país de origen", vuelve a resumir Quero.
"Simplemente tienes que tener bien registrado días que estás en cada sitio, con todos los documentos, alquileres y tickets necesarios".
Sin embargo, aunque el empleado cumpla con todos los requisitos, Quero reconoce que el departamento de administración de personal podría no estar preparado.
"A nivel de su software de nómina o departamento, pueden no tener esto implementado porque no se haya dado el caso. Tienen que registrar en la nómina las excepciones para los expatriados y las condiciones incluidas en los convenios", explica, aclarando que no es complejo de implementar.
Las diferencias horarias entre el país sede y el de destino del empleado
Algo tan simple como cuándo empieza y acaba tu jornada, puede también interponerse entre tu trabajo y tu destino de ensueño.
"Hay que adaptarse a las diferencias horarias del país de destino del empleado, si es que las hay. Nada impide que el empleado siga aplicando los mismos festivos y el mismo horario de trabajo", aclara Serrano.
Sin embargo, Quero destaca que este ha sido uno de los problemas más comunes con los que se ha tenido que lidiar desde que existe la posibilidad de trabajar en remoto.
"Uno de los principales problemas que hemos identificado, que tiene difícil solución, es el de adaptarse a los usos horarios. En Europa no hay mucha diferencia. Pero, cuando vas a Latinoamérica, te encuentras con que los cambios de horario te obliga a adaptar el horario de los españoles a ese horario internacional o al revés", detalla el directivo.
Estos cambios pueden interferir mucho en la vida personas de los trabajadores, reconoce. Y las empresas tienen que ser flexibles para que estos se adapten al horario.
"Independientemente del sector, todas las empresas se enfrentan a ello en esta situación", recalca.
Si el trabajo en remoto es por placer o se justifica por la pandemia, según la nueva ley del teletrabajo
Puede que sea el momento de tomar la propagación de la pandemia de COVID-19 como excusa. Las empresas y los empleados pueden formalizar acuerdos por escrito donde quede patente que el motivo del trabajo en remoto es el nuevo coronavirus.
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"Si no es por la pandemia, entraría en juego el real decreto 28 del mes de septiembre de teletrabajo en España, donde hay una serie de requisitos: formalizar el acuerdo, registrarlo en el SEPE, gastos de teletrabajo, horarios flexibles...", especifica Serrano a Business Insider España.
Además, se deben garantizar gastos pagados por la empresa —inventario de medios, horario, disponibilidad y enumeración de gastos—. Así como el derecho a la desconexión.
Las herramientas de registro de jornada
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En esta misma línea, las empresas deberán disponer de herramientas que permitan a sus empleados registrar sus jornadas de trabajo.
La nueva ley de teletrabajo recoge que los trabajadores tienen derecho a la flexibilidad horaria para fomentar la conciliación, pero que han de contar con recursos para notificar cuándo están como si estuviesen de forma presencial.
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"Aunque el empleado no esté en España, sigue vigente la ley. La empresa debe facilitar al empleado un método para registrar su jornada da de trabajo e Inspección de trabajo puede reclamárselo a la empresa", advierte Serrano.
Tus ingresos anuales, pueden no convencer al país en el que quieras residir
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Europa, regiones de Estados Unidos y, sobre todo, las paradisíacas islas caribeñas, han implementado nuevos programas para nómadas digitales en medio de la pandemia de COVID-19.
25 destinos perfectos para teletrabajar en los que incluso te pueden llegar a pagar por mudarte
En algunos de ellos pueden llegar a pagarte desde 600 euros, hasta 30.000 euros por mudarte a regiones en las que puedas influir y reactivar la economía.
Pero, entre los nuevos programas se extiende un nuevo requisito: cobrar más de unos 5.000 euros al mes o 72.000 euros al año, para Dubai o Islandia, por ejemplo.
Que tu traslado afecte al valor humano de la compañía
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Quero reconoce que a algunas compañías el teletrabajo está afectando al valor humano de la empresa.
"Al final, tú generas un engagement con tu compañía en el día a día. Más en España, que somos muy sociables", apunta.
Es más difícil fomentar el trabajo en equipo, el "buen rollo" y el interés general por encima del individual.
"Pierdes todo el contacto físico y la parte no tan profesional. Lleva a que ahora sopesas menos si tienes una oferta de trabajo en la que te aumentarán un poco más el sueldo, porque el confort humano no lo tienes en el día a día. No se deshumaniza, pero sí cambia la relación", dice el experto.
Si tu contrato cambia en función de la legislación del país de destino, podrías perder algo tan sencillo como las vacaciones
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Si no eres un trabajador autónomo y tu empresa quiere trasladarte a alguna de sus sedes, sucursales o socios en el extranjero, deberás asegurarte de que no se pone en juego tu contrato español, con todo lo que incluye.
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"Cuando trasladas a alguien y cambias su contrato con las condiciones del país de destino, pueden aparecer complicaciones. Algo tan sencillo como las vacaciones en el contrato en España, que son unos 22 días, por ejemplo, en México pueden pasar a ser 4 días que aumentan con la antigüedad", cuenta Quero a Business Insider España en una entrevista.
Cobrar en una divisa distinta o recibir ingresos parciales en 2 monedas diferentes
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"¿Y cómo voy a cobrar?", plantea Quero.
Este es uno de los puntos del contrato, junto a las condiciones estancas y los usos horarios, que más puede llevar a conflicto a empresas y trabajadores.
Los sectores en los que más se cobra en España
"Si voy a cobrar en euros o en pesos de otro país, eso me impacta a mí en el cambio. También podría ser parcial, seguir cobrando una parte en moneda local y otra en la moneda de origen... Puede complicar los acuerdos de trabajo en remoto a nivel contractual", detalla el experto.
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