Así negociaron las telecos la fórmula para abrir sus redes a desarrolladores, según el jefe de Digital de Telefónica: "Se invocó el espíritu fundacional de la GSMA"

Han pasado ya varias semanas desde que la edición del Mobile World Congress de 2023 en Barcelona cerró sus puertas, pero los ecos de lo que allí anunciaron algunas de las principales telecos del mundo siguen resonando a día de hoy.

La GSMA, patronal de las telecomunicaciones, comunicó el día que comenzaba la feria que 21 operadoras —entre ellas gigantes del sector como AT&T, Deutsche Telekom, Orange, Telefónica o Vodafone— habían firmado un memorando de entendimiento para desplegar API estandarizadas e interoperables sobre sus redes.

Imaginar el futuro del mundo digital a veces se antoja misión imposible: la industria se mueve rápido y el fulgor que hoy arrojan tecnologías como esos modelos de inteligencia artificial capaces de generar imágenes o textos era algo insospechado hace apenas un año.

De hecho, en los peores momentos de la pandemia se empezó a repetir aquel mantra de que el coronavirus había acelerado varios años la digitalización, pero en realidad nadie se lo terminó de creer. Sin embargo, en los últimos años sí que se han sentado unas bases sobre lo que se puede esperar del mañana. 

Ejemplos. Las tecnologías de realidad mixta (XR) como la realidad aumentada (AR) o la realidad virtual (VR) siguen abriéndose paso. Ver una película sin descargarla, o jugar a un videojuego en la nube, son ya actos cotidianos. La alta resolución hoy es 4K u 8K. Pilotar un dron o un coche desde casa no es algo tan lejano. La industria ya tiene miles de robots y dispositivos conectados.

La web original dio paso a la web 2.0 cuando las plataformas sociales se popularizaron y se democratizó la posibilidad de crear y compartir contenido en la red. El siguiente gran salto es la Web3. Desde que Facebook anunció su cambio de marca a Meta en 2021, la idea se ha rebautizado como el "metaverso".

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Pero el concepto de un mundo virtual persistente al que acceder con dispositivos de realidad mixta se queda muy corto para explicar y comprender qué está por llegar. Por eso, expertos llevan ya un tiempo señalando que las redes deben estar preparadas. Tendrán que estar listas para responder a un sinfín de nuevas necesidades, y el anuncio de la GSMA va en esa dirección.

Uno de esos expertos es Chema Alonso. El mediático hacker español es jefe de Digital de Telefónica, y desde hace unas semanas reporta directamente al presidente ejecutivo de la multinacional, José María Álvarez-Pallete. En entrevistas previas con Business Insider España ya sembró la idea de que las redes debían prepararse, adaptarse, actualizarse, softwarizarse para lo que está por venir.

Chema Alonso, que volvió a atender a este medio en el marco del propio Mobile World Congress, recuerda que muchas tecnologías hoy en desarrollo se incorporan a la rutina del día a día sin que apenas nos demos cuenta. "A quién se le ocurriría hace décadas que un web scrapper podría acabar siendo Google", desliza.

En esta ocasión, el hacker explica desde el potencial que tienen las API gracias al acuerdo de interoperabilidad suscrito por las principales operadoras del mundo hasta cómo de intensas fueron las conversaciones en el seno de la GSMA, que ahora preside su propio jefe, Álvarez-Pallete, para alcanzar ese objetivo.

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Ese memorando de entendimiento entre 21 operadoras de telecomunicaciones presentado en el MWC implica que las grandes compañías del sector aceptarán que las API que desplieguen en sus redes serán interoperables entre todas ellas.

API son las siglas en inglés de interfaz de programación de aplicaciones. Son funciones, líneas de código, que permiten que dos aplicaciones se comuniquen, o a una aplicación acceder a cualidades o detalles de otro servicio.

Una manera de entenderlo es coger de ejemplo la API de una plataforma como Twitter. Con la API de Twitter —cuyo dueño, Elon Musk, amenazó con restringir hace unas semanas—, los desarrolladores pueden crear desde nuevas funcionalidades —como un bot en la red social— a aprovechar los datos que Twitter ofrezca a través de ella para aprovecharlos en sus creaciones.

