El resto del mundo "no está preparado" para el coronavirus, según un enviado de la OMS que acaba de regresar de China

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Bruce Aylward.
Bruce Aylward.
  • Un equipo de 25 expertos en salud de todo el mundo acaba de volver de un viaje a Wuhan, China, donde se originó el brote del Covid-19.
  • El jefe del equipo, Bruce Aylward, ha dicho este martes que "la gran conclusión para el mundo es que, simplemente, no está preparado".
  • Aylward ha contado cómo son las condiciones dentro de China, cómo los trenes atraviesan las estaciones, las instalaciones para enfermos se construyen en sólo unos días y los hospitales están levantando muros para mantener a los pacientes del Covid-19 aislados.
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Cintillo especial Coronavirus

Covid-19 parece estar perdiendo su control sobre China, justo en el mismo momento en el que muchos países están empezando a lidiar por primera vez con los efectos de la propagación del coronavirus —entre ellos, España que cuenta ya con 9 casos de contagio

Sin embargo, el número de casos de contagio en China sigue disminuyendo. Los médicos aseguran tener camas disponibles para los pacientes, y las 31 provincias afectadas de todo el país están empezando a despertar de un sueño inducido por la cuarentena. De hecho, algunos habitantes de Hubei, epicentro del brote, están volviendo a trabajar a sus fábricas. Pero las escuelas siguen cerradas y la vida en las calles de Wuhan, la capital de la provincia, ha sido relativamente tranquila durante más de un mes.

El Dr. Bruce Aylward, médico y experto en salud pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), acaba de regresar de una misión de investigación independiente en China, junto con más de 20 expertos de la salud de todo el mundo, incluidos los chinos.

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El mundo no está preparado para el coronavirus

"La gran conclusión para el mundo es que simplemente no está preparado", ha dicho Aylward horas después de desembarcar en Ginebra, Suiza, de su viaje a China. "Compañeros, esta es una epidemia de rápida expansión a otros lugares del mundo que se tiene que enfrentar súper rápido para evitar que se convierta en una pandemia".

Esto puede ser difícil en países que no tienen el mismo sistema de vigilancia de enfermedades que China, un país que ya fue duramente golpeado por el mortal brote de SARS en 2002-03.

Aun así, Aylward ha señalado algunas medidas básicas de preparación que se están utilizando en China y que otros países podrían imitar para ayudar a controlar la propagación del coronavirus.

"Cientos de miles de personas en China no se contagiaron con el Covid-19 gracias a su rápida respuesta", insiste Aylward, y añade que las técnicas son "herramientas de salud pública anticuadas" pero aplicadas "con un rigor y un enfoque innovador a una escala que nunca hemos visto en la historia".

"En 30 años que llevo en este sector, no había visto esto antes, ni estaba seguro de que funcionara", cuenta.

Estas son algunas de las lecciones que Aylward aprendió en China rastreando la respuesta al Covid-19.

Una pasajera en una estación de tren casi desierta en Wuhan, China, el 23 de enero.
Una pasajera en una estación de tren casi desierta en Wuhan, China, el 23 de enero.

Aislar a los enfermos de una ciudad parece ser efectivo, pero no hay que poner a todo un país en cuarentena

Aylward dice que los chinos adoptaron un método "a medida" para responder al brote.

En Wuhan, que ha estado bajo una estricta cuarentena durante más de un mes, los trenes suelen pasar por las estaciones con las persianas bajadas, cuenta.

El procedimiento en otras ciudades chinas es diferente según el número de personas que estén infectadas.

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"Muchos creen que no se puede hacer esto a gran escala porque se agotaría la capacidad de respuesta", asegura. "Pero los chinos dijeron claramente que no pasa 'si lo adaptas correctamente'".

Sin embargo, otros expertos en salud y legislación están preocupados porque las medidas de cuarentena drásticas e interminables pueden ser poco éticas e inhumanas.

