Banco Central Europeo: ¿Susto o muerte en septiembre?

Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Christine Lagarde, presidenta del BCE.

REUTERS/Kevin Lamarque

  • El BCE no lo tiene fácil para decidir su próximo movimiento de tipos de interés, este mes: 'pausa o subida' suena ahora 'susto o muerte'. El problema es que no está muy claro qué es qué.
  • La inflación sigue dando guerra, y eso justificaría una subida de tipos, pero las economías europeas podrían estar al límite.

Cuando parecía que empezaba a desinflarse... ¡Zas! La inflación se resiste a bajar. A solo dos semanas de anunciar si habrá nueva subida de tipos, el Banco Central Europeo tiene que estar pensando en aquello de Greenday: wake me up when september ends.

Después de 10 meses a la baja, los precios vuelven a dar guerra en la eurozona. Los analistas esperaban que la inflación retrocediera al 5,1% en agosto, pero se ha mantenido en el 5,3%, igual que en julio, lo que significa que los esfuerzos por doblegarla no terminan de surtir efecto.

Con este panorama, el Banco Central Europeo (BCE) no lo va a tener fácil en su reunión de septiembre. El Consejo de Gobierno del organismo se reunirá a mediados de este mes para decidir su próximo movimiento en relación a los tipos de interés: pausa o subida suena ahora susto o muerte. El problema es que no está muy claro qué es qué.

Por un lado, la inflación sigue estando muy lejos del objetivo de estabilidad de precios del BCE, fijado en el 2%, lo que justificaría una nueva subida de tipos este mes (la décima en 14 meses). Pero, al mismo tiempo, seguir pisando el acelerador puede terminar haciendo que la economía europea descarrile, y la eurozona está al límite.

Con las grandes economías del euro (menos España) tratando de salvar los muebles de una recesión, los mercados empiezan a dudar que vaya a haber subida. "El mercado ya duda acerca de si va habrá una subida de tipos en septiembre, cuando se reúna el Banco Central Europeo", confirma Enrique Díaz-Álvarez, director de riesgos de Ebury.

Los últimos datos de confianza empresarial y de actividad manufacturera en Europa están dando sorpresas negativas, e incluso vaticinan una recesión light

Ilustracion recesion efecto dominó

"Los datos de actividad son más preocupantes en Europa, con grandes dificultades para salir de la recesión en el caso de Alemania y la recaída de países que iban bien, como Francia", apunta el economista jefe de la gestora de fondos AXA Investment Managers, Gilles Moëc.

El propio BCE reconoce que el panorama pinta más negro de lo previsto. "Las perspectivas de crecimiento serán más débiles de lo previsto", admitía ayer la ejecutiva alemana de la institución, Isabel Schnabel.

Esto inclinaría la balanza a favor de un break de tipos. Pero hay un matiz: el BCE no está seguro de que la eurozona esté al borde del precipicio. Sobre todo cuando economía aparentemente apagadas, como Alemania, registran subidas salariales récord. Un movimiento que podría calentar el mercado y justificar que el BCE actúe.

"Tal vez no esté al borde de una recesión profunda o prolongada", advertía Schnabel. La pregunta es: ¿vale la pena comprobarlo?

Subir tipos encarece el precio del dinero. El efecto es bastante parecido al de echar un jarro de agua fría sobre una economía aparentemente caliente: ayuda a enfriar la inflación, pero a costa de dejar el consumo bajo cero.

Christine Lagarde

Ahora mismo, los analistas se decantan sensiblemente más por la subida. También el halcón austríaco del BCE defiende continuar apretando tuercas: el gobernador del Banco Nacional de Austria sostiene que, a menos que haya "grandes sorpresas", no ve motivos para "hacer una pausa".

"Seguimos pronosticando otra subida de tipos en los próximos meses. Creemos que la combinación de un sesgo alcista en la reunión de septiembre y otra subida de tipos en el cuarto trimestre (si sigue siendo necesaria) sería la mejor política para mantener bajo control las expectativas de inflación", explica Karsten Junius, economista jefe de J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Quienes defienden la pausa, en cambio, hacen referencia a la inflación subyacente. Aunque el último dato de inflación en agosto fue negativo, la tasa subyacente sí está dando tregua. 

"Tanto si el BCE sube los tipos en septiembre como si no, la señal más importante para los inversores es que los tipos se mantendrán altos durante mucho tiempo", augura Eric Winograd, economista jefe de AllianceBernstein.

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