Con una API como la de Twitter puedes programar respuestas automáticas para tu negocio, extraer datos de usuarios de tu aplicación que también usen la plataforma, hacer investigaciones en profundidad de cómo nacen y evolucionan las tendencias, etc.

Pero, ¿cómo es que una red puede tener una API? ¿Quién la necesita y para qué? Todo queda más claro echándole un vistazo a las 8 API que la GSMA anunció al comienzo del Mobile. Algunas API permitirán que desarrolladores puedan autenticar a sus usuarios son quienes dicen ser comprobando si su teléfono está encendido y si tiene señal de cobertura.

Esa funcionalidad, por ejemplo, es especialmente útil en sectores como el financiero, donde los problemas de seguridad son críticos y los bancos han introducido la autenticación en múltiples factores cada vez que un cliente quiere acceder a su cuenta corriente: en lugar de enviar un SMS con un código que introducir en la app, con una API de red podría resolverse ese paso.

Las API presentadas hasta ahora tienen un enfoque de negocio para otras empresas —business to business, B2B— aunque el jefe de Digital de Telefónica, Chema Alonso, abre la puerta a funcionalidades con clientes —business to consumers, B2C—. "Cuando gastas todos los megas contratados en tu línea de teléfono, baja tu velocidad", explica Alonso.

"Ya hay API con las que se permite que los clientes contraten nuevos bonos para recargar los datos a alta velocidad". 

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Que las diferentes telecos desplieguen y presenten API en sus redes es de esperar. Las capacidades de las propias redes deben evolucionar para responder a las nuevas necesidades de creadores y usuarios. Pero hay API, como la bautizada como Quality on Demand, que serán críticas para nuevas tecnologías al garantizar mejores prestaciones y menor latencia.

Lo importante es que además estas API serán interoperables entre redes. Dará igual que un desarrollador contrate una API con Telefónica y muchos de sus usuarios tengan contratada la conexión con otras operadoras como Orange o Vodafone.

Llegar a un acuerdo entre los grandes players de la industria de las telecomunicaciones que garantice esa interoperabilidad no ha sido fácil. "La estandarización ha sido un trabajo intenso", reconoce Chema Alonso. "Este último año y medio que hemos estado discutiendo ha sido intenso. Pero también ha sido bonito y lo he visto en primera persona".

En las reuniones, el presidente de la GSMA —y de Telefónica—, José María Álvarez-Pallete, acabó llamando "al espíritu fundacional de la GSMA". La patronal, organizadora del Mobile World Congress, nació para que el roaming se estandarizara. "Para que si tú viajaras al extranjero pudieras llamar de una operadora a otra".

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"Tú hoy llamas a un número de teléfono y no sabes si el número es de una compañía u otra. Si esto ya lo habíamos hecho antes en el pasado y permitimos que nuestras llamadas de teléfono y SMS sean interoperables, teníamos que ser capaces de lograr lo mismo con las API: que un desarrollador use una API y esa API sirva para todos", enfatiza el directivo de Telefónica.

Chema Alonso pone más ejemplos. "Imagínate que soy un desarrollador en Australia que crea un jueguecito, y para funcionar y tener un plan de negocio viable necesito una determinada característica de latencia o ancho de banda. Si me encuentro con que mi app la tienen instalada 3 millones de usuarios, seguro que alguien estará en Movistar, otro en Verizon...".

"Esa API debe funcionar exactamente igual para todas las telecos. Para el desarrollador todo el proceso debe ser transparente. Luego no hay una competencia entre nosotros por los precios de las API, porque la única condición para activar una API para un usuario de nuestro cliente si está en Movistar es que esté en Movistar", aclara.

De esta manera, el jefe de Digital de la multinacional confía en que todo el sector y toda la industria tecnológica se beneficiará. "Nos beneficiamos todos si permitimos que los desarrolladores creen tecnología con nosotros".

