El gran peligro del cambio de hora de verano no es dormir menos, son los viajes en coche

Pasado el equinoccio de primavera, el próximo 26 de marzo de 2023 toca adelantar los relojes, una medida que sigue causando polémica y que diversas investigaciones han relacionado con riesgos para la salud.

En concreto, con la transición al horario de verano —mucho más peligroso que el de invierno— se dispara el número de infartos, derrames cerebrales y accidentes automovilísticos serios. Sin ir más lejos, en Estados Unidos se registra un incremento del 24% en las visitas por ataques cardiacos los lunes después de este cambio de primavera. 

¿Por qué es más probable tener un accidente de coche con el cambio al horario de verano?

Al perder esa valiosa hora de sueño, tu ritmo circadiano se altera y experimentas un peor descanso durante los días posteriores al cambio de hora, lo que además puede unirse a otros problemas como la astenia primaveral o la aparición de la alergia al polen.

Un estudio realizado durante 20 años y publicado en la revista Current Biology tras analizar más de 732.000 accidentes mortales, mostró un aumento del 6% en el riesgo de accidentes mortales en Estados Unidos después del cambio de hora. El impacto más grave se observó en las horas de la mañana de los días inmediatamente posteriores a adelantar los relojes.

El peligroso cóctel está compuesto por varios factores: somnolencia, peor descanso y mañanas más oscuras, ya que con el cambio de hora amanece más tarde. El estudio comprobó que, al cabo de una semana, la cantidad de accidentes retorna a las estadísticas iniciales. Aunque los cambios de iluminación influyen, los científicos destacaron que la falta de sueño es el factor más preocupante.

Un conductor somnoliento tiene menos reflejos a la hora de frenar o desviarse ante una colisión, mientras que también es más proclive a asustarse y perder el control del vehículo. Además, el cambio de hora afecta al estado de ánimo, pudiendo provocar mayor nerviosismo, ansiedad o tristeza, así como fatiga, niebla mental y dificultad cognitiva.

Qué hacer tras el cambio de hora para reducir el riesgo de accidentes

Una de las claves para aclimatarse al cambio de hora y que este no provoque un cambio brusco en el organismo es irse adaptando paulatinamente durante las jornadas anteriores. Procura dormir al menos entre 7 y 8 horas, mantener horarios de sueño constante, evitar la sustancias estimulantes como la cafeína, no consumir alcohol, huir de las siestas muy largas y practicar ejercicio suave.

Para dormir bien, te ayudarán los alimentos ricos en triptófano, melatonina y magnesio. Si quieres una cena ligera, apuesta por estas frutas.

Para evitar accidentes al volante es importante desayunar correctamente —y nunca hacerlo en el coche, ya que además de estar prohibido, estas distracciones son peligrosas en la carretera—, mantenerte adecuadamente hidratado, ir con tiempo y planificación para evitar la velocidad excesiva, evitar las comidas pesadas y también los medicamentos que causan somnolencia. 

Si vas a hacer un viaje largo, descansa al menos un rato cada dos horas o cambia de conductor si vais varios en el vehículo. Los síntomas más comunes de la somnolencia al volante incluyen salirse del carril, dificultad para mantener los ojos abiertos y la imposibilidad de recordar los últimos kilómetros recorridos.

Los peatones también deberían prestar más atención al caminar tras el cambio de hora: cruzar siempre en verde y por el paso de cebra, llevar ropa luminosa y linterna en zonas oscuras y tener especial cuidado en las intersecciones.