Se acabó la tregua: la inflación repunta de nuevo en agosto: sube un 2,6%, pero la tasa subyacente da un pequeño respiro

Servidores en una gasolinera.

Pixabay

  • La gasolina vuelve a pesar en el bolsillo, y eso está tirando de nuevo de los precios en España.
  • La cesta de la compra se encarece un 2,6% en agosto, pero la inflación subyacente empieza a dar un respiro y se modera al 6,1%.

Se acabó el verano, se acabó la tregua de la inflación. Quien haya cogido el coche estos días para la operación retorno de vacaciones, lo habrá notado: la gasolina vuelve a pesar en el bolsillo, y eso está tirando de nuevo de los precios en España.

La inflación subió un 2,6% en agosto, según el último avance del Índice de Precios al Consumo (IPC), publicado hoy por el INE. Se trata de un aumento de 3 décimas respecto a julio, cuando los precios subieron un 2,3%, y todo por el encarecimiento de los combustibles.

"Esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes y, en menor medida, de los combustibles líquidos, frente a las bajadas registradas en agosto de 2022", explica Estadística. 

No es para menos, en verano de 2022 todavía regían algunas de las medidas aprobadas por el Gobierno para aliviar el impacto de la inflación en el bolsillo, como el descuento de 20 céntimos por litro de combustible. Ahora que ya no está en vigor, se nota la diferencia.

Pero no todo son malas noticias. La inflación subyacente empieza a dar tregua en agosto (aunque muy poquito). La tasa subyacente subió un 6,1%, una décima menos que en julio, cuando volvía a repuntar al 6,2%.

La inflación subyacente mide cuánto se han encarecido de media los productos sin tener en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, es decir, es el equivalente de sacar ambos elementos de la cesta de la compra para calcular cuánto más cuesta consumir cada mes.

Junio fue el primer mes en que la inflación daba un respiro. Los precios subieron un 1,9%, el mejor dato desde marzo de 2021. Hacía más de 2 años que no estaba en niveles tan bajos. 

Pero no solo eso. El dato de junio sitúa a España como una rara avis en Europa, la primera economía en alcanzar el objetivo de estabilidad monetaria del Banco Central Europeo (BCE), fijado en el 2%. Mientras en los países del euro los precios superaban el 6%, llegando al 6,4% de Alemania, en España la inflación está 3 veces por debajo.

Ilustración economía euro

Pero los economistas ya habían avisado: la inflación volvería a subir. Y lo hizo en julio, un mes después. Los precios crecieron un 2,3% en julio, con lo que volvía a superarse la cifra mágica del 2%. 

Según el INE, el repunte de precios de julio se debió al encarecimiento de la gasolina, pero también a los paquetes turísticos, cuyo precio se disparó, dejando 2023 como el verano más caro de la historia en España.

Hace un año que la invasión de Ucrania por parte de Rusia dinamitó los precios, llevando la inflación al 9,8% en marzo de 2022, la mayor subida desde 1985.

Que la inflación volviera a tocar techo en los últimos meses también era de esperar por un mero efecto estadístico. Marzo del año pasado fue el primer mes en que empezó a notarse el impacto de la guerra en Ucrania sobre precios, y la inflación se disparó ese mes.

A partir de entonces, el IPC registrado es el resultado de una comparativa respecto a los precios del año pasado, en máximos en mucho tiempo, por lo que es normal que parezca que la inflación toca techo. Es el denominado efecto escalón.

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