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El anuncio de las API interoperables y estandarizadas de la GSMA no coincidió, por apenas unos días de diferencia, con el anuncio del comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, de abrir una consulta sobre el controvertido concepto de fair share o la "contribución justa". Las telecos entienden que las grandes tecnológicas han crecido copando sus infraestructuras.

Por eso piden que las tecnológicas ayuden en la inversión para desplegar nueva infraestructura.

La idea es, para sus críticos, un ataque a la neutralidad de red, el principio por el cual las operadoras deben ser extremadamente cuidadosas y garantizar el mismo trato a todos los contenidos que circulan en la red. Sin ir más lejos, Netflix salió al paso de la idea de las telecos también durante el mismo Mobile: "Cobrarían 2 veces por la misma infraestructura", acusó.

Alonso diferencia el despliegue de API —que garantizaría mejores capacidades a los desarrolladores que las contrataran— del dilema sobre la neutralidad de red. "Neutralidad de red es que tú como teleco priorices un servicio u otro. Nosotros nos limitamos a abrir servicios para empresas que quieran pagar por especialización".

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De hecho, estas API pueden ser la respuesta a una supuesta falta de democratización del acceso a las redes. Netflix ocupa muchísimo ancho de banda para lanzar por streaming sus contenidos a buena calidad. Por ello tiene acceso a unas capacidades que las operadoras le proveen gracias a que su escala les permite negociar esas capacidades con todas las telecos.

Pero un emprendedor o una pyme no tiene la escala ni la capacidad tecnológica para negociar con todas las telecos del mundo. Ahí aparecen las API y la idea del Open Gateway, el paraguas que aglutina toda esta iniciativa. En el Mobile se presentaron 8, aunque Chema Alonso ya confirmó a este medio que la idea de Telefónica es superar la veintena antes de que acabe 2023.

"Para nosotros es bajar la barrera para innovar". De hecho, Telefónica ya está buscando startups que quieran probar las API con su programa para early adopters. Sobre la fase de comercializar estas API, la GSMA todavía tiene debates pendientes. "Hablamos de API precomerciales, servicios B2B avanzados que ahora mismo no comercializamos".

Pero habrá que determinar si se cobran por uso, en tiempo real, por ejemplo. "Estamos aprendiendo y estudiando eso". También finales de año podría ser la fecha en la que se conociera un posible modelo de negocio para estas API. "Somos un sector que ha funcionado mucho como un jardín vallado y ahora nos abrimos a toda la comunidad tecnológica".

"No sabemos a dónde nos puede llevar".

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Telefónica ha evolucionado en los últimos años. Álvarez-Pallete lleva cerca de un lustro reivindicando su conversión en una empresa tecnológica. En octubre de 2018 presentó los principios éticos de su negocio en inteligencia artificial, y apenas un año después constató su transformación tras presentar su nuevo plan de acción.

Chema Alonso ha vivido un particular viaje desde que llegó a la operadora. "Entré en Wayra [en el área de innovación de la multinacional] trabajando en tecnología e innovación, y de ahí a Telefónica Digital donde apostábamos en seguridad cuando el negocio en ciberseguridad parecía una locura. Ahora fíjate en los resultados de Telefónica Tech".

"Y otra cosa es que tenemos un equipo directivo que tiene ansias por saber de esas tecnologías y experiencias propias que puedan suponer una disrupción", continúa el hacker. "Por eso tener Wayra o los equipos de innovación internos nos ayudan a traer esa tecnología disruptora a la compañía".

Otro ejemplo de los de Chema Alonso. "En un comité ejecutivo estábamos con un proyecto de tokenomics en México y hablando me di cuenta de que nadie levantaba una ceja: todo el mundo lo estaba entendiendo perfectamente. Igual que con temas de tokens, pasarelas de pago con cripto o marketplaces de NFT. Esa es la parte bella de Telefónica", presume.

"No sé si ha sido cosa de José María Álvarez-Pallete o del anterior equipo directivo en concreto, pero veo a gente que entiende de tecnología y eso para mí es maravilloso, porque adoro la tecnología y estoy como loco por hacer que esa tecnología nos permita ser más fuertes como compañía y nos lleve más lejos".