"Dime cuándo, cuándo, cuándo": el BCE ya no medirá cuánto sube tipos, sino el tiempo que los mantiene altos

La presidenta del BCE, Christine Lagarde

REUTERS/Wolfgang Rattay

  • El BCE vuelve a reunirse hoy para decidir sus próximos movimientos en política monetaria. Pero la pregunta ya no es cuánto más subirá los tipos, sino cuándo empezará a bajarlos.
  • Los analistas coinciden en que la primera bajada podría llegar a mediados de 2024. Todo dependerá de lo mal que vaya la economía, o de las amenazas en el entorno geopolítico.

El Banco Central Europeo (BCE) está a punto de cambiar el cuánto por el cuándo. A partir de ahora, la pregunta no será cuánto más sube los tipos de interés, sino cuándo empieza a bajarlos.

La música de fondo de la economía mundial está cambiando. La inflación empieza a serenarse, las subidas de tipos ya pesan en el bolsillo del consumidor, y hay rincones de Europa donde suenan tambores de recesión. El cóctel perfecto para que el BCE asuma que es hora de cambiar de partitura.

A mediados de septiembre, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, anunció un nuevo alza de tipos del 0,25% que dejaba el precio del dinero en el 4,5%, su nivel más alto en dos décadas, desde 2001. 

Hoy, el Consejo de Gobierno vuelve a reunirse para decidir sus próximos movimientos en política monetaria después de la subida de septiembre, y todo apunta a que por primera vez en año y medio se quedará como está. 

Ha llegado el break; la esperada pausa pronosticada hace meses. "No hay motivos para que el Banco Central Europeo modifique los tipos de interés oficiales", asegura Karsten Junius, economista jefe en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

La pregunta ha dejado de ser cuándo. Como Tony Renis en el 62, ahora los mercados le cantan a Lagarde Dime cuándo, cuándo, cuándo. ¿Hasta cuándo mantendrá los tipos altos?

"La atención de la reunión de hoy estará puesta en cuándo llegará el momento de bajar los tipos", augura Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments.

Ya lo aclaraba hace unas semanas el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos: "Lo que hay en los bancos centrales es una rotación de la atención desde el nivel de tipos de interés a la duración de esos tipos".

También Lagarde dejó caer que ya le había apretado suficientemente las cuerdas a la política monetaria. En año y medio, el organismo ha subido 10 veces los tipos de interés, en el que ha supuesto el mayor endurecimiento de la política monetaria en la historia. Casi dos años persiguiendo a la inflación para llevarla a su objetivo de estabilidad monetaria, que sitúa en el 2%. 

Desde la última reunión en septiembre no ha habido sorpresas de la inflación, y es esa ausencia de sorpresas al alza, explica Felix Feather, Analista Económico Europeo de abrdn, "lo que hace que sea improbable un movimiento sorpresa del BCE".

Ahora, por fin parece que la inflación da tregua en la eurozona. Tanto la tasa general como la inflación subyacente cayeron bruscamente en septiembre, hasta el 4,3% y el 4,5%, respectivamente. "El desplome de la inflación es una señal positiva, e indica que quizá no sean necesarias nuevas medidas de política monetaria", observan desde Ebury.

Junius coincide en que "el actual nivel de endurecimiento debería bastar para que la inflación vuelva al objetivo del 2% para finales de 2025".

Pero no es solo porque la inflación se haya frenado. También lo ha hecho el consumo, lastrado por el impacto de las subidas de tipos y, con él, el crecimiento económico. "Hay una parte de las subidas de tipos que se ha transmitido ya a la actividad económica real, pero queda otra parte por transmitir", reconocía De Guindos. 

Subir tipos encarece el precio del dinero. El efecto es bastante parecido al de echar un jarro de agua fría sobre una economía aparentemente caliente: ayuda a enfriar la inflación, pero a costa de dejar el consumo bajo cero. Pero el impacto no llega de una, y lo peor está todavía por llegar. Por esta razón, el BCE prefiere ir con pies de plomos para evitar un aterrizaje forzoso que lleve a la economía europea a una recesión.

Un hombre con carritos de supermercado para hacer la compra en inflación

Está bien. El BCE no va a subir más los tipos (al menos por el momento). Pero eso no significa que los vaya a bajar de inmediato. 

"En su reunión sobre política monetaria de septiembre, el BCE comunicó que sería necesario mantener los niveles de los tipos de interés oficiales durante más tiempo para que la inflación vuelva a acercarse al objetivo marcado", recuerda Wolburg.

Aunque haya empezado a perder fuelle, la inflación sigue estando claramente por encima del objetivo del 2% del BCE, los salarios siguen creciendo con fuerza en algunos países, y la guerra de Israel en Gaza podría ser la chispa que vuelva a incendiar la inflación (el precio de la energía ya ha vuelto a subir). 

Para François Rimeu, estratega senior de La Française AM, "el alto nivel de incertidumbre (dinámica del crecimiento salarial, presión sobre los precios de la energía, en concreto debido al impacto del conflicto de Oriente Medio en los precios del petróleo)" será clave para los próximos movimientos, e incluso ve probable que Lagarde advierta que está dispuesta a volver a subir los tipos si es necesario.

"En este escenario de tensión, y dado que la evolución de la inflación postpandemia pilló al BCE con el pie cambiado, esperamos que se mantenga la narrativa de tipos altos por mucho tiempo", observa Wolburg. En una reciente entrevista, el economista jefe del BCE, Philip Lane, veía aún cierta distancia hasta la primera bajada de tipos.

Los analistas coinciden en que no habrá bajada de tipos hasta por lo menos mediados del año que viene. Todo dependerá de lo pesimista que se muestre respecto a las previsiones económicas (cuanto más pesimista, más probabilidades de bajada) o de la importancia que le dé a los últimos episodios geopolíticos.

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