Fomentar la sensación de que es nuestro deber ayudar a detener este virus puede ayudar

"Es una ciudad fantasma", reflexiona Aylward sobre Wuhan. "Pero detrás de cada ventana y cada rascacielos, hay gente que coopera con esta respuesta."

Lo mismo ocurre con los equipos médicos enviados para ayudar a controlar el brote. Sin embargo, más de 3.000 de esos trabajadores se han enfermado en el cumplimiento de su deber hasta ahora. De hecho, uno de estos equipos viajó en el mismo tren que Aylward cuando llegó a Wuhan.

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"Llevaban unas chaquetas pequeñas y una bandera", cuenta. "Era un equipo médico que venía de Guangdong para formar parte de los 40.000 trabajadores de la salud de otras partes de China que ya estaban allí, muchos de los cuales se ofrecieron voluntariamente para ir a Wuhan y ayudar con la respuesta".

No sólo los trabajadores médicos están contribuyendo, cuenta Aylward. Muchas otros, incluidos los trabajadores forestales chinos y los asistentes de las cabinas de peaje, están cambiando la forma en la que trabajan para responder al brote, que comenzó en diciembre y sigue enfermando a decenas de miles de personas.

Es importante preparar camas de hospital, ventiladores para ayudar a la gente a respirar, y trabajadores de salud pública para hacer un seguimiento de los contactos cercanos

Preparar "cientos" de camas de hospital, aparatos de ventilación y reclutar a miles de trabajadores de salud pública son algunas de las "cosas realmente prácticas" que se pueden hacer para estar preparados, expone Aylward.

En China, se han construido en sólo unos días instalaciones para enfermos en estadios en medio del brote y, según Aylward, algunos hospitales estaban construyendo nuevos muros alrededor de pabellones enteros para mantener aislados a los pacientes de Covid-19.

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"Vamos a encontrar cada caso", asegura. "Vamos a ir tras cada coincidencia. Vamos a asegurarnos de que podemos aislarlos y ayudar a estas personas a que superen el coronavirus. Esta es la forma en la que tenemos que pensar. Se necesita un verdadero cambio de mentalidad".

Usar "cantidades masivas de datos" para rastrear la propagación del brote

China ha aprovechado los datos en su intento de rastrear cada caso del Covid-19, según Aylward.

"Recuerda, no tienes que encontrar cada uno porque nunca lo harás. Quieres encontrar lo suficiente para romper las grandes cadenas de transmisión, ralentizarlo y controlarlo".

La técnica puede sonar severa, pero es una de las formas más efectivas del trabajo en salud pública.

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Además de rastrear la propagación del virus, la tecnología también ha ayudado a mover flujos de trabajo enteros online, cuenta Aylward, como la reposición de recetas por ejemplo. Esto alivió la tensión en el sistema médico del país, incluso cuando muchas cirugías programadas se han quedado sin realizarse en hospitales que estaban llenos de pacientes contagiados por el coronavirus.

Evoluciona con la ciencia

Aylward cuenta que las directrices nacionales sobre cómo cuidar de los pacientes gravemente enfermos habían cambiado "6 veces en 6 semanas" en China, a medida que los científicos aprendían más sobre cómo funciona la enfermedad.

Lávate las manos y dile a tus amigos que lo hagan

Esta sigue siendo una de las medidas preventivas más eficaces contra el nuevo coronavirus. Evita tocarte la cara y manten las manos lo más limpias posible.

"Parece que el principal impulsor no es la infección generalizada en la comunidad", cuenta Aylward. "Más bien es una infección a nivel doméstico".

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Gracias a todas estas medidas el número de casos en China ha ido disminuyendo, para sorpresa de Aylward. Pero esto no significa que el brote esté llegando a su fin. Incluso en China, es difícil predecir hacia dónde se dirigirá el virus.

"Lo que era un brote de rápida expansión se ha estancado y está disminuyendo más rápido de lo que se esperaba", sentencia. "Si tuviera el Covid-19, me gustaría ser tratado en China".

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