El mercado se despide este año con mejor ánimo que el anterior. 

Se puede incluso hablar de rally al final de 2023, porque los rebalanceos habituales de carteras están siendo acompañados por datos positivos, según el director de estrategia de la firma de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance, Víctor Alvargonzález.

"La FED y el BCE siguen mandando mensajes para asustar al mercado de bonos y que las condiciones crediticias no se relajen demasiado. Pero saben que, si la inflación sigue bajando, no podrán mantener estos tipos de interés. Los mercados son muy agradecidos: les basta que bajen un poco para animarse mucho", explica Alvargonzález. Y eso es precisamente lo que esperan.

Además, añade el experto en una nota compartida con Business Insider España, cuanto más bajen los tipos de interés de los bonos —y, por lo tanto, suba el precio del activo—, mejores expectativas se tienen para la renta variable. Aunque ahora, siendo la renta fija atractiva, la correlación de la bolsa con el precio de los bonos es claramente positiva (cuando suben los bonos sube la bolsa). 

"No tiene por qué ser siempre así, pero ahora mismo lo es", reconoce.

¿Qué debería hacer entonces el pequeño inversor para aprovechar esta situación de mercado? 

En palabras de Pilar Barcelona, delegada territorial del Comité de Servicios a Asociados de EFPA en Aragón, no se puede hablar de recomendaciones si no van asociadas a la casuística de cada inversor. Pero hay productos financieros más (y menos) atractivos para invertir 30.000 euros en 2024. 

¿Qué hacer con la renta fija en 2024?

La subida de los tipos de interés siempre deja asomar un atractivo por los productos de remuneración de pasivo y renta fija. En este escenario, conviene tener el fondo de emergencia o los ahorros mensuales en cuentas remuneradas o, a ser posible, en productos de renta fija rescatables en breves periodos de tiempo sin penalizaciones. 

"Cuando suben los tipos de interés, aumentan las expectativas de rentabilidad a largo plazo de manera automática. En bonos se ve muy claro, porque si antes comprabas un bono tu rentabilidad esperada era un cero y ahora es un cuatro y medio", ejemplifica Unai Ansejo, cofundador y CEO de Indexa Capital. 

Guía para empezar a invertir

Si ahora mismo compras un bono del tesoro español, por ejemplo, te renta un 4,5% al año. Si no cambian los tipos de interés y la curva está plana, ese año vas a ganar ese 4,5% —que ya está bien, apunta el experto—. Si los tipos bajan, vas a tener más. Y si los tipos suben, vas a tener menos.

"Por el camino, podrás tener más o menos, pero si mantienes al vencimiento, tienes el 4 y medio asegurado y una tendencia en bolsa que va de la mano", añade Ansejo.

¿Qué va a pasar con la renta variable en 2024?

Alvargonzález y Ansejo coinciden en que las expectativas de bolsa mantienen despiertos a los inversores. 

"La gente tiene que estar esperando ganar más en bolsa, porque si no todo el mundo estaría en los bonos. Es decir, la bolsa debería rentar más de un 4,5%. Por eso las expectativas también crecen con las subidas de tipos tanto en bolsa como en bonos", explica Ansejo. 

"Llegados a este punto, hay una cuestión importante a tener en cuenta: en la situación actual del mercado, la recesión también aporta gasolina al motor alcista. A peor para la economía real, mejor para las bolsas", añade Alvargonzález. 

"No hay mejor antídoto contra la inflación que la recesión, y, ahora, lo que dispara las cotizaciones son las buenas cifras de inflación. O cualquier dato que señale en esa dirección".

Cómo construir una cartera de 30.000 euros en 2024

Para un perfil equilibrado podríamos mantener entre un 40% y un 60% de inversión en bolsa con exposición global a través preferiblemente de fondos de inversión o ETF, apunta Pilar Barcelona. Este posicionamiento permite una mayor diversificación que la inversión en acciones individuales, sobre todo si no tienes experiencia previa. 

"En renta variable, destacaríamos los valores de sólidos balances y elevada rentabilidad por dividendo. Mientras, evitamos compañías con alto endeudamiento y sin capacidad para reducirlo", añade la experta. 

El resto de la cartera, sugiere, podría estar entre un 20% y un 40%, según el perfil de riesgo, en renta fija global —minimizando la exposición a riesgo de divisas, puntualiza— y preferiblemente a través de fondos de inversión. 

Jordi Bellobí, al frente del área de Financial Advisory Services de RSM España, también considera que es un buen momento para comprar deuda corporativa de empresas bien gestionadas y con un negocio resiliente. Eso sí, el experto cree toda la deuda de la cartera debe estar en el horizonte temporal del corto plazo, pendiente de qué pasa con los tipos y con el exceso de deuda en el mundo.