El escenario 'ricitos de oro' está a punto de acabar en Estados Unidos y parece quedar cada vez más lejos para Europa

Hombre de negocios nadando contra la corriente, evitando el borde de la cascada

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  • En economía hay una versión de Ricitos de Oro, pero mientras en Estados Unidos podría llegar a su fin pronto, Europa está cada vez más lejos de verla aparecer.
  • Los economistas se han servido de este cuento popular para referirse a una situación óptima para la economía. 

Hay muchas versiones de Ricitos de Oro, el famoso cuento popular escocés. En una de ellas, la protagonista sale pitando asustada, en otra regresa a casa con sus padres, e incluso hay una en la que es devorada por los ositos. En economía también hay una versión de Ricitos de Oro, pero mientras en Estados Unidos podría llegar a su fin pronto, Europa está cada vez más lejos de verla aparecer.

"La diferencia entre lo que hemos vivido en Europa y en Estados Unidos en los dos últimos años es bestial", cuenta Luciana Taft, economista jefe del área de economía y mercados de Analistas Financieros Internacionales (Afi). Mientras que la economía estadounidense está logrando salir airosa de todos los frentes, Europa capea dificultades como puede, entre el estancamiento y la recesión.

Pero, antes de empezar, ¿qué es eso del escenario 'ricitos de oro'

"Es un escenario estable de inflación y crecimiento moderados, pero sostenibles", resume Leopoldo Torralba, economista senior de Arcano. Es lo que se vivió algunos años antes de la recesión de 2008, pero también en los años 60 y en España en la segunda mitad de los 90.

Los economistas se han servido de este cuento popular para referirse a una situación óptima para la economía. La historia narra la entrada de una niña en la casita de tres osos, donde siempre encuentra algo que le viene estupendamente: tiene hambre; se come un plato de avena. Tiene sueño; se echa una siestecita en la cama del oso pequeño...

Wall Street

"Es un escenario casi ideal en términos económicos", coincide Pedro Aznar, profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade. En este caso, en lugar de 3 ositos, hay 3 indicadores que caracterizan el momento 'ricitos de oro': un crecimiento estable del PIB que no amenaza a la inflación, bajo desempleo e inflación moderada.

Eso es, a grandes rasgos, lo que se está viendo en Estados Unidos. "Mientras que aquí el consumo ya se ha frenado y está cayendo en la mayoría de países, en EEUU se ha acelerado, por eso se habla de este fenómeno", apunta Taft.

"En Estados Unidos el mercado laboral está cerca del pleno empleo, hay un cierto crecimiento económico y se espera que la inflación se modere", observa Aznar. El PIB de EEUU está creciendo por encima del 2%, con un mercado laboral boyante, una inflación en el 3,7% y una tasa de paro en el 3,8%, rozando mínimos.

El comportamiento de Estados Unidos está sorprendiendo. Sin embargo, matiza Taft, "ahora la pregunta es si seguirá así o si le veremos las orejas al lobo"

Para Taft, este escenario no es sostenible, básicamente por las condiciones financieras, que se han tensado en los dos últimos meses, con la Reserva Federal (Fed) advirtiendo que, aunque no vaya a subir más los tipos de interés, sí que va a tardar en bajarlos. "Esto ya está afectando al mercado inmobiliario", añade Taft. 

También golpeará a los hogares. Hasta ahora, el consumo resistía mejor de lo esperado gracias al boom del empleo, las ayudas fiscales postpandemia y al exceso de ahorro acumulado durante el confinamiento. Pero eso se está empezando a agotar.

Aunque algunos economistas suelen poner el Estados Unidos de finales de los 90 como ejemplo de este escenario de aterrizaje suave (softlanding), Taft matiza que entonces la inflación estaba más baja que ahora, y que, aunque la Fed subió tipos, lo hizo del 3% al 5%, no del 0 al 5,5%. 

Un hombre con carritos de supermercado para hacer la compra en inflación

¿Ricitos en Europa? Ni están, si se les espera

En Europa, en cambio, los ricitos de oro ni están, ni se les espera. "En Europa está todo el pescado vendido. Ya hemos aterrizado y, aunque no haya sido catastrófico, estamos sorteando los obstáculos a un coste", aclara Taft.

Taft se refiere al estancamiento que arrastra la mayoría de economías europeas y que, en casos como el de Alemania, ya es recesión: "La diferencia entre lo que se ha vivido en EEUU y Europa es bestial. Aquí el consumo se desaceleró y está cayendo", lastrado, primero por la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación y, después por el impacto de las subidas de tipos.

En el último año y medio el Banco Central Europeo (BCE) ha subido los tipos de interés diez veces en el que supone el mayor endurecimiento de la política monetaria en la historia del euro.

"Los tipos de interés más altos reducen la inversión y el consumo. Si el crecimiento se resiente nos alejamos de este escenario, y parece más probable que nos alejemos en Europa que en Estados Unidos", explica Aznar.

"Europa ya ha aterrizado, y esto va a seguir así todo este año, porque el endurecimiento de las condiciones financieras afecta a la economía no un trimestre, sino varios. El consumidor alemán, el italiano, no están consumiendo, y el ahorro ha vuelto a aumentar, quizás porque tienen un poco de miedo. En EEUU ese ahorro lo están gastando como si no hubiera un mañana", aclara Taft.

Por si fuera poco, la guerra de Israel en Gaza enturbia el horizonte. Al miedo a que la escalada de ataques continúe saldándose con muertes y una crisis humanitaria en Gaza, se suma el temor a las consecuencias del conflicto para la economía mundial, que todavía no se ha recuperado del golpe provocado por la guerra en Ucrania.

Un tanque de la guerra de Israel en Gaza

"El conflicto bélico, que añade incertidumbre, es un tema a vigilar", avisa Taft. Básicamente por su impacto en los mercados, en el precio de la energía y, por ende, en la inflación, y porque eso obligaría a los bancos centrales a apretar todavía más las tuercas de la política monetaria.

"Vemos aumentos en los precios de la energía y del petróleo. Lo hemos visto en crisis y conflictos anteriores y, por supuesto, esto refleja el riesgo potencial de que pueda haber una interrupción en la producción o el transporte de petróleo en la región", dijo hace unos días el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.

El 8 de octubre, un día después del primer ataque de Hamás, el petróleo subió un 5%, aunque después se normalizó hasta los 90 dólares por barril de Brent en que está actualmente. 

"De momento el conflicto no ha tenido prácticamente impacto en los mercados. Hay aversión al riesgo, pero nada más", añade Taft. En el caso de EEUU además, al ser una potencia petrolera es menos sensible a las fluctuaciones del precio del crudo, porque no necesita importar tanto.

Pero un repunte de la inflación podría truncar el escenario. "Lo ponen en riesgo un descontrol excesivo y duradero de la inflación que dispare los tipos y lastre el crecimiento", observa Torralba, mientras que "un control razonable y gradual de la inflación, como se está observando, que permita recuperar pronto el poder adquisitivo y empezar a bajar los tipos, favorecen el escenario ricitos de Oro".

Para Torralba, si las perspectivas no se truncan, "no estaríamos tan lejos de este escenario: si atendemos a la inflación subyacente (excluyendo precios energéticos y de alimentos). A partir de 2024 y 2025 empezará a estar en niveles sostenibles con los objetivos de los bancos centrales".

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