Beneficios y propiedades de las castañas, las indiscutibles reinas del otoño

Beneficios de las castañas

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  • Los beneficios de las castañas se cuentan por doquier: desde su increíble aporte de vitamina C al control de azúcar en sangre, las buenas digestiones o la energía extra para quienes hacen deporte.
  • Descubre todo lo que puede hacer por ti el consumo regular de castañas este otoño.

¿Existe algo más puramente otoñal que el olor de un buen cucurucho de castañas asadas? Este alimento, que está de temporada entre los meses de octubre y noviembre, no solo tiene un exquisito sabor y gran versatilidad a la hora de cocinarse, sino también numerosos beneficios para la salud.

Las castañas son diferentes al resto de frutos secos por su bajo contenido en proteína y su elevado contenido en carbohidratos complejos, muy saludables para el intestino, el control de azúcar en sangre o el control del peso. Destaca su aporte de fibra, potasio, fósforo y vitaminas B.

También son el fruto seco con menos grasas y contenido calórico. En comparación con las 611 calorías y los 59 gramos que te aportan 100 gramos de nueces, las castañas contienen 209 calorías y 2,6 gramos de grasas. Veamos de forma más detallada el contenido nutricional de las castañas.

¿Qué nutrientes tiene la castaña?

Según WebMD, un cuarto de taza de castañas crudas aporta 77 calorías, un gramo de grasa y otro de proteína, 17 gramos de carbohidratos, 3 gramos de fibra y un miligramo de sodio. En comparación, una de castañas asadas contendría 88 calorías, 19 gramos de hidratos de carbono y 5 gramos de azúcar. 

 

En cuanto a los principales nutrientes de la castaña, los más presentes son las vitaminas C, E y A, las  vitaminas del grupo B y calcio, magnesio, zinc, hierro, cobre y manganeso en cuanto a minerales. Sobresale con respecto a otros frutos secos su aporte de aminoácidos, ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes, fenoles y vitamina C.

Beneficios de las castañas: qué puede hacer por tu salud

Beneficios de la castaña

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  • Ayuda a la salud cardiaca: las castañas son fantásticas para reducir el riesgo de problemas cardiovasculares como cardiopatías o infartos, gracias a nutrientes como el potasio y el magnesio.
  • El fruto seco con más vitamina C: son únicas en su aporte de esta vitamina, clave para el sistema inmune, la formación de tejidos o la absorción de hierro. Solamente media taza de castañas hervidas o asadas te aporta en torno al 20% de la cantidad diaria recomendada de este nutriente.
  • Digestivas a tope: las castañas son fuente de fibra, lo que te permitirá ir regularmente al baño, mejorar tu tránsito intestinal y evitar problemas como el estreñimiento
  • Regulan el azúcar en sangre: la fibra de las castañas también contribuye a equilibrar el azúcar en sangre y absorber lentamente los almidones, evitando los picos de glucosa, según la Escuela de Medicina Pública de Harvard. Además, tienen un índice glucémico bajo, por lo que son ideales para diabéticos.
  • Fuente de cobre: este oligoelemento presente en el fruto seco es clave para la salud de los vasos sanguíneos, los nervios, el sistema inmunológico y los huesos y la absorción de hierro. Aproximadamente diez castañas asadas aportan el 21% de la cantidad diaria recomendada de cobre.
  • Ayudan a adelgazar: las castañas sacian, tienen un aporte calórico bajo en comparación con otros frutos secos y contribuyen a mantener un peso estable.
  • Estupendas si haces deporte: otro de los beneficios de las castañas es que constituyen una fuente de energía extra y electrolitos ideal para los atletas. Los carbohidratos complejos se digieren despacio, mientras que el potasio beneficia a los músculos.
  • Gran fuente de antioxidantes: además de la vitamina C, la castaña contiene ácido gálico, ácido elágico, taninos, alcaloides, diversos polifenoles, luteína y zeaxantina. Estos dos últimos se acumulan en la retina y te protegen del daño de los radicales libres y el efecto negativo de la luz azul, según recoge Healthline.
  • Posibles propiedades antitumorales: investigaciones de probeta demostraron que los extractos de castaña suprimían el crecimiento y la propagación de varios tipos de células cancerosas, como los cánceres de próstata, mama y colon. Además, el ácido elágico actúa sobre la vía de señalización PI3K, que regula el crecimiento y la supervivencia de las células tumorales.

Hay muchas maneras de cocinar castañas: de forma tradicional se suelen hacer al horno o a la sartén, aunque también es posible hervirlas, puedes asarlas en el microondas o incluso utilizar la freidora de aire.

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