Hay cosas que en España damos por sentadas, pero que en el resto del mundo son una rara avis. Como la presencia de persianas, la sana costumbre de la siesta, las partidas de naipes o las eternas sobremesas en compañía de los seres queridos.

En el terreno del ocio, una costumbre española le lleva la delantera a otros países: irse de tapeo. Las tapas gratis son patrimonio inmaterial de España, como lo es la pizza en Italia o la visita al pub más cercano en las tardes lluviosas de Irlanda y Escocia. En la mayor parte de lugares, la tapa de cocina o el pincho gratis acompañan a la consumición que se pide en el bar. 

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¿Y cuáles son las tapas más populares de España? A nivel nacional, la web TasteAtlas —una completa guía culinaria con 10.000 recetas y cientos de mapas sobre ingredientes locales y restaurantes tradicionales de todo el mundo— refleja en una infografía cuál es la tapa más famosa de cada comunidad autónoma.

Por cierto, que la expresión "tapas" proviene del verbo tapar y debe su origen a la región andaluza, donde los bebedores cubrían sus vasos con rebanadas de pan o carne para protegerse del polvo y las moscas. "Las tapas clásicas tenían como protagonistas los mariscos y originalmente consistían en unas cuantas aceitunas, mejillones o anchoas servidas en un plato pequeño", explica la web.

Las tapitas del bar: del plato de jamón a la jugosa tortilla de patata

A nivel genérico o nacional, cinco son los aperitivos gratis más destacados: las croquetas, las albóndigas, los boquerones en vinagre, la emblemática tortilla de patata —7 de cada 10 españoles la prefieren con cebolla, según la última encuesta del CIS—, las gambas a la plancha, el jamón serrano, los quesos típicos y, por supuesto, las aceitunas, con sus respectivos y exquisitos aliños.

Por comunidades autónomas, cada una tiene sus propios ingredientes mágicos o tapas típicas, tal y como muestra el mapa de TasteAtlas.

En Galicia, destacan los pimientos de padrón y el pulpo á feira —aunque como gallega que escribe este artículo, las tapas gratis de pulpo son inexistentes, especialmente tras unos años de subida desorbitada del precio de este cefalópodo—, en Asturias destacan el chorizo a la sidra y las patatas al cabrales, y en Cantabria son las rabas y angulas las reinas de la fiesta —serán gulas, en todo caso—.

No puedes irte de Euskadi sin probar sus gildas y su chistorra. En la vecina Navarra, el queso Roncal y los pimientos del piquillo rellenos son el manjar gratuito para acompañar un buen vino. En La Rioja, puedes tapear por Logroño unas patatas a la riojana o un chorizo al vino tinto.

El mapa destaca las albóndigas de bacalao y el jamón ibérico de Teruel en Aragón; la bomba y  "pa amb tomàquet en Cataluña; la morcilla y los torreznos de Castilla y León que tan felices hacen a Paquita Salas en la serie de Netflix; o las bravas y las gambas al ajillo madrileñas para gozar de unos buenos pinchos castizos.

Pero hay mucho más: pisto manchego y morteruelo para los que vayan de bares en Castilla-La Mancha, el escarrat y las clóchinas —las hermanas finas y pequeñas del mejillón en Valencia— o el jamón y las migas en Extremadura. Los locales murcianos apuestan por el pulpo al horno y los michirrones, mientras que en Andalucía reinan pinchitos y pescaíto frito.

Lejos de la Península Ibérica, en territorio insular, también tienen sus propias tapas: sobrasada y tumbet en Baleares y gofio escaldado y papas arrugadas en Canarias, con sus ricos mojos verde y picón.

El índice de la web recoge otras populares tapas y sus localizaciones, desde mejillones tigre a setas al ajillo, solomillo al Cabrales, pringá, caracoles a la andaluza, espinacas a la catalana, riñones al Jerez, oreja a la plancha, alcachofas con jamón o espinacas con garbanzos.